50 hombres con armas de alto poder atacaron a las autoridades de la policía en Veracruz, provocando un pánico y un caos en las carreteras.
Hace apenas unos días en Boca del Rio arrojaron 11 cuerpos, en la ciudad donde gobierna el PAN, en pleno término del Carnaval de Veracruz, y cuando aún había miles de turistas en la zona.
Veracruz es un territorio pelado por los diferentes grupos criminales, que a su paso han dejado una estela de desaparecidos, muertos y una desolación en varias zonas conflictivas del estado.
Hay una descomposición política y de corrupción en el estado, que ha permitido que no se avance en materia de seguridad, el nuevo gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, tiene como gran reto afrontar este gran flagelo que tiene sumido al estado en una crisis severa, que provocado una salida de capitales de inversiones en el estado, que han afectado la economía. Y es que si no se preserva el estado de derecho, no puede haber gobernabilidad, y mucho menos estabilidad económica. Esto en consecuencia, mantiene el estado en una inanición fatal.
No sabemos si en gran forma es culpa del gobierno pasado, por sus prácticas retrogradas, o de este gobierno que estancado en una guerra mediática, no privilegia las soluciones a los grandes problemas de Veracruz.
Si bien es cierto que el gobernador en turno, se ha comprometido a luchar contra la delincuencia, también es cierto que es necesario llamar a un pacto federal, para corregir el rumbo de Veracruz.
Dejar de lado como lo he dicho muchas veces, egoísmos políticos y personales y centrarse a solucionar el grave problema de inseguridad y de economía que tiene el estado.
No se puede permitir seguir dejando a Veracruz en el infortunio, se tiene que gobernar más que emprender una lucha por las campañas políticas, por lo que todos los partidos políticos se están preocupando.
Las estadísticas criminales siguen en aumento, y contradicen todo discurso oficial, lo mejor que se podría hacer es un pacto federal, para que juntos estado y federación le puedan entrar al tema de la seguridad.
Y el gobierno estatal tendrá que evaluar si quien está al frente del gabinete de seguridad está tomando las medidas correctas para dirigir la seguridad del estado.
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