EN ALGO, sin duda, en que la mayoría de los mexicanos, pudieran estar de acuerdo con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, sería la defensa de la soberanía del país. En este punto, el mandatario nacional, lograría unificar al pueblo mexicano, para que ningún otro país pudiera entrar al interior del territorio nacional, sin previo acuerdo y consentimiento de los propios mexicanos, en general.
Comentamos esto, porque entre tantas cosas que dice el Presidente, y que en su mayoría no tienen ya ningún impacto en la vida nacional, su decisión de no aceptar la colaboración de los Estados Unidos, de Norteamérica, en el combate permanente contra los grupos delincuenciales que han puesto en peligro, eso sí, la propia gobernabilidad del país, es hasta cierto punto entendible, sobre todo, porque hay que destacar que el país vecino, solamente está en espera de un pretexto cualquiera para intervenir en la vida interna de cualquier nación y en este caso a México, por considerarlo un territorio estratégico para sus acciones y sobre todo, para buscar apoderarse, una vez más, de los recursos petroleros que se tienen en esta nación, algo de lo que siempre han estado pendientes.
Por esa razón han estado intentando entrar en México, con sus propias tropas, inventando, ahora, darle vuelta al problema de los carteles en México, para convertirlos en hechos que pudieran constituir actos de terrorismo, cuestión que no es así, pero que podría ser la puerta de entrada para una posible invasión al territorio nacional.
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Si, desde luego, que sí, el Gobierno federal de México, requiere de la cooperación de los organismos internacionales, con la finalidad de fortalecer sus acciones en contra de los grupos delincuenciales, ya que hasta este momento, como se ha comprobado, ningún gobierno de los que ha tenido el país recientemente, ha logrado combatir con eficacia y buenos resultados, a los grupos que se han apoderado de la paz y la tranquilidad de México, y de los mexicanos.
Por eso dice el Presidente, con cierta razón, que bien sería una especie de colaboración, pero no con fines intervencionistas, lo que se tendría que cuidar por parte de los organismos internacionales, a los cuales pertenece también nuestro país.
El tema es delicado y sin duda, difícil sería de aceptar, porque tal como lo expresa el Presidente López Obrador, estos problemas los tiene que resolver el gobierno de México. Solamente que habría que esperar más tiempo, porque por ahora, ya se demostró que este nuevo gobierno, que supuestamente viene a cambiar las cosas, tampoco ha tenido buenos resultados, incluso, ha tenido que retroceder ante la fuerza demostrada por la delincuencia, tal y como ya sucedió en días pasados, en el Estado de Cualiacán, Sinaloa, así como en otras entidades, como Veracruz, donde se sigue manteniendo el poder de los grupos delincuenciales sobre los cuerpos policiacos, al grado de que también, en esta patria chica, se ha ensombrecido tanto a la paz y a la tranquilidad, que mucho se ha insistido en la posibilidad de un total anarquismo, perdiéndose de alguna manera, la gobernabilidad.
Por lo que corresponde a la ayuda ofrecida por el gobierno norteamericano, ha quedado claro que no se acepta y menos que se quiera darle la vuelta a los problemas de inseguridad que se padecen, para hacerlos aparecer como actos de terrorismo y abrirle la puerta al país vecino para darse la oportunidad de una nueva y moderna invasión de nuestro territorio.
Se cree que esta decisión presidencial, ha sido una buena entre tantas malas que ha tenido el gobierno mexicano, cuando menos, en esta presente administración que durante un año no ha dado una y que amenaza, esta situación de convertirse en el mismo problema para el año que viene.
Pero en fin, decíamos, todos pueden estar en desacuerdo con las decisiones presidenciales, pero en materia de defensa de la soberanía, entonces sí podría darse unidad entre todos los ciudadanos mexicanos, porque si en algo México ha sido bastante cuidadoso es precisamente en este campo de la no intervención y autodeterminación de los pueblos. La historia misma del pueblo mexicano, podría decir mucho en este sentido, pues comenzamos liberándonos del yugo español que durante trescientos años se apoderaron del país y de su gente.
Pero, se insiste, esto no quiere decir que en determinado momento, México, no requiera de la ayuda internacional, claro que sí, pero bajo acuerdos internacionales y con la rectoría del pueblo mexicano, a través de su gobierno y de sus propias instituciones.
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UNA NUEVA OPORTUNIDAD.
PARA LOS PARTIDOS políticos, ha nacido una nueva oportunidad de cambiar las cosas en determinado tiempo. El hecho de seguir contando con las mismas prerrogativas que les permitirá continuar con su trabajo de fortalecimiento político, les abre la puerta, casi por completo para aprovechar las condiciones políticas que se están dando en el país.
La popularidad del Presidente de la República, ha disminuido notablemente y esto quiere decir que ya no tiene la propia fuerza que demostró durante los comicios del año pasado.
Su problema ha consistido en la fatal de experiencia en el manejo de las cosas y sobre todo, en el empecinamiento del propio mandatario nacional de querer imponer su voluntad, cueste lo que cueste, y en este sentido hablamos, incluso de dinero, como ha sucedido con la obra cancelada de lo que sería el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, ubicado en Texcoco, donde las obras adelantadas se tuvieron que pagar al doble y con altos costos políticos para el propio Presidente, que a raíz de esta decisión, sus bonos han bajado considerablemente y su popularidad viniendo hacia abajo paulatinamente.
Este es otro momento para los partidos políticos que ahora funcionan como oposición, ya que en las próximas elecciones llamadas intermedias, la figura de López Obrador, ya no estará presente en la documentación electoral, y en ese sentido, difícil será para cualquier candidato de Morena, que pueda ganar una posición de carácter electoral, más cuando no han demostrado, hasta este momento, que tienen suficiente capacidad para lograr el debido cumplimiento de los compromisos contraídos con la población.
Veracruz, es un ejemplo, donde Morena. Seguramente, habrá de perder importantes posiciones políticas, luego de que hasta este momento no ha logrado convencer con las acciones de su gobierno, sino al contrario, se prevé un rechazo político como respuesta al engaño de que fueron objeto en las pasadas campañas electorales y el desarrollo de esta administración.
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NADA ESTA DECIDIDO.
AUNQUE MUCHO se ha comentado respecto de la sucesión el Poder Judicial del Estado, donde se está por elegir al nuevo Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura de Veracruz, en el sentido de que Edel Álvarez Peña, ya no tendrá oportunidad de una reelección, la verdad de las cosas, es que aún nada está decidido, puesto que será hasta el lunes, como también se ha dicho, cuando se tengan datos más precisos de lo que suceda en el pleno de los magistrados que tendrán la responsabilidad de decidir sobre el futuro del Poder Judicial del Estado.
Álvarez Peña, ha dejado hasta este viernes, posiblemente, su decisión de declarar si busca o no, otro periodo al frente de la administración de la justicia. La espera, en este sentido, ha generado muchas especulaciones, porque para unos esto quiere decir que todavía tiene posibilidades, porque de lo contrario, se afirma, ya hubiera dejado que el proceso se desarrollara sin su participación, mientras que para otros, la espera tiene que ver con una determinada estrategia, incluso, de carácter político, para no despertar mayores inquietudes.
Lo cierto es que Edel Álvarez Peña, concluye su responsabilidad este sábado treinta y no está descabellada la idea de que la sesión del pleno tenga lugar en las primeras horas del día primero de diciembre o bien hasta el lunes, como todo parece, que se tiene contemplado.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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