Cuando la “austeridad republicana” se ha utilizado como pretexto para despedir arbitrariamente a miles de trabajadores, para dejar sin hospitales y medicamentos a los mexicanos más pobres, sin guarderías y estancias infantiles a niños y madres solteras, cuando el estrangulamiento presupuestal asfixia la operación de universidades y la productividad en el campo.
Ni una sola palabra para denunciar la destrucción de la economía nacional a partir de una política económica obtusa y caprichosa, responsable de la contracción del crecimiento, de la incertidumbre y falta de confianza en la inversión.
Ni una sola voz tampoco para defender la democracia y las libertades, para poner un alto a la difamación que se hace todos los días a diestra y siniestra desde el púlpito presidencial contra quienes se atreven a ejercer la crítica, o son marcados con el fierro candente del resentimiento como “adversarios”.
El PRI se vuelve tumba y tragedia al permitir complaciente que su proceso interno sea infiltrado por el gobierno.
La cultura de la complicidad con el poder ha llevado a las cúpulas del PRI a aceptar que el presidente Andrés Manuel López Obrador imponga candidato en la dirigencia nacional cuando eso significa, simple y sencillamente, convertirlo en satélite de Morena, en títere del “Chivo”, en vasallo de un populismo destructor.
Cuando eso implica dar un tiro de gracia a un partido, de por sí desfondado y sin aceptación social. Cuando eso también convierte al Revolucionario Institucional en cómplice de un proyecto dictatorial que sigue el catecismo del chavismo y deja a los mexicanos en manos de un régimen cuya característica más distintiva ha sido burlar la ley, atropellar la división de poderes, amenazar a jueces y reformar las leyes a conveniencia.
Permanecer en el PRI significaría en este momento ser comparsa de algo que se parece cada vez más a una tiranía; de un proyecto que “gobierna” para sembrar odio y división, para imponer verdades absolutas, para castigar y vengarse de quienes hablan, escriben o piensan diferente, que goza sádicamente con enfrentar y burlarse de los mexicanos.
No, no puedo permanecer en un partido que ha decidido ser testigo mudo de la destrucción de México.
BEATRIZ PAGES
ELECCION INTERNA DEL PRI, ¿RENOVARSE O MORIR?
LA ELECCIÓN SERÁ EL DOMINGO 11 DE AGOSTO, LUEGO DE QUE EL PERIODO DE CAMPAÑAS SEA DEL 26 DE JUNIO AL 9 DE AGOSTO
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se aproxima a la renovación de su dirigencia nacional, actualmente ocupada por Claudia Ruz Massieu, y aunque sus críticos señalan que el tricolor se encuentra en una crisis, sus militantes aseguran que vendrá una transformación de cara a las elecciones intermedias del 2021.
SE APUNTAN 7 PARA DIRIGIR AL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEL PRI, UNOS CON AMPLIAS PERSPECTIVAS Y OTROS PARA VER QUE SACAN.
A las 10:10 de la mañana de ayer, la fórmula integrada por Margarita Santos Mendoza y Aureliano Juárez González, del municipio Francisco I. Madero, de Hidalgo, fue la primera en realizar su registro en el Salón “Alfonso Reyes” (pero no cumplieron con la documentación). El caballo negro Alejandro Moreno y Carolina Viggiano con todo el apoyo del bailador imprudente de Peña Nieto; Ivonne Ortega y José Encarnación Alfaro, presento las firmas de 10 CDE y ONMPRI nacional que la apoyan; Ulises Ruiz, acompañado de su compañera de fórmula, Coral Valencia; Lorena Piñón y su compañero Daniel Santos; Benjamín Antonio Russel y Hermelinda Obregón y Juan Antonio Santana. TODOS DENUNCIAN AMENAZAS, BLOQUEOS Y CARGADA DEL CEN A FAVOR DE ALEJANDRO MORENO “AMLITO”. EL PRI ESTA EN CRISIS CON CERO DE CREDIBILIDAD, TRANSPARENCIA Y DEMOCRACIA EL ORGANISMO NO AGUANTA UN FRAUDE MAS. “POR ESO SE RENOVA O MUERE”.
LAS FECHAS CLAVE
Las fechas importantes ya están marcadas. El día de la elección interna será el domingo 11 de agosto. Luego de que el periodo de campañas sea de 45 días, según lo marcado del 26 de junio al 9 de agosto.
Aunque aún son fechas tentativas, se maneja que habrá dos debates, los cuales podrían ser el 17 de julio y el 7 de agosto.
EL DINERO Y LOS MILITANTES
El PRI ha aceptado tener problemas financieros. En un principio se estableció que el INE organizara la elección interna, la cual tendría un costo de 230 millones de pesos, cifra muy lejos del presupuesto del tricolor.
Ante ello el Revolucionario Institucional decidió organizarlo ellos mismos. Según ha explicado el secretario general, Arturo Zamora, el proceso interno costará alrededor de 80 millones de pesos.
El PRI tuvo que hipotecar uno de sus edificios ubicado José María La fragua número 3, en la colonia Tabacalera, para lograr solventar su proceso interno.
Se estableció que el gasto por candidato será de 4 millones 290 mil pesos.
Según el padrón actual de militantes del priismo cuenta con 6 millones 605 mil 740 personas, las cuales podrán votar el próximo 11 de agosto.
Ese domingo se instalarán 6 mil urnas en todo el país para la votación que renovará la dirigencia para el periodo 2019-2023. Según explicaron sus dirigentes, se pretende que se instale al menos unas casillas en cada uno de los 2 mil 458 municipios del país.
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