Bien dicen que los economistas tienen voz de profeta, no por que tengan algún poder divino, sino porque tienen la capacidad de estudiar la economía y plantear probables escenarios conforme a las decisiones de las personas, gobiernos, sociedades, etc. Hace casi un mes, cuando el presidente López Obrador anunciaba la creación de ‘Gas Bienestar’, entrevisté puntualmente al economista Luis Arturo Herrera Canales, quien me explicaba que, además de que dicha empresa no era legal ni benéfica, lo único que crea el control de precios en cualquier producto o servicio es escasez, y este caso no fue la excepción.

En el afán de cumplir con la promesa del ejecutivo federal con relación a los costos del gas Licuado de Petróleo (L.P.), mejor conocido como gas doméstico, desde el domingo primero de agosto y hasta el día siete de este mes entró en vigor el esquema de regulación de precios máximos para dicho producto. A través de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se publicó una lista de precios para cada entidad y para cada región con un tope de costos al consumidor por cada kilo de gas. Inevitablemente, esto generó descontento en las empresas gaseras del país, quienes implementaron un paro durante varias horas en la Ciudad de México como medida de protesta, denunciando lo que aquí ya hemos explicado, afectaciones y pérdidas para dichas empresas.

Y es que lo que muchas personas no acaban de entender es que fijar un tope de precios en el gas no hace que el gas sea más barato, sólo se genera una distorsión en el mercado. A continuación, una breve explicación de lo anterior:

1.- El costo del gas sube internacionalmente, esto se debe a factores del mercado, es decir, oferta y demanda.

2.- El gobierno de México impone un tope de precios dentro del país, con el argumento de beneficiar la economía mexicana.

3.- Pero el gobierno de México debe comprar el gas al precio internacional, mientras que dentro del país lo vende más barato, a través de ‘Gas Bienestar’. Esto genera pérdidas al erario, además de que esta práctica sólo la puede hacer el gobierno porque subsidia dichas pérdidas con dinero público.

4.- El resto de empresas gaseras (privadas) no pueden hacer lo anterior, porque no tienen dinero para reponer las pérdidas de comprar caro y vender barato. Por lo tanto, dejan de vender gas, puesto que no les alcanza ni les conviene.

5.- Como el gobierno de México no se da abasto para surtir a todo el país de gas, se genera escasez y los mexicanos se quedan sin gas…

Por lo anterior es que hago énfasis en que no importa cuánto se diga que los costos se pueden controlar, esto no es verdad. Se puede mentir al respecto, pero no se puede sostener esa mentira en los hechos, nunca se ha podido y nunca se podrá.

Así pues, el gobierno que dijo que acabaría con el huachicol, generó escasez de gasolina; el gobierno que dijo que acabarían con la mafia de la corrupción en el abastecimiento de medicamentos oncológicos, generó escasez de estos; y el gobierno que prometió que controlaría los precios del gas, generó escasez de gas…

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