DOS AMENAZAS, por decirlo de esta manera, son las que persiguen a los ciudadanos usuarios de la banca de este país.
La primera, si usted, como cliente de un banco cualquiera, va a depositar una determinada cantidad de dinero, comienzan las investigaciones en relación a ese depósito, por aquello de que pudiera tratarse de dinero mal habido, es decir, procedente de lavado de dinero o simplemente, producto de los actos de la delincuencia sea organizada o no. Nadie es libre, ahora, de manejar sus recursos en las instituciones bancarias, ya que al acudir a las mismas se hacen las investigaciones correspondientes, con lo que en principio ya lo están catalogando como un delincuente más dentro de la selva en que ahora parece, se vive, en todas partes, incluyendo, desde luego al propio Estado de Veracruz.
Lo anterior, según parece, son las instrucciones de Hacienda, vía el SAT, para evitar que siga incrementándose esta clase de delitos. En pocas palabras, ante la incapacidad de las autoridades para resolver los casos del manejo de dinero procedente del famoso lavado de estos recursos, utilizan a la ciudadanía de este país, que en determinado momento se convierte en usuario de la Banca, para proteger su dinero, como conejillos de indias, además de que se le obliga al usuario a realizar su declaración pertinente, por aquello de que pudo ocultar pagar sus respectivos impuestos.
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Y todo está bien, porque al parecer, no hay otra manera de hacerlo o cuando menos el gobierno, no ha tenido las suficientes, estrategias para detectar dinero proveniente de la delincuencia, aunque buena parte de los funcionarios gubernamentales, pueden depositar las cantidades que quieran, pues no se entiende porqué razón, tantos servidores públicos, se hacen ricos de la noche a la mañana con dinero, que en todo caso, es cierto, no proviene directamente de la delincuencia organizada o común, pero si de la delincuencia de cuello blanco, quienes no han sido molestados para nada, pues hay suficiente elementos para pensar que hay usuarios de la banca que sí son mexicanos privilegiados.
Pero eso no es todo, la segunda amenaza para los ciudadanos que acuden a las sucursales bancarias, es el riesgo que corren al llevar su dinero a depositarlo o bien a retirar cualquier cantidad, porque hay ojos que están viendo todos los movimientos de los usuarios a través, no se puede pensar otra cosa, de los mismos empleados bancarios, ya sean cajeros, gerentes o cualquier trabajador de dichas instituciones que tiene la posibilidad de ver quién o quienes retiran dinero en efectivo o simplemente, también, los datos de quienes tienen suficiente dinero invertido en esos bancos para los efectos de un secuestro o algo parecido, como una extorsión.
Casi nadie se atreve a denunciar estos hechos, porque resulta, muchas veces imposible para cualquier usuario de la banca, demostrar que los delitos de asalto cometidos en su contra tienen que ver con los mismos bancos, pues para estas instituciones es fácil lavarse las manos, diciendo que su responsabilidad termina cuando entregan en las manos del cliente, el dinero solicitado por el mismo, ya que de ahí en adelante es responsabilidad única de quien porta en sus bolsillos las cantidades de dinero retirado.
Esto no quiere decir, en pocas palabras, que sea una práctica común de los empleados bancarios, pero se ha llegado a pensar que puede ser así, debido a que en muchos de los casos, hasta la cantidad exacta conocen los delincuentes, lo que significa que alguien ya les dio todos los datos y en poco tiempo.
La delincuencia ha penetrado en estos campos, a base de amenazas en contra de los empleados, los cuales se ven obligados a ceder por el temor fundado de que puedan ser objeto de una agresión posterior si no cumplen con las instrucciones de la delincuencia, desvirtuándose por completo, la confianza de los usuarios en dichas instituciones, las cuales comenzaron a fallar desde el momento mismo en que fueron obligadas, también, a romper con el secreto bancario.
Pedir la ayuda de la policía para trasladarse a cualquier lugar, es también un riesgo, aunque no debiera ser de esta manera, porque la seguridad pública no es responsabilidad del ciudadano, sino una garantía que debe proporcionar directamente el Estado.
De ahí que bien surge la pregunta sobre quién podrá defendernos, ya que por un lado está Hacienda y por el otro, la delincuencia. Entre ambos tienen apachurrando como Sánwich, a todos los ciudadanos de ese país, lo que significa que los mexicanos, estamos mal por cualquiera de los lados que se le quiera ver. Ya no hay a qué tirarle, como es común referirse en estos casos de merita indefensión.
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EL REGRESO DEL AVION.
AUNQUE USTED no lo quiera creer, tan solo con haberse difundido hace unas cuantas horas que el gobierno federal, ordenó regresar a México, el avión presidencial que el Mandatario nacional Andrés Manuel López Obrador, decidió por mutuo propio, vender por resultar insultante para la población del país, debido al costo que tuvo y por haber sido una compra del gobierno anterior, al parecer del ex Presidente Felipe Calderón, y que por diversas tazones no se pudo colocar en el mercado de los servicios aéreos, las reacciones han sido muchas y han causado un gran impacto en la vida política del país, pues ahora todos los sectores de la población han confirmado que tal decisión presidencial, fue equivocada y que por lo tanto, generó grandes erogaciones sin necesidad alguna, principalmente, por almacenamiento y servicios de mantenimiento en un aeropuerto de los Estados Unidos.
Se ha dicho que esta noticia ha bajado de un día para otro, una buena parte de la popularidad de AMLO, de tal manera que con otros errores similares que se han cometido en la administración federal, políticamente están dejando a Morena por la calle, cuando menos con más dificultades para enfrentar las próximas elecciones del dos mil veintiuno.
Ciudadanos de todo el país y de diversos sectores de la población, han calificado en las más recientes horas, como un fracaso más de la cuarta transformación, por lo que no se ve, por ahora, que el proyecto político de López Obrador, pueda avanzar más en el futuro, pronosticándose que a duras penas terminará con este sexenio.
Morena y el gobierno emanado de sus filas, no ha logrado en estos casi catorce meses, sostenerse con la popularidad alcanzada, por lo que se le está complicando mucho el escenario político para los próximos compromisos electorales.
Mientras, el avión, vuelve a tomar las alturas para regresar a su país, de donde, se afirma, nunca debió salir.
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SE FORTALECEN PARTIDOS POLITICOS.
TRANQUILOS, SIN MOVER un solo dedo, se afirma que los partidos políticos, tanto los tradicionales como aquellos que apenas comienzan a moverse en el ambiente político de México y del Estado de Veracruz, en lo particular, se están fortaleciendo rápidamente, ya que los errores del gobierno en turno, están propiciando que todos tengan una posibilidad que perseguir en el fututo político del país y de la propia entidad veracruzana, donde existen elementos adicionales para pensar que habrá una elección pareja, que el voto se diversificará y que la oportunidad será de aquél o aquellos que trabajen un poquito más que el resto de los mismos.
El proceso del dos mil veintiuno, al parecer, se adelante, cuando menos en el ánimo de los dirigentes partidistas y de todos los militantes de cada organización política, pues ya quisieran que este evento electoral se presentara para ver como saldrán las cosas bajo el escenario político que por ahora se presenta.
Los más entusiasmados, se dice también, son los partidos PRI y PAN, que por cierto, fueron de los más vapuleados electoralmente, en las pasadas elecciones del año dos mil dieciocho.
Y vendrá la venganza, no precisamente al estilo AMLO, sino al estilo político electoral de la participación ciudadana.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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