Eso de que no hay dinero es verdad en parte. Los que se fueron endeudaron al gobierno y se robaron muchos millones de pesos. Sin embargo, lo que corresponde al presupuesto de este año, ahí está intacto, aunque se verá un poco disminuido por el servicio de la deuda que se debe pagar.
En tempos del presidente Miguel de la Madrid, después de los despilfarradores sexenios de López Portillo y Echeverría, se emprendió una ruidosa campaña para convencer a los mexicanos de que no había lana para maldita la cosa.
Hoy aquí están actuando de manera parecida. Entre que “no hay y no hay”, ha pasado más de un mes. No han disminuido la inseguridad, el desempleo y la corrupción. Tampoco se han iniciado obras importantes en ninguna parte del estado.
Aun así, creo que debemos darle un poco más de tiempo, con la esperanza de que no se le escurran los días y los meses como agua entre las manos. Estamos ya en la cuenta regresiva. Dentro de un mes, haremos otro balance para ver en qué hemos avanzado.
Hasta hoy vamos igual que como el primero de diciembre: mal. Ojalá a fin de este mes o principios de febrero podamos aplaudir y celebrar algún golpe de timón o acciones concretas y benéficas de Miguel Ángel Yunes.
A nivel nacional, al presidente Enrique Peña Nieto le ha ido como al negrito en feria. Y más con los gasolinazos.
Deseamos que a Veracruz con Yunes le vaya mejor. |