Como el Presidente sigue dando de qué hablar, no es posible, aunque yo quisiera, hablar de otra cosa que no sea de las barbaridades con que día a día nos surte tanto a los analistas, comentaristas, columnistas, periodistas y hasta a los comediantes del país. Por lo que este inicio de semana es obligado abordar el tema de los médicos cubanos que AMLO contratará al gobierno tirano de la Isla, el de la confesión del mismo Presidente acerca de que protege a los delincuentes porque también “son humanos” y el de la advertencia de que no asistirá a la Cumbre de Las Américas en Los Ángeles, Cal. USA, si Joe Biden no invita a los dictadores de Venezuela, Cuba y Nicaragua, Maduro, Díaz Canel y Daniel Ortega, respectivamente.

Al respecto “ha corrido ya mucha tinta” pero siempre es necesario insistir en los temas cuando está en juego el interés superior de la nación, es por ello que en principio debemos preguntarnos, ¿es verdad que en México hacen falta médicos generales y especialistas? y la respuesta la tienen los Colegios de Médicos del país, quienes han señalado que existen aproximadamente 52 mil médicos desempleados en México, de los que, unos cuantos de ellos, estuvieron contratados durante la pandemia por el INSABI sin ningún tipo de prestaciones sociales pero que ya no les renovaron el contrato porque el gobierno cree que ya dominó la pandemia del Coronavirus, así que el argumento de que no hay médicos en México, cae por su propio peso, y mucho menos es válido decir que la formación profesional de los médicos mexicanos es muy deficiente como señaló el Presidente aludiendo a que los exámenes de ingreso a las Facultades de Medicina del país son excluyentes pues dejan a muchos aspirantes fuera, sin la oportunidad de estudiar, mientras que la lógica nos indica que precisamente porque ingresan los más aptos y comprometidos con esa noble vocación es porque los médicos del país son de los mejor preparados del continente.

En cuanto a que “debemos proteger a los integrantes de las bandas porque también son seres humanos”, en mi opinión, representa la confirmación de que el régimen hja renunciado a ejercer el monopolio de la fuerza del Estado para combatir a la delincuencia y proteger a los ciudadanos, así como también representa la pérdida del honor de los militares mexicanos que prefieren huir de la delincuencia y dejarse humillar por esta, antes que desobedecer al “Comandante Supremo”, aunque este traidor los conmine a claudicar en su convicción de proteger a los mexicanos y renunciar a sus principios, antes plagados de honor, heroísmo, solidaridad con las clases desprotegidas y de amor por la Patria.

Finalmente, y no menos aberrante está el tema del chantaje que AMLO pretende ejercer contra Joe Biden para que invite a la “Cumbre de Las Américas” a los miembros del “Club de Tiranos y Dictadores del Continente”, club al que AMLO sueña con pertenecer y liderar, con esto el Presidente no solo pone en riesgo la relación más importante y productiva para México, que es la que sostenemos con USA y Canadá, sino que además arriesga a su única “corcholata” relativamente vigente, por su buena imagen como persona inteligente y preparada, muy superior a la Sheinbaum y al “Drácula de Tabasco”, Adán Augusto, que es Marcelo Ebrard, quien corre el riesgo de recibir el desaire de los gringos con una contundente frase que bien podría ser: “Gracias por participar, pero esta reunión es de Presidentes y/o Jefes de Estado y usted no es ni una ni otra cosa”, “así que le sugerimos se ahorre el viaje a Los Ángeles”. No sé si la diplomacia permita algo así, pero bien ganado lo tendría AMLO por soberbio y Ebrard, dicho sea de paso, no se lo merece.