NADIE, pero nadie, y menos los militantes de Morena, ha visto con buenos ojos la confrontación reciente del Senador Ricardo Monreal Ávila, con el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez.

Independientemente de la búsqueda de reflectores del legislador zacatecano, que bien se sabe que no da paso sin huarache, los dimes y diretes de los dos políticos, incluyendo la investidura de ambos, no deja nada bueno para los veracruzanos, ni tampoco para todos los mexicanos, pues uno es representante a nivel nacional y el otro es a nivel estatal, aparte, muy aparte, que los dos pertenecen a la misma cuadra y tienen, de alguna manera, corresponsabilidad en los actos que generan.

Hace poco, aquí mismo, en este espacio, comentábamos con plena satisfacción que el Gobernador del Estado, parecía estar enderezando su forma de hacer política, pero sobre todo, de actuar como depositario del Poder Ejecutivo de Veracruz. Decíamos al mismo tiempo que tal vez su proceder obedecía, primero, a que seguramente ya contaba con buenos asesores que le decían la verdad, pero sobre todo, el consejo de cómo salir a expresar públicamente lo que tenía que decir o informar. Sin embargo, nuevamente, el Gobernador del Estado, se pone en evidencia y parece que no han cambiado las cosas y que sus asesores siguen siendo los mismos  y dándole, al parecer, los mismos consejos.

Lo que Monreal, vino a tocar en Veracruz, es un tema sumamente delicado, como es el caso de la aplicación del delito conocido como “ultrajes a la autoridad”, considerado como un instrumento de venganza política o bien, evidentemente violatorio de los derechos humanos, por lo que, tal y como ya lo comentamos en pasada entrega de esta columna política, ha provocado que la sociedad veracruzana, tenga miedo, temor de caer en algún momento en las garras de la policía y ser acusado injustamente para aplicarle este delito nacido de reciente reforma al código penal.

No le falta razón al Senador de la República, y por ese solo hecho de ser un legislador nacional, tiene, sin duda, injerencia en todo el territorio nacional, por lo que, tanto en Veracruz, como en cualquier Estado de la República, puede decir las cosas como son. Ojalá hubiera otros legisladores federales que también se sumaran a esta controversia y defender los derechos humanos de los veracruzanos, que a la par, también se defienden, desde luego, los derechos de todos los mexicanos. El delito de ultrajes a la autoridad, debe desaparecer de la legislación penal de Veracruz, porque es a todas luces, la puerta permanente para la violación de los derechos humanos.

Al Senador de la República, Ricardo Monreal, se le debe reconocer su intervención, aunque no está bien que entre funcionarios públicos, de una misma corriente política y pertenecientes, de alguna manera, a la misma administración federal, se contradigan políticamente y presenten, ante todo, un espectáculo político que no abona en nada a ninguno de los dos. Monreal, tiene todo el derecho de intervenir y el Gobernador del Estado, de escuchar, analizar y proceder de la mejor manera, pero como ya hemos comentado, tal vez, al mandatario estatal, le siga haciendo falta un verdadero equipo de asesores político y jurídicos para no ser, ni seguir, siendo golpeado por sus mismos correligionarios ni tampoco por la opinión pública. Hay que recordar que ya se ha tomado la bajada de este sexenio y es prudente mirar con precaución la otra orilla.

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Y HABLANDO DE MORENA Y SUS MILITANTES.

RESULTA QUE ESTE fin de semana pasado, nuevamente, el Presidente de la mesa directiva del congreso federal, Sergio Gutiérrez Luna, estuvo en Veracruz, precisamente en su tierra natal, donde al parecer fue recibido con gran algarabía, sobre todo, porque aunque no se diga en las reuniones sostenidas con la gente, todo mundo se da cuenta que sus visitas tienen un claro objetivo, es decir, alcanzar, en determinado momento, la candidatura de su partido, a la gubernatura del Estado.

Y como todo está adelantado en esta materia, debido a que el mismo Presidente de la República, se ha encargado de ponerle el cascabel al gato, pues todo mundo se ha soltado a buscar lo que quiere, no sin antes entender que los procesos tienen su tiempo señalado en las legislaciones correspondientes, por lo que también puede ser un peligroso andar político que más tarde pueda ser considerado un acto adelantado de campaña.

Sin embargo, Gutiérrez Luna, parece tener el visto bueno de Palacio Nacional, y en las actuales circunstancias de la política nacional, todo lo dan por bueno, salvo a las controversias a las que se pueda encontrar en el futuro.

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ELECCIÓN INTERNA DEL PAN.

NO CABE DUDA que el PAN, va cada día peor. Se suponía que en la reciente elección interna del domingo pasado, saldría la mejor opción para poder corregir los errores que ha venido cometiendo esta organización política. La confrontación de grupos políticos internos, no dará buenos resultados en el futuro, sobre todo, porque se acerca cada día más los procesos de sucesión presidencial y gubernamental.

El PAN, no estará en condiciones de poder ofrecer una buena opción a la coalición, en el supuesto caso de que se mantenga con el PRI y el PRD, porque sabiendo las condiciones en que se encuentra ahora, difícilmente podrá ser parte esencial, fuerte y determinante en un proceso selectivo interno de la unidad política.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.