El PRI podría irse a la debacle mayor de la historia en Veracruz en el próximo proceso electoral, en donde fallece tras 80 años de gobierno, y tras un vacío de poder el PRI, que provoca la falta de liderazgos reconocidos y ante una presidencia estatal desangelada como la que preside  Renato Alarcón a quien no sabe cómo enfrentar la desbandada de los liderazgos más reconocidos y operadores políticos que han sido protagonistas en los triunfos electorales de carros completos del PRI, en años pasados.

Se espera  que  el PRI, pueda quizá  pueda ganar 60 alcaldías con la alianza  parcial, con el partido Verde Ecologista de México, lo que representaría no un triunfo si no un rotundo fracaso y podría representar entregar todo el poder a la oposición y que el escenario para el 2018, en la presidencia de la República se aun peor y más trágico para el tricolor.

 Sin la operatividad de los actuales alcaldes que a la vieja usanza, utilizaban recursos y operaban desde las oficinas de palacio, y se manipulaban a las autoridades de todos los niveles  incluido seguridad pública, y el despilfarro de todas las dependencias, poco se podrá hacer ahora  en el tricolor.  Los alcaldes incluso priistas copados por el gobernador en turno, quien no le temblara la mano por meter a la cárcel a quien se contraponga a sus intereses  o de su partido.  Con muchos ya se negoció la entrega de sus plazas y a cambio dejarlos salir sin preocupaciones. Así que en muchos de los distritos electorales  se jugará ya una simulación pactada.

Así que los alcaldes dudosamente operaran como se estaba acostumbrado a reserva de los que representan a los partidos en el poder, que tendrán que tener mucho cuidado, porque de protagonizar un escándalo de corrupción,  de lo que tanto han criticado podrían contravenir el discurso del gobernador Miguel Ángel Yunes con sus acciones.

Hoy el PRI  lanzó su segunda convocaría para candidatos a alcaldes por postulación y se espera que el partido tenga que elegir a los mejores candidatos, de no hacerlo y poner nuevamente a los políticos tradicionales y corruptos odiados por el pueblo, se repetirá otra vez el gran fracaso en Veracruz.

A Renato Alarcón le espera un escenario muy complicado como presidente del PRI,  y quizá tenga que cargar la culpa de los errores del pasado, pero al fin el peso lo cargará en la espalda.

 Y  Bueno dicen que la alianza entre el PRD y el PAN será aplastante pero lo cierto es que ante  un inicio de gobierno de alternancia que se creó muchas expectativas, y ante la gran demanda de resultados por parte de los ciudadanos,  en los graves problemas que tiene el estado en materia de seguridad y económicos,  el electorado voltea a ver a quien podría ser el enemigo a vencer el partido Morena,  que sigue creciendo y creciendo, con su campaña de justicia social y con su líder Andrés Manuel López Obrador, que no dudará en echarle todo el peso electoral a la elección de Veracruz y de retar a Yunes Linares ni se diga. El gobierno del estado no tiene dinero según lo dicho por el mismo gobernador, entonces su operación será limitada  a reserva de que saquen dinero de otros lados  y surjan padrinos para sostener la elección.