La Política Internacional de AMLO   se ha convertido en un tema más de vergüenza nacional pues antes que criticar y repudiar la abusiva y criminal invasión de Rusia a Ucrania, AMLO menospreciando principios básicos del Derecho Internacional ha colocado a ambos países en el  mismo casillero de beligerantes y no en el papel de agresor (Rusia) y agredido (Ucrania) o sea de Victimario y víctima respectivamente, como si ambos hubieran lanzado al unísono una ofensiva sobre el otro, llamándole “guerra” a lo que realmente es una invasión llana de un Estado Soberano sobre otro igualmente soberano y, además,  pacífico, sin que para ello hubiera mediado una declaración formal de guerra o al menos una advertencia; lo que convierte a Putin en el “bravucón” de la región abusando de uno más débil que él.

Al respecto habría que preguntarle al AMLO del 2021, cuál habría sido su postura, de haberlo vivido, sobre la invasión de Alemania a Polonia en 1939. Ya que la situación que hoy nos ocupa guarda una gran similitud entre ese hecho histórico con el que dio inicio la 2da. Guerra Mundial y este, el que hoy no toca ver aterrados y preocupados por el futuro del mundo al romperse la estabilidad geopolítica que se había conseguido desde 1945 con el nacimiento de la ONU y la OTAN.

Veamos, a más de 500 años de la conquista de España sobre la Gran Tenochtitlan, AMLO aún es presa de un “Trauma Nacional” que lo ha llevado a pedir que el Rey de España se disculpe por ese hecho y también no dudo que tarde mucho en reclamarle a USA la devolución de Texas, Nuevo México, Arizona y California. Aun cuando las circunstancias y el contexto histórico hubieran sido completamente diferentes, con un ingenuo Santa Ana, secuestrado por los texanos cuando éste con tan solo 6 mil hombres fue hasta allá, según él, para recuperar el territorio de Texas que habían declarado como una nación independiente los mexicanos y anglosajones que lo habitaban. Y así, secuestrado, tuvo que ceder esas tierras a la naciente República de Texas.

Es así como el presidente presenta una doble cara ante acontecimientos de similar naturaleza, pero que representan una misma canallada, la agresión del fuerte sobre el débil.

Por otro lado, antes de condenar la invasión, AMLO propone un ridículo e inaceptable plan de “cese al fuego” para iniciar negociaciones de paz mientras que Rusia consolida su presencia en los territorios ocupados del este de Ucrania, tal como hizo en su momento con Crimea, cuando lo que debería hacerse es demandar la inmediata desocupación del país para, una vez cumplida esa demanda, iniciar un diálogo entre iguales y no con la bota del fuerte sobre el cuello del débil.

De todo esto llama la atención lo indigno que resulta para Ebrard, nuestro Canciller, el tener que ir ante los organismos internacionales, el Consejo de Seguridad y la misma Asamblea General de la ONU a proponer semejante disparate que se le ocurrió a su jefe, el Peje, en una noche de delirio, todo con tal de seguir apareciendo como una de las “corcholatas” del Tlatoani, con esto, tengo que decirlo, Ebrard ha perdido el mínimo respeto y reconocimiento que aún le dispensaba yo pues lo veía como el más capaz y preparado de los aspirantes de MORENA a la Presidencia de la República; ¡¡Vaya manera de perder la confianza y escasa credibilidad de los pocos que lo veíamos como una buena opción para el país!!.

Finalmente es de preguntarnos, de qué lado de la historia quiere colocarse AMLO, de lado de los tiranos o del lado del mundo libre, cuya disputa ¡Dios no lo permita! tenga que llegar a resolverse por la vía de una conflagración mundial que sería el equivalente a una 3ra. Guerra Mundial.

Por lo pronto en Argentina, el presidente Fernández, uno de los integrantes del Foro de sao Paulo ya decidió condenar la invasión, veamos qué posición asumirán el resto de los países promotores del Socialismo del Siglo XXI.