Publio Siro (Siglo I AC-?) Poeta dramático romano.
Está de vuelta, ha regresado a México el más reciente y ominoso referente nacional de corrupción e impunidad. Las acciones de desdén, soberbia, ineficiencia, opacidad, descomposición y arbitrariedad que le rodearon por años, son parte de un comportamiento público apuntalado en complicidades que hoy por hoy están al aire y bajo la expectativa social.
Javier Duarte de Ochoa asegura que ha vuelto a para demostrar que son infundios y leyendas forjadas a su alrededor y de los que colaboraron directamente con él. Duarte viene a exponer que el Veracruz destrozado es producto de cualquier circunstancia o hecho al que es ajeno; aunque millones lo señalamos como protagonista central de un ejercicio de gobierno que dio continuidad a formas personalísimas de concebir la administración pública donde la indecencia era sello.
Sin embargo es de reconocerse que el caso Duarte es uno más de los que se han presentado nacionalmente en los últimos años. El ejercicio público del país ha sido rehén de un conjunto de individuos y grupos que definen sus quehaceres de gobierno sobre la base de sus ganancias personales, a base de actuaciones administrativas que resultan lesivas, que socavan las instituciones y privatizan los recursos de todos; el modelo es fácil de reproducir, pues la estancia en el cargo debe ocuparse para favorecer las propia buenaventura, sin considerar los escrúpulos y el conjunto social.
Nuestra difícil situación nacional, aún más frágil ante la magnitud de los problemas que padecemos, se manifiesta a través de sectores sociales que reclaman golpes de timón en la aplicación de la ley y la vigencia del estado de derecho, justicia social para millones, combate a la inseguridad, recuperación de esperanzas. Ciudadanos que marcan pasos y emiten voces que, pese al miedo y ruido existentes, son ejemplo claro del agotamiento de un conjunto social que busca alternativas cívicas para participar sin encuadrarse necesariamente en esquemas tradicionales de representación.
México requiere respuestas decisivas ante sus problemáticas, pues el abuso en la continuidad de la inacción, de la falsedad, solo nos conduce a una mayor irascibilidad social. La violencia y sus miles de muertos que nos ponen en el ojo internacional, la pobreza y desigualdad como récord en la concentración de la riqueza en América Latina, la simulación de una democracia que no acaba de consolidarse, cuestionándose si será el sistema político que posibilite las salidas, son pendientes y retos gubernamentales de la mayor relevancia.
Está de vuelta Duarte para seamos testigos de la capacidad y solvencia del Estado para la impartición de justicia, que con tantas pruebas de sus fechorías, nos demuestren que han sido eficientes para integrar un expediente que fundamente su castigo, desechando la especulación sobre arreglos extralegales y componendas. Solo así, con hechos contundentes sanaremos las heridas sociales que nos agobian, porque el cansancio social es ya muy profundo y de continuar igual, las consecuencias serán desastrosas. Parafraseando a Galeano, la justicia no puede ser solo para los descalzos.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
7° Concurso de Cuento Infantil 2017, una buena oportunidad para que todos participen. |