Si pierden la mayoría de los candidatos de la alianza PAN/PRD, significará que el electorado ha dado la espalda a su gobernador.
Y si ganan, los ciudadanos estarían refrendando su voto de confianza al hombre que derrotó al PRI en Veracruz.
A fines de este año, los partidos políticos seleccionarán a sus candidatos presidenciales. El más visible y aventajado es el de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, seguido por Margarita Zavala, Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle, del PAN; Miguel Ángel Osorio Chong, del PRI; Miguel Mancera y otros con mínimas probabilidades de triunfo, incluidos varios independientes.
El 8 de agosto del año pasado, dos meses después de la elección gubernamental, escribí en esta columna que se perfilaba Miguel Ángel Yunes para candidato presidencial o por lo menos para secretario de Gobernación en 2018.
Me llovieron críticas. Posteriormente columnistas de renombre nacional y colegas locales hablaron de una eventual candidatura de Yunes Linares.
A estas alturas recobra fuerza esta posibilidad. En lo personal dudo que le alcance el tiempo para emprender y consolidar una ambiciosa campaña mediática que lo catapultaría y posicionaría hacia la candidatura presidencial.
Sin embargo, en política no hay imposibles… y menos para “un animal político” de los tamaños de Miguel Ángel, como lo definió hace unos meses el periodista Ricardo Alemán.
No ha dicho esta boca es mía y si le preguntan lo negará.
Sería Miguel Ángel Yunes Linares un formidable rival de Andrés Manuel López Obrador en esta contienda política de pesos pesados.
Por cierto, AMLO se ha convertido en el mejor promotor y publicista de Yunes. De todo lo culpa.
Es Yunes, de todos los gobernadores el más conocido… en apenas unos meses.
Esperemos programas y, como dice el periodista Ciro Gómez Leyva: ¡veremos! |