De cualquier modo, en este momento la lucha se divide en tercios y la victoria coquetea con Hipólito, Ana Miriam y Alejandro.
Hay quienes afirman que se desilusionaron del PAN y prefieren que gane el PRI. Muchos más continúan fieles a MORENA a pesar la virulenta campaña contra AMLO.
Y, como siempre, los hoy indecisos, inclinarán el fiel de la balanza y otorgarán el triunfo a uno de los contendientes. Incluso podría dar la sorpresa alguno ajeno a los tres punteros.
Las campañas durarán apenas un mes y se supone que no habrá gastos en exceso. Así que adiós compra de votos. Quien se arriesgue puede ser sancionado hasta con la anulación de su eventual triunfo.
En elecciones pasadas se acusaba el PRI de coaccionar el voto de diversas formas, con obsequio de despensas, amenazas o la compra descarada con dinero en efectivo.
Se llegó a comentar que el fraude electoral se maquinaba con anticipación desde el mismo gobierno y utilizando los más sofisticados métodos tecnológicos.
Hoy el PRI no ejerce el poder en el estado. Veremos cómo se comportan el PAN como gobierno y el PRI como oposición.
La capital del estado sigue siendo la joya de la corona en esta contienda, no obstante que en la ciudad de Veracruz el candidato del PAN/PRD es Fernando Yunes Márquez, hijo del gobernador, mismo que por ningún motivo querrá ser derrotado.
Se habla ya del voto útil y de que PRI y PAN podrían aliarse subrepticiamente con tal de atajar a MORENA, que es el rival a vencer, sobre todo en Veracruz y Estado de México, y así frenar la carrera de López Obrador rumbo a Los Pinos. Miguel Ángel Yunes juega un papel clave. |