Hace tres o cuatro días, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, volvió a lo mismo, es decir, que nuevamente decretó un apoyo fiscal considerable para que las gasolinas bajaran y que los consumidores se vieran beneficiados al adquirir estos productos.
Pero no, la sorpresa ha sido que los precios en todas las estaciones de servicio de distribución, se encuentran igual, es decir, que no se han movido ni siquiera un centavo a favor del consumidor, lo que quiere decir, que algo extraño esta pasando, porque si bien fue una orden del gobierno federal, aplicar estas disminuciones del precio, es porque desde el mismo gobierno, se esta apoyando, como ya lo hicimos ver, con estímulos fiscales que permitan un precio más bajo.
Esta es la hora en qué no hay alguna gasolinera que rebaje los precios y esto da a pensar en dos cosas: La primera es que desde el gobierno federal, se esté engañando a los mexicanos en general y especialmente a los consumidores de los productos de Pemex, o bien que los empresarios, en franca rebeldía no hagan caso de las disposiciones presidenciales, lo que está mucho peor todavía.
Y es más creíble la última de ellas, porque ya se está viendo que no todos los mexicanos están de acuerdo en las disposiciones presidenciales y de la misma administración federal, por lo que es posible que se esté llegando a una especie de anarquismo, donde la autoridad esté siendo marginada y no se tomen en cuenta sus disposiciones, aunque provengan de la misma Presidencia de la República, lo que también, como en muchos otros casos, esta preocupando seriamente a los mexicanos en general, pues no es posible que se le reste autoridad al Presidente y a las mismas instituciones.
En pocas palabras, las gasolinas no bajan en su precio a pesar de los anuncios oficiales que así lo han dispuesto, porque no se trata, en todo caso, de una arbitrariedad del poder, sino más bien una decisión que se encuentra avalada por la misma administración federal, sin restar ganancias de los propios empresarios, pues el estímulo va directo a través del impuesto que se tiene que pagar.
Esta es la segunda ocasión, tenemos entendido, que no se acatan estas disposiciones federales y lo más extraño es que tampoco la federación haya reaccionado, porque de lo contrario, ya se supieran de sanciones correctivas a los distribuidores de las gasolinas.
Este indicio, como muchos otros que se han estado dando dentro del marco legal, se está acumulando día con día hasta llegar al grado de que en determinado momento nadie quiera hacer caso de lo que manda la autoridad, cayendo, como lo hemos descrito anteriormente, en un estado de anarquía general y con las consecuencias que se pudieran dar, porque al perderse el respeto a la autoridad y a sus disposiciones, se estaría generando un caos que terminaría por la desaparición de los poderes debidamente constituidos o bien de una reacción del gobierno federal, que obligaría, mediante la fuerza al cumplimiento de las disposiciones oficiales.
Para los consumidores de las gasolinas, queda, por lo pronto, esperar que haya una definición de estas condiciones que se están dando hasta ver lo que realmente pasa en el gobierno federal y se dé, cuando menos, una explicación creíble del porqué no hay respuesta a sus mandatos ante la negativa de los empresarios distribuidores de las gasolinas a obedecer las disposiciones oficiales.
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DESDE LUEGO, LA conferencia de prensa, ofrecida por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, tiene sus lados positivos, porque de esa manera, los representantes de los medios de comunicación tienen apreciaciones directas con quien manda en Veracruz, sin prestarse, por lo tanto, a las malas interpretaciones sobre temas sumamente delicados.
La cuestión está en que el asunto de la compra de patrullas, se volvió, de pronto, un asunto que llama la atención de propios y extraños, porque de acuerdo a lo manifestado, prácticamente, las cuentas no cuadran y ha empezado a prestarse como una posibilidad de corrupción, ya que se sobrevaluaron las unidades compradas, que en principio, por falta de comunicación, se había dicho que eran ciento sesenta unidades y el costo sobre el cual se obtuvieron.
Y no faltaron los números que comenzaron a circular sobre el costo de las patrullas, que a decir de los que saben, estuvieron tan caras que posiblemente y en eso no se han fijado, que podrían tener, en sus logotipos algunas líneas escritas con oro.
Pero no, la verdad de las cosas es que las cifras dadas a conocer no cuadraban y es por eso que se hicieron bolas todos los que mal pensaron que había de por medio un acto de corrupción, porque el dinero que se pagó por ellas era superior al valor que tienen en el mercado, sin considerar que siendo para el gobierno y comprando un lote tan importante como fue la adquisición que hizo el gobierno del Estado, siempre hay un precio especial.
Pero dejando a un lado el precio especial, la verdad de las cosas es que salieron muy caras.
Por eso, el Gobernador, ahora, en conferencia de prensa, aclara que solo se compraron cincuenta unidades y que el resto está sujeto a un programa de renta, lo que, finalmente, estará saliendo más caro el caldo que las albóndigas, pero todo se hace así, porque dice el mandatario que las arcas estatales, no tienen dinero.
Eso tendrá que demostrarse fehacientemente, porque de esa manera, también los veracruzanos, estarán creyendo al Presidente de la República, cuando dice que Veracruz, tiene un Gobernador bastante honesto.
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AHORA QUE EL GOBERNADOR del Estado, ya está en el camino de ofrecer conferencias de prensa, como que ya le urge que el Congreso local, apruebe, de una buena vez, la armonización de la Ley de Comunicación social, con la misma legislación que ya fue aprobada por el congreso federal.
Y le urge, porque de esta manera, la administración estatal, podría trabajar coordinadamente con los medios de comunicación para que se pueda, también, mantener un preciso enlace con la sociedad, dándole a conocer lo que el Gobernador del Estado, piensa, dice y hace en este gobierno que apenas comienza.
Sin la precisión que se espera de la Ley de Comunicación social del Gobierno del Estado, difícil será para todos entender el papel que desempeña el Gobernador, porque no habría un canal de comunicación con los veracruzanos, independientemente, de los que funcionan oficialmente y que nadie les cree por su misma condición de dar a conocer, solamente, lo que conviene.
Por eso, le urge al Gobierno del Estado, como le urge a todos los ayuntamientos y al propio congreso del Estado, tener una legislación que permita acceder a la población gobernada.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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