Poco a poco se ha venido dando, desde el Congreso y desde la Corte, una sistemática contención a los afanes autoritarios y dictatoriales de AMLO, y en este contexto, a lo que el presidente y sus huestes le llaman abuso de poder de Senadores y Ministros, intromisiones inaceptables de ambos órganos en las decisiones presidenciales  e incluso traición a la patria, y la oposición envalentonada califica como derrotas y decadencia del Ejecutivo, que en parte si lo son, la Teoría Política, desde Montesquieu, lo llama tal como aprendimos desde muy jóvenes quienes abrazamos la abogacía y el Servicio Público como profesión:  División de Poderes y en ese marco “Equilibrio entre Poderes”.

Veamos, en la elección de diputados federales de 2021 los electores le dieron la mayoría simple en la Cámara a MORENA y con esto al presidente López, pero no le dieron la mayoría calificada que requería para realizar cambios en la Constitución y desechar con estos toda la normativa vigente que le impide gobernar autoritaria y dictatorialmente, es decir, los ciudadanos mandaron el mensaje, con su voto, de que la Constitución no se toca, a menos que se diera el consenso de todas las fuerzas políticas, obligando con esto a los grupos parlamentarios al diálogo y la conciliación para poder abordar los temas más relevantes para la nación, sin embargo el régimen lo interpretó como si la elección y su incipiente mayoría les hubiera dado “carta abierta” para hacer y deshacer a sus anchas y a partir de esta soberbia actitud, es que sobrevino toda una serie iniciativas claramente inconstitucionales y, en consecuencia, de rechazos a las locuras presidenciales en el Congreso y eventualmente en la Corte, en cuanto hace a las que llegaron hasta esa instancia.

En principio el presidente propuso Reformas en materia de Seguridad, donde logró el consenso necesario para crear la Guardia Nacional, pero se le impuso la obligación de que, como lo marca la Constitución,  el mando de esta tenía que recaer en un civil y no en un militar, con lo que se explica el nombramiento  de Alfonso Durazo en la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la adscripción de la GN a esta dependencia;  luego vino el tema de la militarización del país, donde la oposición se mantuvo firme en no permitir que la Guardia Nacional, por Acuerdo Presidencial, pasara a depender del Ejército, es decir que consiguiera imponerle un mando militar,(por cierto, apenas ayer la corte echó abajo la adscripción de la GN a la SEDENA)  cosa que, todo hay que decirlo,  ya lo tenía pues un General ha estado desde siempre al frente de la GN y al final, ya en 2022, logró dejar al Ejército en las calles hasta el 2028 merced a que Alito Moreno, el presidente del PRI, se dobló ante los embates presidenciales; luego vino la Reforma Energética de AMLO, que fue desechada en el Congreso por constituir una franca violación a la Constitución, por lo que el presidente pretendió a través de una serie de decretos ponerla en marcha subrepticiamente, afectando los intereses y derechos de inversionistas nacionales y extranjeros al fortalecer el monopolio de la CFE sobre la energía, en contraposición a la libre competencia sustentada tanto en nuestra Carta Magna como en el Tratado de Libre Comercio que  desde 1994 firmamos con USA y Canadá, por lo que finalmente la Corte los ha declarado inconstitucionales; después vino la que realmente logró despertar a la sociedad de su letargo que fue la Reforma Electoral, cuando AMLO pretendió acotar las funciones del INE, hasta su virtual desaparición, en lo que por ser Reforma Constitucional, también fue desechada por el Congreso, orillándolo a poner en marcha un “Plan B”, para hacerlo por la vía de la modificación a 6 Leyes secundarias, las cuales, por contener vicios de origen al no respetar el debido proceso legislativo, se hicieron acreedoras a sendas suspensiones definitivas en la Corte y estamos en espera de una Sentencia definitiva e inapelable que mantenga intacto nuestro Sistema Electoral, con un INE funcional y fortalecido por el rescate que de este seguramente harán los Ministros.

Aun con todas esas “derrotas a cuestas” AMLO no ceja en su empeño de proponer Reformas que bien sabe que no pasaran, como la que pretendía quitarle atribuciones al TRIFE  particularmente respecto a las Acciones Afirmativas que ha venido emitiendo para normar la actuación de los partidos políticos, principalmente en lo que se refiere a cuotas con candidaturas para grupos minoritarios y vulnerables como son los indígenas, los grupos LGBT, los discapacitados y otros más, sin mencionar a las de paridad de género pues estas ya están contempladas incluso en la Constitución y por ser derechos progresivos, no pueden echarse atrás; misma que  afortunadamente ayer quedó fuera de la Agenda Legislativa pues no obtuvo el consenso necesario para ser presentada y aprobada, pues los diputados del PAN, en principio presionados por los medios y la sociedad que les exigían cumplir su compromiso de Moratoria constitucional, se salieron del acuerdo que ya casi estaba “planchado” para sacarla.

Y por último, corre por ahí el rumor de que está lista y no sé si ya fue presentada una iniciativa referente a lo que han venido llamando pomposamente de “Clausula exorbitante” que consiste en que el gobierno pueda rescindir unilateralmente los contratos que tenga firmados con particulares, sin otorgarles el derecho a defenderse o a exigir una justa indemnización, cuando los considere nocivos para el país, y fijados a costos exorbitantes, o simplemente porque el constructor, vendedor o prestador de servicios le “caiga mal” al presidente, la que de pasar en el Congreso al requerir solamente de unqa mayoría simple, seguramente también será desechada en la Corte; todo lo cual nos remite mentalmente a la URSS de antes de los 80s  y  las Cuba y Venezuela actuales; de un autoritarismo, este si exorbitante, al más puro estilo del ¡¡EXPROPIESE!! Castro-Chavista; a ver si después de que se discuta esto en el Congreso todavía haya quienes sigan dudando del decantamiento del régimen hacia el Comunismo Marxista-Leninista, que AMLO quiere disfrazar de socialdemocracia y de “Humanismo a la Mexicana”

Ya para terminar, debo reiterar los argumentos que expuse en  anteriores entregas de “Voz en Libertad”, cuando decía que a la pregunta de ¿Dónde está la oposición? Debemos responder, está ahí, en el Congreso, en la Corte, en los medios libres, en las calles y en la iniciativa privada, resistiendo los embates autoritarios del régimen con un cabeceo, un movimiento de cintura y un juego de piernas que ya hubiera querido tener Mohamed Ali en sus mejores tiempos y de vez en cuando, cada vez con más contundencia, soltando un jab, un gancho o un recto a la mandíbula, equivalentes en política a los escándalos revelados sobre Pio, Martinazo, la Casa Gris de José Ramón, y la Superestafa Maestra a SEGALMEX; en espera del Knoc out definitivo que esperamos se de en el último round, es decir en el 24.