Cuanta energía habrá derrochado AMLO en 18 años o más de intensa campaña recorriendo todo los municipios del país, tal vez nunca lo sabemos, pues no contamos con información acerca de su alimentación, seguimiento médico, ni sobre las drogas legales o ilegales y/o multivitamínicos que pudo haber utilizado con o sin prescripción médica para mantenerse siempre activo y arengando todos los días contra el gobierno de Fox, de Calderón y de Peña Nieto; pero lo que si sabemos, porque lo estamos viendo, es que su cuerpo ya le está pasando factura y cada día lo vemos más lento y cansado que de costumbre.

Veamos, en el caso de Las Mañaneras, que en un principio tuvieron como objetivo que la gente encumbrara a AMLO al “Altar de la Patria” al mismo nivel de Hidalgo, de Juárez, de Madero, de Carranza y de Cárdenas, hasta hoy más o menos ha venido cumpliendo su objetivo de mantener “hipnotizados” a sus solovinos y chairos quienes ya no en un número de 30 millones como al principio sino tan solo apenas de unos 14 o 15 millones le han seguido creyendo todo lo que dice aun cuando las cifras duras muestran marcadas diferencias entre los números oficiales del gobierno de la 4T y las que presentan los miembros de la oposición, y lo más patético, muy recurrentemente también entre los números oficiales del INEGI y del Secretariado de Seguridad Pública, órganos del gobierno del propio AMLO y los de los “otros datos” que presenta y presume el  presidente.

Todo eso por un lado, pero por el otro, hay un  factor que nos lleva a observar lo fallido del gobierno y de las propias mañaneras, y es el hecho de que después del primer año el público perdió interés en las mismas pues solo eran una repetición de frases hechas y lugares comunes de un tipo al que se le ve cada vez más lento, como decía al principio y con argumentos que rayan en la imbecilidad, haciendo muy evidente la gran capacidad que tiene para mentir cínicamente, por lo que ya ni sus propios chairos le creen.

Como crítico del régimen y simpatizante de la oposición no me queda darle consejos al Presidente ni a Jesús Ramírez, porque en una de esas los toman y empiezan a mejorar en sus métodos de comunicación y se le empieza a ver, ahora sí, trabajando como Presidente de la República, que es para lo que le pagamos los mexicanos, pero es tan notoria la falta de resultados  en todos los ámbitos de la Administración Pública que algo deberían hacer para comunicar mejor  los supuestos “logros” del régimen, enfocándose en los que si son creíbles, explotándolos al máximo, antes que mentir arteramente.

Veamos, AMLO ha dicho que su “Central Avionera” de Santa Lucía, es el mejor aeropuerto de Latinoamérica, cuando, en principio no está concluido y su operacíón no cubre ni el 5% de la demanda de vuelos que se realizan en el Benito Juárez ni el 1% del potencial que tenía el proyecto en Texcoco además de que el argumento se cae por su propio peso cuando Panamá nos muestra imágenes de la ampliación del aeropuerto de ciudad de Panamá y de las pantallas repletas de información de muchos cientos de vuelos que ahí operan, convirtiéndose en un moderno y eficiente Hub internacional, que conecta a Europa y Asia con centro y sur América y también con norte América, lo mismo que a África y Oceanía; que es a lo que aspirábamos los mexicanos con el Aeropuerto Internacional en Texcoco.

También sostiene el Presidente que en materia de seguridad vamos muy bien, pero hasta dio ternura tratando de dar sendas maromas presentando sus “otros datos” cuando Jorge Ramos le cuestionaba acerca de que su gobierno es en el que más homicidios dolosos se han dado en la historia reciente al sumar ya en estos 4 años 134,000 homicidios contra los 124,000 que hubieron durante todo el sexenio de Calderón y los 126,000 del de Peña Nieto, y le hizo la proyección de que, si no cambia su estrategia, su sexenio terminará con más de 190,000; así las cosas, se vieron muy mal las maromas de AMLO, al argumentar un supuesta disminución del 10% de la incidencia delictiva cuando lo constrastó contra un periodo anterior pero de su propio sexenio, es decir comparando un mes de 2021 con uno de 2022 y no contra sexenios anteriores como exponía Jorge Ramos, así que ni con la más avanzada explicación metafísica, ni de la física cuántica alguien podría llegar a explicar y hacernos creer que 134,000  en 4 años sea menos que 124 o 126,000 en 6.

Por todo lo anterior alguien debería decirle a AMLO que suspenda sus mañaneras o al menos que deje de mentir en ellas pues le está costando en tan solo 4 años, o sea a pasos agigantados, la perdida de la confianza de los mexicanos, cosa que al PRI le llevó más de 70 años conseguir desde su fundación o al menos los últimos 40 años desde que México se abrió al comercio mundial. Pero ojalá no me hagan caso y la sigan “cajeteando” y así se queden sin los votos de parte de la chairiza, la parte pensante e inteligente, que junto con los chairos- chairos, que esos si nunca cambiaran, aun con todas las evidencias en su cara,  ratifiquen a la 4T en 2024 para que su proyecto continue mínimo hasta 2030, ¡Dios nos libre!