Debemos utilizar el nombre correctos en los actos públicos o privados y ese nombre es el que se encuentra en el acta de nacimiento original, al querer modificarlo sin autorización judicial o administrativa estamos incurriendo en un error que al tiempo nos perjudicara cuando tengamos que identificarnos oficialmente.

Las oficialías de todo el estado de Veracruz, así como el departamento de rectificaciones de la Dirección  General del Registro Civil con sede en Xalapa, todos los días atienden a los usuarios que se ven en la urgente necesidad de corregir yerros o errores mecanográficos que existen en los actos registrales, de nacimiento, defunción, matrimonio, divorcios y demás. Amén de los juzgados que atienden a quienes sin saber o a sabiendas utilizan un nombre distinto al cual fueron registrados oficialmente.

Es importante revisar como están nuestros documentos que dan origen a nuestra identidad y estado civil, en virtud de que cuando nos tengamos que ostentar legalmente sea para recibir una pensión, tramitar un pasaporte o recibir una herencia o cualquier acto donde debamos mostrar el acta correspondiente, si no coincide con la identidad que hemos venido utilizando tendremos que enmendarlo, para ello invertiremos dinero y sobre todo tiempo al tramitar por la vía administrativa o judicial según sea el caso.

No debemos modificarlo por gusto para que no nos provoque un problema gratuito, entiendo que nuestro nombre o apellidos pueden no gustarnos y querer escuchar que nos llamen con bonito nombre, pero resulta que el nombre y los apellidos son el nombre que los padres nos pusieron de acuerdo a las raíces familiares de la que provenimos.

Nuestra acta de nacimiento demuestra la identidad con la que públicamente nos conocen amigos y familiares, por lo tanto sería bueno verificar que efectivamente nos encontremos registrados en el libro que llevan las oficialías municipales para que si necesitamos o queremos modificar algún dato lo hagamos y no nos agarren las premuras, porque es muy lamentable ver a los usuarios andar perdiendo tiempo y dinero para enderezar el documento de su identidad personal.

Si así lo desean utilicen el  nombre y apellido que nos pusieron, aun cuando no lo pedimos o no nos guste, en su caso hagamos la modificación legalmente para evitar situaciones posteriores.

Como anécdota les comento que conozco a un amigo que creció con el nombre de Evodio y judicialmente se lo cambio, sin embargo sus amigos de la infancia y sus propios padres le seguían llamando “Bollo” de cariño ¡Que tal!

adidas.johan62@gmail.com Lic. Inocencio Martínez Cortes