Línea Política
Agustin Contreras Stein
 

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México, semiparalizado
2020-03-20

CON LA suspensión de actividades en diversas dependencias del gobierno federal y estatal, así como municipal, más aquellas empresas del sector privado que se han estado sumando a las recomendaciones que se han hecho por el sector salud, tanto a nivel internacional como nacional, para proteger a los trabajadores mexicanos de un posible contagio del coronavirus, México, prácticamente, se encuentra semiparalizado y esto significará que desde el punto de vista económico, se tengan muchas afectaciones, tal y como ya está sucediendo en algunos sectores importantes de la economía como es el caso del turismo que ya resiente, desde ahora, la disminución de sus ingresos, incluso, antes de que llegue la época vacacional de la Semana Santa, que esta vez, seguramente, no tendrá el impacto de otros años, debido a que muchas de las celebraciones o casi todas, serán canceladas por la presencia de la pandemia que azota al mundo y a nuestro país, en lo particular.


De hecho, antes de que se hiciera manifiesta esta enfermedad, las principales empresas calificadoras de la economía nacional, ya habían pronosticado un reservado crecimiento económico que apenas llegaba al uno por ciento, cuando en el mismo gobierno federal, se analizaba la posibilidad de que esta vez dicho crecimiento favoreciera las condiciones económicas del país, pues el año pasado, prácticamente fue nulo al observarse un porcentaje de crecimiento muy bajo que no significó nada para un gobierno que no ha logrado estabilizarse en este sentido y que no genera confianza en que lo pueda hacer en los meses que vienen, menos ahora que la pandemia del coronavirus, le restará mayores oportunidades, pues por todas las razones que se quieran ver, no habrá mayor crecimiento, con lo que se espera que cuando menos haya emparejamiento con los niveles que se mantuvieron en el año pasado.


Con la suspensión de actividades que son más significativas que cuando se presenta el periodo vacacional, en virtud de que la producción no se para en totalidad, con la decisión de que se adelantara este periodo o que se tomaran precauciones para la salud de los trabajadores, se está entorpeciendo la actividad económica sin planeación, pues se deja de producir en momentos que no estaban previstos y esto, de alguna manera, pone en desventaja a todos los sectores productivos del país, generando mayor decrecimiento económico del que ya se ha puesto en conocimiento general. El reto, entonces, se ha vuelto mayor para un gobierno que no ha estado dispuesto a implementar acciones favorables para la economía como puede ser el caso del aumento de empleos en lugar de disminuirlos tal y como lo hizo al tomar las riendas de este país, donde lo primero que se llegó a ordenar fue el despido masivo de trabajadores mexicanos, favoreciendo, se dijo, el ahorro para concretar la famosa austeridad republicana.


El gobierno de la cuarta transformación ha quedado en entredicho, pues en lugar de favorecer a las familias mexicanas, las puso en serios aprietos al despedir a miles de trabajadores que tenían y tienen a su cargo la subsistencia familiar, dando paso al ahorro del gobierno, pero ahogando seriamente las posibilidades del mantenimiento familiar y consecuentemente del crecimiento de la economía nacional, la cual, para su desgracia, ya no se puede apoyar en los ingresos petroleros, debido a la caída de los precios de este producto que había sido, tradicionalmente, el respaldo de la economía nacional, además de las grandes inversiones que se han tenido que hacer en este sector, disminuyendo las posibilidades de mayor respaldo económico. Desde luego, que México, no esperaba este momento difícil para el cual no se estaba preparado, evidenciando la fragilidad económica en que se encuentra y que no es la verdadera situación que ha venido difundiendo recientemente con el supuesto fortalecimiento económico del gobierno.


El gobierno mexicano, ha contado una historia diferente a la que en realidad existe, pues ni tenemos suficientes recursos como tanto se ha anunciado, ni tenemos la fuerza suficiente para enfrentar casos como el coronavirus, pues tan solo la decisión tomada en unas cuantas horas por parte del congreso federal, autorizando de manera rápida e inmediata, al Presidente de la República, para que pueda utilizar, por lo menos ciento ochenta mil millones de pesos, para hacer frente a las necesidades de salud, que podría tomar de un supuesto superávit, indican que el gobierno, en sí, no tiene los suficientes recursos como tanto dijo el Presidente de la República, que tenía en disposición.


Esos recursos autorizados, no son, propiamente, una facultad para endeudarse, pero finalmente, esto es lo que sucederá, porque los supuestos recursos de que disponía el gobierno, pudieron ya aplicarse en las ocurrencias presidenciales, como fue la cancelación de la construcción del Aeropuerto en Texcoco, y por lo que se tuvo que pagar fuertes cantidades de dinero que no estaban disponibles para ello. Además, la fuerte inversión que se anunció en la construcción de una nueva refinería, en Dos Bocas, Tabasco, que hasta ahora no tiene pies ni cabeza, así como los recursos que se están aplicando en el nuevo aeropuerto ordenado por el Presidente, en las instalaciones militares de Santa Lucía, donde ha quedado bien con las fuerzas armadas, pero no con el pueblo mexicano. El intento de construcción del Tren Maya, que también ya jaló mucho dinero del erario nacional y que todo apunta a que sea un verdadero fracaso por las afectaciones que producirá.


Todo esto, genera, en sí mismo, un grave problema económico para la nación y para los mexicanos, en general, aunado a los efectos económicos que dejará el paso de la pandemia, de la cual, se espera, que no sea un periodo largo y el país retome su vida normal para sostener el paso del fortalecimiento económico que necesita.


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EL TIEMPO, ALIADO DE CUITLÁHUAC.


SI LA CONSTITUCION de Veracruz, no tuviera el impedimento de que se pudiera nombrar un Gobernador sustituto y en forma definitiva durante los primeros dos años de gobierno, en este momento Cuitláhuac García Jiménez, ya estuviera fuera de sus funciones como titular del Poder Ejecutivo de Veracruz, pues lo que en este momento ha evitado este movimiento, es el gasto que debería efectuarse por la celebración de nuevas elecciones, tal y como lo indica la ley general de Veracruz, lo que, de alguna manera ha favorecido al mandatario estatal, pues bien se ha aconsejado no pedir licencia hasta en tanto no haya transcurrido, precisamente, este periodo gubernamental. Sin embargo, la misma constitución general del Estado, señala en el artículo cuarenta y cuatro, párrafo tercero, que el cargo de Gobernador, solo es renunciable por causa grave, que calificará el Congreso del Estado, sin que señale que se tenga que convocar, en este caso, a nuevas elecciones.


¿Ahora bien, que se podría calificar como causa grave?


Pues, precisamente, la nula autoridad del mandatario, la persistencia de una ola de inseguridad que amenaza, todos los días, la desestabilización política, económica y social de la entidad, el desastre económico de la entidad y la nula administración estatal, que no ha permitido que se cumpla con los objetivos que tiene determinados el mismo Plan Estatal de Desarrollo, o de ejercicio presupuestal en lo que va de este periodo gubernamental.


Entonces, que se obligue a renunciar o pedir licencia anticipada al Gobernador del Estado, después de que el mismo Congreso estatal califique de grave la situación que vive el Estado de Veracruz.


¿Lo harían los diputados de Morena?


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YA, QUE LE DEN CHANCE A RICARDO AHUED BARDAHUILL.


VAYA, EL AGUA ya esta medida en la olla de los tamales. Esto ya sucedió hace algunas semanas y la reacción fue inevitable, pues las opiniones en general, se generaron de inmediato para facilitarle el camino a Ricardo Ahued Bardahuil, en la posibilidad de que venga a recomponer, para Morena, el escenario político estatal.


El Presidente, ya lo sabe, ya tuvo la suficiente información al respecto y está, según se sabe en el altiplano, convencido de que en Veracruz, se requiere de un verdadero rumbo político que le siga dando la oportunidad de mantenerse vigente, cuestión que nunca ha logrado ni se cree que lo logre el actual depositario del Poder Ejecutivo del Estado.


Por eso, se dice que ya es tiempo de que le otorguen la batuta al empresario y político Ricardo Ahued Bardahuill. Se podría conseguir la autorización constitucional.


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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.


NUESTRO CORREO: ac_stein58@live.com.mx 

 
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