Después de la marcha en defensa el INE del pasado 13 de noviembre comentábamos aquí que sus resultados se verían hasta que en el Congreso se discutiera la iniciativa enviada por el Ejecutivo y viéramos cómo votarían los diputados de la oposición, que es a quienes realmente iba dirigida la marcha junto con el mensaje de que “los estaremos vigilando”.
Ese momento está por llegar esta misma semana pues la iniciativa se discute ya en Comisiones de la Cámara de Diputados, en las que seguramente será aprobada pues ahí se requiere solo de la mayoría simple para que pase al pleno donde ya sería necesaria una mayoría calificada, es decir, de las 2 terceras partes de los diputados presentes en la sesión para que pueda ser aprobada y pase a la colegisladora, o sea al Senado de la República, donde si también se aprueba sería enviada a los 32 Congresos Locales, requiriéndose que la aprueben un número de 17 Legislaturas como mínimo, la mitad más una, para que pueda considerarse reformada la Constitución en los términos planteados en la iniciativa.
En virtud de que los diputados de la oposición, incluyendo a los del PRI que traicionaron al bloque de contención en ambas cámaras votando a favor de la militarización del país, han señalado que en esta ocasión irán en contra del dictamen de Reforma Electoral en el pleno y sin ellos esta no podría concretarse, todos los analistas coinciden en que la multicitada Reforma ya está muerta y no hay forma de que se convierta en legislación vigente.
|
Es por ello que el Presidente y sus brillantísimos asesores han perfilado la “ideota” de realizar cambios en la Legislación secundaria para incorporar en las Leyes lo que el Presidente está proponiendo, sin necesidad de, según ellos, cambiar el texto constitucional, sin embargo es de preguntarles si saben que los principales temas que desean incorporar no podrían ir en contra de los ordenamientos contenidos en el art. 41 y otros relativos de la Constitución en los que se establece como debe ser el proceso electoral y cómo deben conformarse los órganos responsables de organizarlo y conocer de los juicios que se deban seguir con relación a los delitos electorales consignados en la legislación vigente tanto a nivel Federal como Local, es decir, cómo se conforma el INE, el TRIFE, los OPLES y los Tribunales Locales Electorales, como funcionan y como se elige a sus miembros; de tal forma que si la legislación secundaria que se pretenda modificar no contiene textualmente los preceptos contenidos en la Constitución (esa que no podrán modificar), en automático resultarían inconstitucionales y podrían ser echados abajo por la SCJN.
Por otro lado están tratando de arrinconar al INE haciéndolo sumamente ineficiente al rasurarle casi un 30% de su presupuesto para el 2023, año en que habrá elecciones locales sumamente importantes en el EDOMEX y en Coahuila y así, de no obtener los resultados que esperan para MORENA, sus candidatos y aliados pasaran al modo “víctimas”, cosa que tan bien les sale, acusando al órgano electoral de cometer fraude en su contra, mismo argumento de siempre pero ahora esgrimiéndolo desde el gobierno.
También, mostrando un total desconocimiento, han sugerido la idea absurda de que el INE podría ahorrar más de 3 mil millones de pesos de rentas que se pagan por los módulos del RNE, pidiendo a las dependencias Federales , estatales y municipales que le presten un “rinconcito” que bien podría ser en el cubo de las escaleras de los edificios públicos para establecer ahí los módulos de credencialización, como si se tratara de un simple escritorio atendido por una empleada (o), que en un papel va apuntando los datos de los electores sacándoles la foto con su celular para imprimirla ahí mismo, recortarla y pegarla en la credencial de cartón sellándola para entregarla al elector de forma inmediata. Lo cual raya en la ridiculez pues la credencial plastificada, con fotografía, y con diversas características que la hacen segura, infalsificable, intransferible e inviolable, así como la recepción y protección de los datos personales con que se nutre el Padrón Electoral, recabados en los módulos, requiere de un espacio digno, amplio y apropiado para el buen funcionamiento del registro, la atención de los ciudadanos y la emisión de las credenciales, lo que no puede ser tarea de una sola persona, además de que la modernización y sofisticación del sistema fue una exigencia de la oposición, hoy morenistas, derivada de su frustración y desconfianza de la época en que perdían las elecciones, “de todas, todas”.
Al respecto no sé cómo va a hacer el INE su trabajo si la gente de bien, nosotros los buenos ciudadanos, logramos salvarlo de su desaparición en la Ley, pero no en el presupuesto, por lo que en el futuro cercano veo con aprensión que habrá la necesidad de emprender otra batalla en defensa del INE, pero esta vez por su sobrevivencia económica.
Finalmente es de recordar que aun para las Reformas en leyes secundarias, al régimen ya se le pasó el tiempo pues la propia Constitución señala que no pueden realizarse cambios en la Legislación Electoral cuando falte menos de un año para el inicio del Proceso Electoral Federal, y el proceso electoral 2024 dará inicio en septiembre de 2023, con la instalación del Consejo General del INE que regirá el mismo, o sea que faltan escasos 10 meses para el arranque del proceso. |