¿Qué está pasando en la Ciudad de México?; nos preguntamos después del desastroso accidente sufrido ayer en la línea 3 del Metro de la CDMX, el que debe llevarnos a analizar muy profundamente la actuación del Gobierno de la Ciudad en cuanto a la Administración del Sistema de Transporte Colectivo Metropolitano (Metro) se refiere, pues durante la presente administración, la de Sheinbaum, se han suscitado varios incidentes, algunos leves y otros muy graves como son inundaciones e incendios hasta la caída del convoy en un puente de la Línea 12 con un saldo importante de personas fallecidas y heridas; y lo que es de preguntar es qué tanto de estos incidentes debe atribuirse a errores humanos de manera directa y aislada o qué tanto tiene qué ver todo esto con una pésima gestión de las autoridades de la ciudad.
Veamos, aunque no puede culparse directamente a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum como la responsable de los incidentes pues ella no es la que “maneja” los trenes ni supervisa la operación de todo el Sistema; recordemos las, en su momento, tan criticadas frases “y yo por qué” de FOX y el “Y a mí por qué, si no soy bombero” de Miguel Alemán, o el “si yo solo soy la Directora” de Florencia Serranía; pero lo cierto es que regatearle los recursos del mantenimiento al Metro y poner al frente de un área tan importante como la Dirección del Metro a personas incapaces, ineficientes e insensibles ante el deterioro de la infraestructura de la ciudad si es totalmente responsabilidad de ella, de la Sheinbaum, ante lo cual si puede ser acusada de negligencia criminal.
Después de una innumerable sucesión de incidentes que han derivado en sendas tragedias, cobrando vidas humanas e incontables lesionados o heridos, es de preguntarnos ¿Y dónde está la Jefa de Gobierno? Y en este último caso, el de la Línea 3, la respuesta es que andaba en Michoacán promoviendo su imagen, dejando la ciudad en manos de personas aún más incapaces e insensibles que ella como Martí Batres; y cualquiera diría que su permanencia en la ciudad atenta a su diario y complejo acontecer, no habría evitado ni la caída de la línea 12 ni el choque en la línea 3 y efectivamente así es, pero la revisión de los protocolos de actuación de empleados y responsables de todos los procesos de mantenimiento, capacitación y operación diaria del Sistema, así como la administración y asignación de los recursos necesarios para el óptimo funcionamiento de todo el Sistema si es responsabilidad directa de la Jefa de Gobierno y de los funcionarios tanto del gobierno de la ciudad como del propio Sistema Metro, y ahí si cabe un exhaustivo análisis para determinar si los incidentes tienen su origen en la negligencia de los funcionarios y no son solo producto de la “mala suerte”, o la mala vibra conspirativa de los adversarios del régimen, culpables favoritos a señalar por AMLO y sus secuaces, cada vez que algo trágico sucede.
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En mi muy humilde opinión, debe analizarse si entre todos los incidentes descritos al inicio de esta colaboración podemos encontrar un “hilo conductor” que nos lleve a señalar y denunciar la “negligencia criminal” de un gobierno incapaz, ineficiente e insensible, sin descartar tampoco el complot de los enemigos del régimen o la venganza de los “traicionados Chapitos”, ni causas tan intangibles como la “mala suerte”, el “mal de ojo”, la justicia divina o el karma que están recibiendo estos sátrapas al haberse colocado del lado del demonio, del mal o del “lado oscuro de la fuerza” como diría George Lucas en “Star Wars”. |