El problema, sin duda, es grande, serio, peligroso, pues independientemente de los
Inconvenientes que se generan al contraer este virus y que afecta directamente al núcleo familiar, gastos imprevistos y demás preocupaciones, puede llegarse, como se ha visto en muchos casos, a perder la vida. La pandemia, tomó, como bien se ha analizado, con sorpresa a todos los habitantes del país, pero más todavía, a quien ya tenía la información precisa del mal que se acercaba y ese es nada menos que el propio Gobierno de la República, que ahora se justifica permanentemente con el cuento de que también, desde el mes de enero, se habían tomado todas las precauciones del caso.
Mentiras como éstas se han estado haciendo llegar a los mexicanos, a través de los medios de comunicación, pero en realidad, lo que pasó fue que, las mismas autoridades, no tomaron con seriedad esta enfermedad hasta el momento en que llegó a nuestro país y ya no pudieron implementar las acciones que normalmente se tienen que tomar ante estas condiciones de salud. No es un caso común, pues en otros tiempos, se ha dado la aparición de otras enfermedades de este tipo, que no han sido sustancialmente peligrosas y que se pudieron atacar, no prevenir, con los recursos económicos y médicos, como ha sido el famoso dengue y otras calamidades más comunes, pero en este caso, el del coronavirus, difícilmente se pensó en su rápido avance y la alta mortalidad que desencadenaría.
Pero fuera de todas estas consideraciones que ya son del dominio público, lo que ahora está por ver es si los mexicanos, seguirán guardados en su casa o buscarán, a partir del primero de junio, la manera de salir con la finalidad de trabajar o de ganar algún sustento que los haga entrar nuevamente en la normalidad o la cotidianeidad de sus actividades. La pandemia, seguirá por mucho tiempo, según manifiestan los que saben y esto seguirá retardando la posibilidad de que los mexicanos en general, puedan seguir estabilizando su economía, pues como se ha visto, el gobierno federal, quien tiene en sus manos la responsabilidad y lineamientos de esta enfermedad, no pudo o no tuvo la suficiente voluntad para apoyar a los gobernados, con diversos pretextos o justificaciones que ya no se vale discutir.
Los mexicanos, se vieron abandonados y hasta maltratados durante estos meses en que la pandemia ha estado presente. Los apoyos han sido escasos y se han convertido en pura baba de perico, porque la realidad esta evidenciando todos los días que poco se tomaron precauciones y pocas han sido las acciones de protección para todas las familias que lo han necesitado. El gobierno, también se reveló como membrete popular que persigue, eso sí, sus propios intereses políticos y electorales,
Así es que de ahora en adelante, lo que hay que esperar, solamente, es que haya suficiente cautela al entrar en movimiento gran parte de la población que trabaja, con excepción de los maestros que no tendrán actividades escolares y que su sueldo es seguro, todavía.
Quedarse en casa, solamente operará, de alguna manera, para los que tienen los recursos suficientes para esperar los mejores tiempos, los demás, que son la mayoría en este país, tendrá que jugársela en la calle, en sus centros de trabajo y en sus diversas actividades que forman parte de su propia responsabilidad para comer, vestir y tener médico y medicinas, porque hasta en esto, el gobierno ha fallado al no garantizar este derecho.
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LA POBREZA EN MEXICO.
LAS CONDICIONES existente de pobreza en nuestro país, no es culpa, todavía, de la pandemia que se han presentado en los inicios de este año. La pobreza en México, es otra pandemia, eso sí, quizá más peligrosa que la propia enfermedad que nos ocupa.
Esta seria condición de gran parte de los mexicanos, ha sido permanente desde hace varias décadas y ha encontrado, de alguna manera, una mayor incubación en este tiempo y en este gobierno. El gobierno de la República, no puede instituir un proyecto de austeridad republicana, cuando hay hambre por todas partes y hace falta la inversión para sacar adelante a todos los sectores de su población que hoy más que nunca, sufren de crisis económica y encima la presencia de más calamidades.
México, padece de varias formas de calamidad, una es la crisis económica, otra es la inseguridad, otra es la gran vulnerabilidad ante las enfermedades por su deficiente sistema de salud, otra más es la violencia intrafamiliar y para la gran mayoría de este país, también este gobierno y quien trata de imponerlo, se han convertido en meras calamidades en estos días.
México, es pobre desde antes de la aparición del coronavirus. Ya venía padeciendo una grave crisis económica, política y social, que se ha agravado, eso sí, con esta enfermedad, pero de que es pobre y extra pobre, ni se diga, porque de otra manera, no se entendería la necedad del gobierno de instaurar programas sociales y de oportunidades para que la gente pueda comer hoy y a pagar esta concesión graciosa en las próximas elecciones.
La pobreza en México, es una condición permanente que el mismo gobierno alienta para seguir sometiendo fácilmente a este pueblo.
Entre más pobres haya, mayores posibilidades existirán para seguir comprando votos a cambio de una dádiva mensual o bimestral, que les permita seguir en el poder, ambición desmedida de una cuantos.
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MEXICO, EN REBELDÍA.
COMO NUNCA, parecen determinar las más recientes encuestas, donde la mayoría de mexicanos, manifiestas una serie inconformidad.
Dicen estas mediciones de confianza popular, no son las que intentan medir la felicidad, que ya no están de acuerdo con las formas de gobierno que se quieren imponer a todos los ciudadanos de este país. Que ya no son los tiempos de antes, como suele decir el Presidente, porque, efectivamente, todos piensan ya de manera diferente y no se les puede sojuzgar tan fácilmente.
Y es que tantos errores cometidos, indican que este gobierno no estaba debidamente preparado ni tampoco seriamente comprometido con sus propias ideas ni con la gente. Llegó sin rumbo, sin programas definidos, encubriéndose, solamente, con caprichos, ocurrencias y malas decisiones, empeñados en pretextos y demás justificaciones que han llevado a este país al verdadero fracaso.
Ojalá que de verdad, se lleve a cabo el proceso de revocación de mandato, porque puede ser la oportunidad de enmendar este camino.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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