Con el tiempo y en la madurez de mi edad he aprendido que el deporte es para los deportistas, ese es su empleo, si juegan bien y de paso divierten a los aficionados van de gane, porque se venden bien y reciben jugosa paga, de lo contrario se tienen que dedicar a otra cosa.
En el terreno de la política aprendí que la pasión no me llevo a nada bueno, me la creí ingenuamente en la ética política, actuar con pureza, con sana intención y ver a los adversarios como enemigos y considerarlos antidemocráticos, marrulleros y antipatriotas, hoy en día me doy cuenta de que también es un juego político, donde los verdaderos jugadores hacen el circo para divertir al aficionado que con sus impuestos llegando al poder se reparten jugosos sueldos, sin consultarlos.
Lo peor de todo es que el fanatismo futbolero y político, provoca violencia física, siendo el perdedor los mortales aplaudidores, quienes creen ingenuamente en el espectáculo que los divierte y les saca las preocupaciones en tanto dura el partido que programan los directivos en el poder.
La violencia en cualquiera de los terrenos es producto de la cultura que permea en los mexicanos desde siempre, es muy difícil erradicarla, lo peor es que el estado esta rebasado debido a que quienes llegan al poder están respaldados por los mismos generadores de la violencia así lo podemos constatar en las redes sociales que son utilizadas por las hordas de los seguidores de los partidos políticos y por las hordas de los seguidores de los equipos mediocres del futbol mexicano, quienes a pulmón abierto se desafían entre sí, verbalmente se descarnan para defender lo creen y piensan.
Algunas televisoras y medios de comunicación abonan a la crispación de la fanaticada, hacen mártir o héroe a quien les reditué en lo económico, lo hacen en el deporte y ahora también en lo político, en mi concepto es una de las fuentes que no ayudan a que los aficionados sean eso, solo aficionados y no fanáticos que se la creen más que los propios jugadores ¿Qué no?
adidas.johan62@gmail.com Lic. Inocencio Martínez Cortes
|