El gobierno saliente arrasa. Se lleva hasta las cucarachas de las oficinas.
De tragedia social el saldo financiero revelado por el gobernador electo Cuitláhuac García, quien voz en cuello denuncia las “transas” de Miguel Angel Yunes, “quien se está clavando el dinero del pueblo”.
No aparecen mil 200 millones de pesos recuperados a los otros rateros, los duartistas; no hay claridad de la disposición de ranchos, aviones, helicópteros, departamentos de lujo y bienes inmuebles presuntamente incautados en Estados Unidos y España en favor de Veracruz.
Sin aclarar aún los 900 millones que según el gobernador electo se llevó Yunes Linares por la negociación, pagadera a 30 años, de la deuda pública de Veracruz, que si bien no se sabe a ciencia cierta a cuánto asciende, hay números que revelan que alcanza los 80 mil millones de pesos.
Otros números:
En el limbo de los desaparecidos quedaron 20 mil millones de pesos que Yunes tenía dispuestos para entregarlos a la nueva administración gubernamental, pero que siempre no será así debido al retraso, según él, de las participaciones federales.
Y todo indica que ante la estrechez de las arcas pública no se podrá disponer, como cada fin de año, de los 7 mil millones de pesos para aguinaldos y compensaciones decembrinas.
Tampoco de la segunda parte correspondiente a enero del 2019 y los jubilados y pensionados eventualmente tendrían que esperar abonitos.
Una más.
La venta de garaje de 243 vehículos –hasta los clásicos del Museo Imac fueron puestos a remate- que dejaran un saldo en caja de 70 millones de pesos, quedan bajo sospecha por el apresuramiento oficial.
Los remates del gobierno “son una verdadera transa”, denuncia Cuitláhuac García quien llama a los diputados federales a exigir a la PGR “informe sobre el curso de las denuncias contra Yunes”.
“Se fue un ladrón, Duarte, pero quedó un ratero”, sostuvo aludiendo, por supuesto, a Yunes Linares.
En ese escenario quedan además en el misterio las dudas financieras por las ganancias ilícitas de las empresas fantasma; los cobros extra a taxistas por el reemplacamiento y reordenamiento vehicular, incluido el empadronamiento y examen antidoping, que tuvo un costo por piocha de 7 mil pesos por unidad.
En Veracruz hay 66 mil 669 taxis, así que ¡súmele!..
Bajo sospecha quedan asimismo los negocios multimillonarios realizados el último bienio por la Secretaría de Salud; el jineteo de 7 mil millones de pesos que fueron a parar, según el candidato priista al gobierno Pepe Yunes, a una “licuadora” con fines distintos a la solventación de deudas como la de cinco mil millones que se tiene con empresarios y prestadores de servicios.
¡Ufff!
La lista es larga y no hay quien aclare si en los hechos existe una declaración auténtica de los bienes que posee Miguel Angel Yunes Linares, ya que su tres de tres no coincide a la presentada en el 2016 cuando fue diputado federal.
Ya mismo hay quien opina que la fortuna de la familia Yunes Linares rebasa los tres mil millones de pesos.
Sin embargo, en la llamada “Carpeta Azul” que Andrés Manuel López Obrador entregó a los medios el 17 de mayo de 2017, está documentada la fortuna familiar de los Yunes en 10 mil millones de pesos.
Residencias, edificios, ranchos y otros bienes materiales en México y el extranjero, así como los resultados de las auditorías de la Auditoría Superior de la Federación, cuando Miguel Angel Yunes se desempeñó como titular del ISSSTE, y las investigaciones de la PGR arrojan la sumatoria de 10 mil millones.
Dicha “Carpeta Azul” da fe de un listado de propiedades a nombre del gobernador Yunes Linares. Entre ellas un condominio de 45 millones de pesos en el municipio de Alvarado, una casa en la Ciudad de México, ubicada en la calle Serranía número 42, en el Pedregal, con una extensión de 960 m² y valuada en 30 millones de pesos.
Asimismo, una casa habitación de 450 m² en Coatepec, con un valor aproximado de 15 millones de pesos; una casa ubicada en el Club de Golf de Boca, en donde se encuentra también la casa de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez.
Bodegas, terrenos, despachos y locales comerciales complementan la riqueza de Yunes Linares y su familia, así como el departamento de Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato perdedor a la gubernatura, en 1155 Brickell Bay Drive, en Miami, Florida; con un valor aproximado de 1 millón de dólares.
La “Carpeta Azul” da cuenta asimismo un listado de propiedades del Gobernador saliente en el extranjero, entre ellas un departamento en la Quinta Avenida de la ciudad de Nueva York, por un valor aproximado de 2 millones de dólares.
Según el expediente, Miguel Ángel Yunes posee propiedades en los Estados Unidos, México y España.
Asimismo en dos ocasiones Javier Duarte ha denunciado a Yunes Linares por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, mismas que dieron lugar a que se abrieran carpetas de investigación en la PGR.
Y el ex dirigente del PAN, Manuel Espinosa Barrientos presentó ante la autoridad una denuncia contra el citado por enriquecimiento ilícito por “tres mil millones que presuntamente corresponden al valor de 36 propiedades”. Revela además que Yunes posee cuentas bancarias en Estados Unidos, Yakarta e Indonesia.
Hay otras denuncias más contra quien hasta el momento le han hecho lo que el viento a Juárez… hasta el momento.
El 9 de agosto del 2016 la sección 32 del SNTE lo acusó de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito por desvíos en el sistema de préstamos de dinero a maestros con la empresa “Consupago”.
El SNTE abundó que esta compañía descontaba directamente de la nómina de los maestros, y que por el dinero que cobraba por cada préstamo pagaba millonarias “comisiones” a tres empresas propiedad de Yunes Linares y familiares cercanos: Cobranza y recuperación SA de CV; Corporate Linkage SA de CV, e Intermediación Corporativa SA de CV.
Las tres empresas, de acuerdo con el señalamiento, coinciden en que son accionistas la esposa de Yunes Linares, Leticia Isabel Márquez Mora, y sus hijos Omar, Miguel y Fernando.
Ante esa cascada de denuncias públicas y reclamos judiciales todo indica que Morena y el sinfín de enemigos de Yunes Linares traen la consigna de acorralarlo y empujarlo a Pacho.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo |