Es como se auguran las próximas decisiones del mandatario nacional respecto a varios proyectos para el país. Igual que con el NAIM, el presidente de México canceló una importante obra de comunicación en el estado de Durango que ya tenía recursos asignados para su elaboración.

Así sin más, sin investigaciones, sin estudios, sin nada más que una votación a mano alzada en un mítin con poco más de 5 mil personas ahí reunidas. Un metrobús que serviría para más de una entidad fue votado en una sola ciudad. Increíble… ¿o no?

La verdad es que a mí no me sorprende que el presidente tome decisiones importantes a la ligera y con mecanismos añejos e insostenibles. Lo advirtió durante toda su campaña y a la gente parecía agradarle la idea, evidentemente porque no sabían cómo operaba exactamente este recurso.

Juzguen ustedes, pero a mí me parece grave que se empiecen a normalizar estas prácticas, sobre todo cuando son empleadas por el máximo jefe de Estado en nuestro país.

Pero ¿por qué esto es una trampa? Muy sencillo, las consultas y votaciones a mano alzada solamente son efectuadas en temas que Andrés Manuel:

1.- Está en contra

2.- No le interesan

3.- Sabe que lo van a apoyar

¿Por qué no se anima a hacer una consulta respecto al recorte de presupuesto para medicamentos y tratamientos a personas con VIH? ¿O a la cancelación de recursos para la detección y atención de cáncer de mama? ¿Qué tal en el tema de las estancias infantiles? ¿Las becas del Conacyt? En lo personal me fascinaría que hiciera una votación a mano alzada en Veracruz para calificar al gobernador de esta entidad, sería un ejercicio bastante revelador…

En fin, fantasías a un lado, es importante que pongamos atención a estas prácticas e impedirlas. Esta vez fue un metrobús en Durango, algo que podría parecer intrascendente para el resto de México, pero no es así.

Cada decisión que tome el presidente cuenta y cuenta mucho. Puede ser la diferencia entre progreso/desarrollo y pobreza/involución. ¿Exagero? Ya lo hizo… 

• Canceló las obras de construcción de un aeropuerto que iba a beneficiar a todo el país a través de una consulta sin regulaciones en donde sólo votaron 747 mil de más de 120  millones de mexicanos.


• Canceló las obras de un metrobús en Durango por medio de una votación a mano alzada en donde no participaron todos los involucrados, sino sólo una pequeña fracción.

¿Busca repetir esto en cargos de representación popular? ¡Por supuesto! ¡Es su principal objetivo!

Nunca me ha gustado ser alarmista, pero tampoco podemos negar que las intenciones de López Obrador son palpables. Quiere perpetuarse en el poder y sólo nosotros, el pueblo, tenemos la facultad de evitarlo.

No seamos partícipes de estas mañas, denunciémoslas. No caigamos en estas prácticas artificiales porque, de continuar así, no nos sorprendamos de que en unos años en vez de tener elecciones para los cargos de gobierno, presenciemos la abolición de nuestra democracia a mano alzada… 

Y tú, ¿Kime cuentas?

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