La situación que enfrenta  el país  es grave, no solo por el desastre de los últimos acontecimientos del sismo ya la trágica muerte de cientos de personas, sino por la ignominia, que un gobierno que debe de sensibilizarse y de crear condiciones de estabilidad,  hoy ante el caos se llama a la reflexión, a la reconciliación política, México tiene que cambiar,  tiene que salir avante de esta tragedia, pero también reflexionar del destino que tendrá el país, con las decisiones que tomen los ciudadanos en las urnas el próximo año.

 Se tiene que encausar al país, por la vía de la reconstrucción y dignificación  de las instituciones, emplear una política pública que beneficie a los más necesitados, que garantice el estado de derecho pero sobre todo la seguridad, y la gobernabilidad del país.

 México tiene que cambiar y solo se podrá si se abona a acabar con la corrupción, a dejar atrás, las viejas prácticas retrogradas,  no solo se trata de donar el presupuesto de los partidos, si no de trabajar con amor por México, reconstruir el tejido social, con justicia e igualdad de oportunidades para las familias, acabar con esa gran desigualdad que hay entre ricos y pobres.

 La miseria de los hogares que fueron devastados por fenómenos naturales, por el sismo reciente refleja, que en el dolor México se une,  pero el horror no solo es de esta gran tragedia, hay mucho más atrás.

Hay miseria, hay injusticias, hay dolor, hay muerte, el país atraviesa una gran tragedia nacional, que nos obliga a reflexionar de lo que queremos, para nuestra gente.

 Los partidos y los políticos tendrán que cambiar  ya la sociedad esta escéptica, ya no confía, en la buena voluntad que han decepcionado, por eso  el reclamo generalizado es quien pondrá orden, quien garantiza la seguridad  de los ciudadanos, en eso tendrán que ocuparse los mismo de siempre, los mismos rostros, las mismas caras, que vestidos de dadivosos ahora donaran todo su presupuesto de los partidos.

Antes con el afán de ganar votos, se acusaban entre ellos a ver quién era más ladrón, ahora le apuestan como artimaña política, haber quien dona más, y ese es el mejor. Esa es la estrategia una campaña mediática a costillas de los cientos de murtos por el sismo.

Lo que deben de hacer es evaluar cómo está el país, cuales son las soluciones que plantean ante los problemas reales que hay, México merece respeto,  y una política eficaz que resuelva los temas coyunturales del país, un debate de ideas que ofrezcan estabilidad.