EL QUE se considera el proceso electoral más importante de todos los tiempos políticos de México, que está previsto para celebrarse el próximo seis de junio del año que viene, podría estar en riesgo de no efectuarse por razones ampliamente conocidas y que se refieren a la todavía y más grave presencia de pandemia conocida por Covid-19, o simplemente coronavirus.
Los preparativos de este evento político electoral, van sumamente avanzados, junto a las enormes preocupaciones políticas de todos los partidos que estarán buscando la posibilidad de ganar los espacios necesarios, así como el evidente interés del propio Presidente de la República, que después de dos años de gobierno, bien se viene dando cuenta que su partido ha bajado de popularidad y que él mismo, como figura política presidencial, ha dejado de tener los efectos populares que tuvo en las pasadas elecciones del primero de julio del año dos mil dieciocho.
Todo mundo piensa y en esto están confiados, que las vacunas que se han estado manejando como una solución al problema de salud que ocupa a todo el mundo, ya estarán aplicándose masivamente, pero es claro para todos que este remedio no es la panacea universal que pudiera resolver todos los problemas de este padecimiento, por lo que podría incidir en el proceso electoral del cual todo mundo habla, pero que al parecer no se ha reflexionado sobre su posible desarrollo.
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Las elecciones del mes de junio del próximo año, están contemplando una enorme participación política, primero, por el desencanto que ha generado la cuarta transformación y luego, porque el líder nacional, así denominado muchas veces, por ser el Presidente de la República, no ha tomado en serio su papel y se la pasado en remitir todas sus incompetencias, al pasado, pues de esa manera es como se ha venido justificando ante el pueblo de México.
También hay que considerar que la importancia de las próximas elecciones, está, de alguna manera, basada en las estrategias políticas de los partidos de oposición, es decir, en la integración de las famosas alianzas que, quiérase o no, sí están mandando un mensaje al partido en el poder, que ya no están dispuestos a mantenerse marginados, principalmente en las decisiones que se toman en los congresos, ya sea federal o local, en las entidades donde también existe mayoría de Morena.
Bajo estas circunstancias, habría que tomar en cuenta, desde ahora, principalmente por los organismos electorales que habrán de regir este evento, que el proceso electoral que ya dio comienzo, estaría supeditado a que la pandemia esté domada, cuando menos para dar paso a estas elecciones, donde, como se sabe, serán nuevamente millones de mexicanos, y especialmente veracruzanos, los que habrán de acudir a las urnas y esto podría ser contraproducente, en el caso de que persistieras las condiciones de altos contagios en todo el país, principalmente por las aglomeraciones ciudadanas.
Pocas veces se ha escuchado que tanto los partidos políticos como los organismos que marcarán la pauta en este proceso, se hayan ocupado de esta posibilidad, por lo que sería un tema al cual se le pudiera dar seguimiento, cuando menos hasta el mes de marzo, fecha en la que se tendría más información del avance que haya tenido la campaña nacional de vacunación contra el coronavirus, así como los resultados que se hayan observado hasta esas fechas, porque de lo contrario, al no tener una palpable disminución de los contagios, las elecciones tuvieran que posponerse para otros tiempos en los que ya se tuviera más seguridad para su realización.
Esto que ahora se comenta, no es producto meramente de la imaginación, sino que está basado en la realidad, la cual estamos viviendo y que pudiera prolongarse por más tiempo, pues los mismos organismos internacionales relacionados con la atención de la enfermedad y de los mismos pronósticos que se tienen para regresar a la normalidad, están indicando que tienen serias dudas de que este padecimiento pudiera terminarse en poco tiempo, por lo que están sugiriendo prepararse, en todos los ámbitos de la actividad, para seguir resistiendo hasta el fin del próximo año dos mil veintiuno.
Lo anterior quiere decir que las expectativas aún se encuentran en análisis por todo lo que pudiera suceder en lo relacionado con la normalidad de esta crisis sanitaria.
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CIUDADANOS, LA ESPERANZA DEL CAMBIO.
EN TODO EL PAIS, existe la esperanza, en estos momentos, es de que las próximas elecciones, sean las que mejores resultados arrojen con relación a una mejor participación ciudadana.
Parece ser y esto estaría por confirmarse, que las nuevas condiciones políticas, están preparando mejor a los ciudadanos, porque ya tendrán, en su momento, los elementos necesarios para hacer verdadero el cambio que tanto han estado esperando.
Si en estas elecciones que vienen, se vuelve a observar el mismo desinterés de los votantes por elegir concienzudamente a sus representantes, entonces se estaría entrando a una nueva fase de la vida política de México, donde la misma apatía política traería como consecuencia que se siga manteniendo el rezago político y una nueva forma de hartazgo se generara en el mismo pueblo en general, dando paso a la única posibilidad de cambiar las cosas, mediante otros procedimientos.
Hay que recordar que no todos los ciudadanos votaron por el ahora Presidente de la República, ya que se cuenta solamente de treinta millones que en estos momentos podrían ser la mitad de los mismos.
Así es que la esperanza del cambio está pendiente y seguramente que habrá de ser una de las principales preocupaciones del electorado, aún cuando mucho se diga que el efecto Peje, todavía se encuentre fresco para las próximas fechas de la culminación del proceso electoral, donde la mayor atención estaría puesta en la elección de los legisladores, pues es ahí donde se buscará primero la posibilidad del equilibrio político de las decisiones, tanto a nivel nacional como estatal.
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CASI SEIS MILLONES DE VOTANTES EN VERACRUZ.
SI TODOS LOS CIUDADANOS empadronados con acceso a las urnas electorales, acudieran, de verdad, a depositar su voto el próximo seis de junio del año que viene, otra cosa sería.
Lo anterior daría oportunidad a que la democracia se ampliara en Veracruz, y que los ciudadanos de esta entidad, se interesan verdaderamente por los problemas de todos. Solo así se estaría en posibilidades de encontrar un nuevo gobierno que superara las expectativas de cada uno de los habitantes de este importante Estado de la federación.
A nivel federal, Veracruz, siempre ha sido la manzana de la discordia, pero poco se ha tenido el interés en apoyarlo, salvo que sean tiempos electorales o la capacidad de quien lo gobierna sea suficiente para lograr que se le retribuya lo que le corresponda en la repartición presupuestal, independientemente de los beneficios que se puedan bajar desde el altiplano para las diversas necesidades sociales y económicas que normalmente se tienen.
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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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