Para el Presidente de la República, ha terminado, cuando menos por el momento, su permanente política de ver al pasado como su enemigo y de mostrarse prepotente y soberbio por el hecho de sentirse avalado por algunos millones de ciudadanos que hoy, sin duda alguna, se están manifestando en su contra por no tomar en serio los grandes problemas de México, entre ellos, la inseguridad, la economía nacional y sobre todo las necesidades de salud, que con la presencia de esta nueva pandemia, la que ha hecho evidenciar que no existe interés alguno en el bienestar de los mexicanos y que su constante palabrería choca, definitivamente, con los resultados de su gobierno a favor de los demás, es decir, de todos los gobernados de este país.
Vaya pues, la recomendación que todos los sectores de la sociedad están haciendo en este momento al mandatario nacional, en el sentido de que deje atrás el pasado, que deje atrás sus ansias de consumar su propia venganza política y que se ponga a trabajar, porque sin duda, son los momentos en que México, necesita de su gobernante, necesita de la fuerza que tiene el poder para conseguir que la enfermedad que lo ataca se desvanezca ante las estrategias que pueda dictar su gobierno, como lo están haciendo en otras partes, es decir, en otros países que también están pasando por esta difícil prueba de la subsistencia.
Es tiempo, sin duda alguna, de que el Presidente, convoque a todas las fuerzas sociales del país y que encabece todas las acciones que se tengan que llevar a cabo, pero siempre bajo la premisa de la unidad nacional, donde no valgan, en este momentos, los ideales políticos ni las complicadas relaciones entre los que piensan de distinta manera. Es tiempo de que todos los pensamientos tengan como principal punto de referencia a México, al país y a todos los mexicanos, pues ya habrá tiempo, posteriormente, de retomar las divergencias y de volverse, una vez más, enemigos unos de otros y entrarle, de nueva cuenta, a una guerra política que hace, en muchos de los casos, más daño que las propias enfermedades como la que ahora amenaza a todas las familias de este país.
De ahí que en este momento, tanto los sectores empresariales, políticos, económicos, sociales y demás organizaciones existentes en todo el territorio nacional, deben entender que primero está el país y luego los conflictos de grupos e intereses personales, para dar paso a una sola acción emprendida por todos los mexicanos, para controlar el paso de esta pandemia que está dejando, como los grandes terremotos, una estela de muerte por todos lados.
Es la palabra unidad, la que debe prevalecer en todo lo largo y ancho de la nación, donde se vea, por primera vez, que el Presidente de la República, tome la delantera y convoque a todos a permanecer unidos y trabajar conjuntamente por el interés general.
Lo recomendable, como todos dicen en este momento, es que el Presidente de la República, deje atrás las ocurrencias de su persona y de su gobierno y entienda que estamos viviendo una seria crisis mundial, donde México, no ha sido la excepción y que, por lo tanto, ya ha sido alcanzado por este terrible mal, que si bien en principio no manifestaba considerable penetración entre la población mexicana, ahora sí, es tiempo de aceptar que ha comenzado por rebasar la propia capacidad del sector salud y que podría amenazar, en poco tiempo, con romper las barreras de toda protección.
El Presidente, tiene que dejar de jugar con el destino de este país, dejar de jugar con la salud de todos los mexicanos, y de la suya propia, la cual no cuida en aras de continuar haciendo política electoral por todas partes y dejando que el problema principal de la salud, crezca sin control alguno.
Que el Presidente, lo haga, que deje la soberbia a un lado y que pida a todos que le ayuden en este serio problema de salud que enfrenta el país. Nadie se lo va a negar muy a pesar del maltrato que les ha dado. Los mexicanos, saben distinguir entre el interés personal y la solidaridad.
En este serio problema, todos estamos con México, todos estamos, consecuentemente, con el Presidente.
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LA REACION LOCAL.
AUNQUE el gobierno del Estado, tome cartas en el asunto del coronavirus, la verdad de las cosas es que podría considerarse como una reacción tardía, después de que por muchos días se ha estado viendo la necesidad de que la administración estatal, dote de medicamentos y sobre todo atención médica en los casos que son necesarios, principalmente, en los hospitales públicos, es decir, los que se encuentran bajo su responsabilidad.
En el gobierno del Estado, se sigue, lamentablemente, el desinterés que se muestra a nivel federal y creen, como lo cree el mismo Presidente de la República, que esta pandemia, es un juego con el cual solamente se pueden divertir. El Estado de Veracruz, tiene mucho dinero acumulado desde el año pasado y como no se ha invertido lo suficiente en los beneficios que el pueblo reclama constantemente, es tiempo de que destine parte de esos recursos para hacer frente a esta calamidad de nuestros días.
Pero todo hace suponer que no existe voluntad para hacerlo, por lo que todos los veracruzanos, ya se consideran en plena indefensión, pues saben que no hay infraestructura definida para poder atender los casos que se presenten, ni tampoco los medicamentos necesarios, y aunque digan una y otra vez, que están pendientes de todo lo que pueda suceder, ya nadie cree en esta palabrería y se escucha por todas partes el lamento de haberse equivocado cuando tuvieron que acudir a las urnas en busca del cambio prometido.
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DESDE AHORA, YA PERDIO MORENA.
NI AUN CON LA estrategia política de buscar que se recorten quinientos millones de pesos a las prerrogativas de los partidos políticos, el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, enderezará el camino de la derrota que ha comenzado a construirse en Veracruz, para su propio partido.
Eso es lo que ha temido siempre el Presidente de la República, y por lo que se han generado agudas especulaciones en torno a la posible solicitud de licencia del mandatario veracruzano, pues lo que le importaba, en cierto modo, al mandatario nacional, es que su pupilo en Veracruz, reforzara las acciones político electorales para las elecciones del fututo inmediato.
Cuitláhuac García Jiménez, tiene el mundo encima y no sabe por donde recomponer las cosas, más cuando las críticas condiciones políticas lo están ahogando.
Morena, desde ahora, ya perdió gran parte de las posiciones político electorales del dos mil veintiuno. Por eso, ya no hay remedio y aunque diga que no se va, el Gobernador del Estado, debería ir preparando sus maletas.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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