FUERA de toda consideración oficial, respecto de la decisión tomada por el gabinete de seguridad pública, del gobierno federal, en el caso Culiacán, la verdad de las cosas, es que estos hechos y su consecuencia inmediata que favoreció la libertad de quien había sido detenido horas antes, pone, aunque no se quiera ver de esta manera, el mal ejemplo para la solución de futuros casos y para la misma proliferación de delitos que casi necesariamente aumentarán y con mayores consecuencias.

 De acuerdo a un reporte oficial, apenas la noche del miércoles, un grupo de personas armadas, se dedicó a asaltar a los automovilistas y toda clase de transporte público, en la carretera que viene de Puebla a Veracruz, en la zona de Maltrata, conocida como la más peligrosa del país, debido a estas acciones ilegales que se cometen a diario, sin que ninguna autoridad, desde hace mucho tiempo, haya puesto orden para evitar estos hechos que han tenido consecuencias fatales.

 Pues bien, ahí, en la noche mencionada, según el reporte policial, un elemento de la Policía Federal, cayó abatido por las balas de este grupo delincuencial que sumaba, según los datos aportados, entre quince y veinte personas, fuertemente armadas. El servidor público, se enfrentó valientemente a los delincuentes, pero no pudo con la mayoría de ellos y finalmente fue asesinado en plena carretera.

 Uno se pregunta, ¿Cómo es posible que desde hace mucho tiempo las autoridades no hayan puesto atención en este tramo que es de amplia circulación por ser el paso  del norte y centro del país, hacia el sur del territorio nacional?

 Todos los días se tienen noticias de asaltos y muertes y las autoridades, tanto las que se encargan de la prevención de los delitos como de aquellas que tienen la obligación de investigar los hechos, no han logrado que los grupos delincuenciales dejen de cometer estos atracos, cuando se tienen, inclusive datos permanentes de que en este tramo aparecen a todas horas los grupos organizados del crimen.

 Pero esto es, solamente, un comentario que buscamos relacionar con la aparente autorización oficial para que los grupos delincuenciales, operen con toda impunidad, como una más de las debilidades que se han presentado y que siguen presentándose en materia de seguridad pública, pues como ya lo hemos consignado también en esta entrega, se habrán de incrementar, puesto que los delincuentes ya tomaron mayor confianza para sus acciones, luego de que todo indica que el Gobierno, en sus diversas esferas de poder, no quiere ni pretende atacarlos frontalmente, ya que de acuerdo a las mismas palabras del Presidente de la República, se prefieren los abrazos y no los balazos, aunque, la verdad, es que son los propios gobernados, los que sí tienen que ceder ante los balazos y en ausencia de los abrazos.

Los hechos de Culiacán, Sinaloa, sí tienen consecuencias funestas respecto de un posible mal ejemplo del gobierno, aunque haya, sin lugar a dudas, justificaciones importantes, como la de haber evitado una posible masacre si no aceptaban el trato impuesto por los delincuentes.

Es claro, una vez más, comentado, que no perdió el Presidente, ni siquiera el mando encargado de la seguridad, sino todo el pueblo mexicano, quienes ahora, con toda la razón del mundo, se sienten menos seguros, porque ya no habrá motivo ni para quejarse con la policía, porque no habrá respuesta que valga. El Gobierno federal, ya se ha pronunciado por mantener una posición de inamovilidad ante cualquier hecho criminal, porque no quiere enfrentarse a los grupos organizados del crimen, que son, desde hace mucho tiempo y ahora más que nunca, los que imponen su voluntad, es decir, en materia de seguridad, son los que mandan y eso es una verdad absoluta, luego de saber que en México, el gobierno ya no garantiza la tranquilidad, ni la paz, a todos los mexicanos. México, se encuentra, como ya lo hemos referido, en un verdadero estado de indefensión.

 Y así como han aparecido más grupos organizados del crimen, algunos todavía sin nombre, como los que perpetraron los asaltos recientes en la carretera de Puebla a Veracruz, y asesinaron al policía federal, más organizaciones criminales habrán de seguir operando en distintos puntos del país y del Estado, particularmente, en Veracruz, sabiendo de antemano que no habrá plena voluntad para repelernos y aprehenderlos, porque esa no es, sin duda alguna, la política de seguridad del gobierno en turno.

 Mal andamos, pues, en este caso y será mucho más evidente en los días que vengan, porque, tal y como ya hemos comentado, aunque no se quiera, la verdad de las cosas, es que los hechos de Culiacán, han dado más confianza a la delincuencia, la cual ya comienza a operar plenamente dentro de la pura impunidad autorizada.

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 PERO NO TODO ESTA PODRIDO.

 Y AUNQUE PAREZCA que este columnista, ya se convirtió en vocero oficial del Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial, para el Estado de Veracruz, la verdad de las cosas es que no es así, sino que dentro de tantas críticas que se han vertido en contra de las autoridades que no hacen bien su trabajo en materia de seguridad para los veracruzanos, bien hay que reconocer que el IPAX, es una corporación privada, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública, del Gobierno del Estado, con su propia administración que otorga seguridad a quienes les contratan, principalmente, en negocios y empresas dentro de la entidad veracruzana, cuyos resultados han sido importantes, debido a que esta policía, lo mismo acude a prestar servicios de carácter privado, que atender los requerimientos de la sociedad en general, donde no niega, para nada, la prestación de un servicio que se demande.

 Así, hemos sabido que se han enfrentado a los delincuentes en la calle y han salido airosos, cumpliendo con su misión de vigilar y defender a quien lo requiera. Es por eso, que esta policía es algo especial, porque su adiestramiento es muy estricto, pero sin dejar al lado el aspecto humano que se les respeta permanentemente.

 Son una corporación respetuosa, pues no hay elemento que pertenezca a ella que no muestre educación y atención a los demás. Basta que alguien se presente en sus instalaciones para constatarlo, así como su propia forma de conducirse en la calle, aún estando fuera del servicio, porque ya han adoptado su propia forma de ser como servidores públicos, que también lo son.

 No todo esta mal en materia de seguridad, pues hay alguien que sí cumple, al pie de la letra, con las funciones que tiene encomendadas.

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 SI NO SABEN, PREGUNTEN.

 LA MAYORIA de los nuevos funcionarios de gobierno, principalmente, en Veracruz, desconocen muchos aspectos de la administración, pero se niegan a preguntar a quién sí sabe, por el solo hecho de temer ser criticados ampliamente.

 Nadie nace sabiendo todo y es necesario, siempre, que todos nos auxiliemos con los que tienen experiencia. El negarse a preguntar, da lugar a que adopten posiciones de mando y hasta de soberbia, en los casos más graves, por lo que poco se avanza, sobre todo, en materia administrativa y los gobernados que son maltratados, ya no vuelven, aunque sus problemas se queden para un tiempo indefinido.

 Comentamos lo anterior, porque ya es mucho del dominio público, que mucha gente prefiere esperar a otros tiempos, que enfrentarse a las necedades de quien, lamentablemente, no entiende o no sabe, que es lo más normal que suceda.

 Si nos saben, que pregunten, porque peor se ve aquél que ignora las cosas, que aquél que humildemente pregunta.

 Ojo, en el ayuntamiento de Xalapa.

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 Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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