Ifigenia Martha Martínez y Hernández nació en la Ciudad de México el 16 de junio de 1925. Destacó como una excelente alumna en la Facultad de Economía de la UNAM y al término de su licenciatura viajó con su marido, el también reconocido economista Alfredo Navarrete, a hacer una maestría en la Universidad de Harvard, lo que la convirtió en la primera mujer mexicana en obtener tal título. También hizo ahí estudios de doctorado, aunque nunca se recibió.
Doña Ifigenia recibía las mayores consideraciones de Andrés Manuel López Obrador, a quien apoyó en la creación de Morena. Una de ellas, es que llegó con él del brazo al Congreso de la Unión cuando tomó posesión como Presidente de México el 1º de diciembre de 2018.
La compañera Ifigenia tenía 99 años y una condición de salud sumamente precaria cuando fue elegida como diputada y presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara respectiva.
Pero al gran empecinado se le ocurrió que la pobre señora, que era un símbolo viviente casi, asistiera a imponerle la banda a la primera mujer Presidenta. Contra toda recomendación de los doctores que la atendían en sus días postreros, el aparato de seguridad de la Presidencia se encargó de llevar en vilo a la gran luchadora, con un tanque de oxígeno y muchos fármacos, hasta depositarla en la silla de la Presidencia del Congreso, y desde ahí logró sobrevivir a la solemne ceremonia, aunque no se pudo levantar para imponerle la banda a Claudia Sheinbaum.
Como era de esperarse, doña Ifigenia falleció el 5 de octubre, víctima de la necedad que no le permitió descansar en paz sus últimos días.
Aunque pasó a la historia…
¡Otra más!, diría Lorenzo Benavides en el Gallo de Oro de Rulfo.
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