Desde que recibió su constancia de mayoría, Cuitláhuac García, gobernador electo de Veracruz, ha sostenido una intensa agenda de trabajo, con el fin de conocer de primera mano los problemas que aquejan a la entidad, la forma en la que están siendo atendidos (o no) por el actual gobierno, y las alternativas de solución.
En el camino va diseñando lo que será su equipo de trabajo, atendiendo los compromisos surgidos de la contienda electoral, pero privilegiando siempre la selección de los perfiles idóneos para cada cargo.
Pero mientras él se concentra en la construcción de un programa de gobierno que atienda las demandas primordiales de Veracruz, otros en Morena –el partido del que es fundador y que lo llevó a la victoria- están ocupados en adquirir cotos de poder y cosechar para su beneficio personal, o el de su grupo.
Algo así sucede en la lucha por el control del Congreso local.
Los vínculos entre el aún dirigente estatal de Morena, Manuel Huerta, y el diputado local electo por Medellín, Magdaleno Rosales, son cada vez más evidentes. Entre ambos operan para apoderarse de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la próxima Legislatura.
Uno de los hombres más cercanos al dirigente de Morena, el diputado federal electo por Papantla, Jaime Humberto Pérez Bernabé (su tesorero en el Comité Estatal) extendió al legislador local electo por Medellín la invitación a un “viaje de capacitación”. Todos los gastos pagados a las paradisiacas playas del Oceano Pacífico, en Mazatlán.
¿Austeridad?
¡Qué va!
Este y muchos otros gustos podrá dárselos Magdaleno si, como se lo prometió Manuel Huerta, se apoderan de la Junta de Coordinación Política. Amado Cruz Malpica no es problema. Carga en sus espaldas su deplorable papel como coordinador de la actual bancada de Morena en el Congreso local (de la que perdió cuatro diputados y además se dejó arrebatar la posibilidad de presidir la Jucopo) y la creciente sospecha de que estos descalabros se dieron mediante acuerdos subrepticios con el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.
El verdadero enemigo a vencer es el diputado electo por San Andrés Tuxtla, Juan Javier Gómez Cazarín, personaje de gran cercanía con el gobernador electo Cuitláhuac García, y quien ya está operando temas torales para el próxima administración, en coordinación con el futuro secretario de Gobierno, Éric Cisneros Burgos.
La estrategia de la dupla Huerta-Rosales es generar tal clima de tensión, que Cuitláhuac García se vea forzado a negociar la posición, e incluso hasta cederla a un grupo ajeno a su proyecto.
Por lo pronto la de “Leno” Rosales ha sido una labor de zapa. Visita a los diputados locales electos de Morena y les ofrece posiciones en el ámbito de desarrollo social, con la condición de que se pongan a las órdenes de Manuel Huerta.
Cuitláhuac García tiene muy claro cuál es la mano que pretende mover la cuna en el Poder Legislativo y en cualquier momento dará un fuerte golpe de autoridad, para que todos se vayan enterando que en Veracruz el proyecto de Morena es sólo uno y que es a él a quien corresponde llevar el timón.
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Epílogo.
El Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña jura que no sabe nada de los autores del espionaje en la oficina del consejero Mauricio Duck. Dice que ya revisaron las otras oficinas y no encontraron nada igual. Asegura que ya se inició una investigación pero que aún no concluye. No sé por qué, pero presiento que no van a encontrar nada. *** ¿Qué clase de seguridad brinda el gobierno de Veracruz a los ciudadanos, si un grupo armado puede entrar a un hospital y llevarse por la fuerza a una persona, sin que intervengan las fuerzas del orden? Eso sucedió en Tecolutla. Un joven que cuidaba a la madre de un niño que murió la noche del lunes durante el ataque a balazos contra una familia, fue sacado por la fuerza del Hospital Integral “Manuel Ávila Camacho” por un grupo de sujetos armados, quienes además intentaron llevarse, a otro integrante de la familia, que logró escapar. Pocas horas después, el cuerpo del joven “levantado” fue hallado sin vida en la comunidad Los Mangos. La madrugada del jueves llegaron al hospital cuatros individuos armados y se dirigieron al área de hospitalización y se llevaron por la fuerza al joven, quien cuidaba a su cuñada, que resultó herida durante un atentado en su vivienda, en el que falleció su hijo de 8 años de edad.
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