Pues bien, suponiendo que las cosas siguieran igual y que finalmente el Presidente de la República, decidiera separar a García Jiménez, de la función gubernamental que tiene en Veracruz, ya podría contar el propio mandatario nacional, con tres poderosos caballeros de la policía que en este momento estaría dispuestos a sustituir a quien, supuestamente, manda en la entidad veracruzana.
Ellos son, por un lado, el mismo Senador de la República, con licencia y ahora Director General de Aduanas, a nivel nacional, Ricardo Ahued Bardahuill, quien hace poco estuviera en Veracruz, donde hizo declaraciones políticas que movieron aún más el tapete del Gobernador veracruzano, pues dijo que estaba dispuesto a seguir participando en la vida política de Veracruz, particularmente en las próximas elecciones intermedias. Que no quería decir que su carrera política termina en determinado momento, porque se tendría que tragar nuevamente sus palabras, después de que en muchas ocasiones negara seguir en la vida política de Veracruz y de México.
Pues bien, analizadas ya estas declaraciones, no se encontró motivo alguno para decir que podría participar en las próximas elecciones, porque su puesto es de carácter electoral, aunque haya una licencia de por medio, pero que, sin duda alguna, sigue siendo Senador de la República, porque así lo quisieron a través del voto, la mayoría de los veracruzanos. Podría aspirar, tal vez, a una diputación federal, pero tampoco esta decisión encaja, pues ya es Senador de la República, como ya lo hemos expuesto.
Más bien, como también lo comentamos en reciente entrega de esta columna, vino a medir el agua a los tamales, con la anuencia presidencial, para ver en qué grado se encuentran los ánimos políticos en Veracruz, y poder estar en condiciones de ser tomado en cuenta para una posible sustitución gubernamental. Hasta ahí las cosas con respecto a este político, que de verdad, sí es de los más honestos que tiene Veracruz.
Pero, como todos ven una buena oportunidad de llegar al gobierno de Veracruz, sin tener que someterse a una elección, donde ahora, el riesgo ya es mayor para poder alcanzar otra victoria con Morena, ya se aprestan a participar también, en esta posibilidad de sustitución, al mismo Secretario de gobierno, de quien apenas ayer comentamos que ya se estaba preparando, a su manera, claro, influyendo en el mismo Gobernador, para hacerse de posiciones políticas que lo fortalecieran ante los veracruzanos, y ante el mismo mandamás del altiplano, es decir, que ha procurado meter la mano negra en las decisiones acerca de nombramientos que han salido de Palacio de Gobierno.
Esto, sin duda, la mayoría de los veracruzanos, lo han visto como una forma de afianzarse en la Secretaría de gobierno, con un propio interés de llegar al treinta de noviembre de este año, con la fuerza suficiente que pudiera ser parte de una decisión en su favor y encabezar la administración estatal por el término del tiempo sexenal que quedaría pendiente, en el supuesto caso de que finalmente, Cuitláhuac García Jiménez, se fuera de la gubernatura.
Pero esta sería, desde luego, la segunda opción que tendría el Presidente, después de analizar la posibilidad de enviar a Ricardo Ahued Bardahuill.
Al calor de estos acontecimientos políticos, que de verdad tienen dirección correcta y exacta hacia el Palacio de gobierno, aparece otro personaje que ya se había mantenido discretamente en su trabajo de Coordinador General de Delegaciones federales en el Estado de Veracruz, el llamado súper delegado, que desde el inicio de la gestión federal, se le vieron espolones para buscar, en su momento, la gubernatura del Estado.
Cierto, su nombre es Manuel Huerta Ladrón de Guevara, y pensando en lo mismo que muchos veracruzanos, en el sentido de que será muy difícil que la próxima gubernatura la obtenga su partido, seguramente que estará en condiciones de levantar la mano muy pronto, para ser parte de este corto proceso de selección de un Gobernador sustituto. Todos ellos, es decir, los tres caballeros de la política veracruzana, que ya hemos mencionado, tienen su capacidad, su poder político y su posibilidad de que el Presidente, los considere, pues a todos ellos los conoce bien y tiene, de esta manera esta amplia gama de aspirantes que podrían ayudarlo en los propósitos políticos de Veracruz.
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LUCHA INTERNA EN EL GOBIERNO VERACRUZANO.
Y NADA PEREZOSOS, en esto de asegurarse los puestos en la administración estatal, que por cierto ya detentan, se sabe de buena fuente que ante la posibilidad de que el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, sea sustituido al final del mes de noviembre de este año, muchos funcionarios de abajo, han emprendido una lucha callada, pero persistente, con la finalidad de mantenerse dentro del presupuesto, pues saben perfectamente bien que si el Gobernador se va, también se van muchos de los que llegaron directamente nombrados por él o bien recomendados para ocupar posiciones administrativas.
Dicen que ya no les importa mucho apoyar al Gobernador, sino más bien, apoyarse a si mismos, es decir, buscando desde este momento, algún enlace con quien pudiera llegar a sustituir a García Jiménez. Los recomendados y los allegados del Gobernador, son los más preocupados, pues se les acabaría la posibilidad de subsistencia, así como su constante manifestación de prepotencia ante los propios veracruzanos.
De esta manera, correrían la misma suerte de miles de trabajadores que fueron despedidos al entrar esta nueva administración, considerando que todo lo que estaba apestaba al duartismo, como en tantas ocasiones, lo hicieron manifiesto.
El poder es de paso, suele durar poco, por lo que muchos de estos funcionarios, ya sienten, desde ahora, los pasos que retumban en la azotea.
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LO QUE REVELARA EL CENSO.
EL SERVICIO NACIONAL del empleo, pudiera estarse equivocando seriamente al declarar que en México, hay suficientes empleos para los mexicanos.
El censo que ahora se realiza por el INEGI, habrá de revelar la verdadera situación que prevalece por cuanto a la ocupación de los mexicanos, pues en la realidad, se puede observar que miles de veracruzanos, y de mexicanos, en general, no tienen un empleo para poder subsistir económicamente.
De por si, la desocupación en México, ya era manifiesta desde hace muchos años y los gobiernos anteriores no habían logrado superar el déficit de empleos, por lo que la lucha fue en ese sentido, es decir, tratar de lograr ocupar a la mayor parte de trabajadores que no tenían un espacio para poder ingresar recursos en sus hogares, por lo que el mismo ex Presidente, Felipe Calderón Hinojosa, no pudo, también, concretar su gobierno del empleo.
Pero ahora, la situación se ha complicado porque con la entrada de la cuarta transformación, donde se busca ahorrar recursos económicos, el Presidente, ha ordenado, desde hace muchos meses, los recortes necesarios, donde miles de trabajadores perdieron su empleo, lo que vino, de alguna manera, a incrementar los índices de violencia en todo el país.
El nuevo censo, tendrá a la mano, los datos suficientes para demostrar que en verdad, México, no tiene empleos.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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