Nace en el Cofre de Perote, en un lugar conocido como Pinillo. Un tramo sirve de límite entre Xalapa y Banderilla. Su nombre se debe, según el escritor José Luis Melgarejo Vivanco, a Juan Sedeño, uno de los conquistadores españoles que vinieron con Hernán Cortés.
Atraviesa algunas colonias de Xalapa y desemboca en el río Actopan. En la actualidad y en tiempos de sequía, apenas es un riachuelo. Sólo aumenta su ya disminuido caudal en temporada de lluvias.
LA CASCADA DESCONOCIDA
A la altura del puente ubicado en el bulevar Xalapa-Banderilla, cae una cascada que a la distancia luce majestuosa, y en la cual con los rayos del sol se forma un vistoso arco iris digno de tarjeta postal. Sin embargo, en el lecho y a lo largo de la orilla sobresalen infinidad de envases y pedazos de plástico; hasta animales muertos en estado de putrefacción.
Lo increíble es que miles de personas, sobre todo jóvenes, que nacieron o viven en Xalapa, nunca han visitado la cascada, ni siquiera saben que existe o dónde se localiza.
Es difícil no admirar la ribera y los frondosos árboles por donde no faltan familias haciendo ejercicio o simplemente paseando y disfrutando el paisaje… a pesar del hedor.
A pasos agigantados, desechos sólidos de todo tipo y descargas de aguas residuales lo han contaminado hasta casi convertirlo en río muerto.
La lucha viene de años atrás. El 9 de abril de 2009, se publicó en el Diario de Xalapa la siguiente información:
“Crece la contaminación en el Sedeño.- A cuatro años de la instalación del comité técnico del Consejo de Coordinación Intermunicipal Para el Rescate y Sustentabilidad de la Cuenca del Río Sedeño, los esfuerzos para salvar este río son pocos o nulos. Autoridades de Acajete, Banderilla, Rafael Lucio, San Andrés Tlalnelhuayocan y Xalapa guardan silencio al respecto, mientras que la suciedad del río (sic) va en aumento”.
Según personas que viven en las inmediaciones del Sedeño, entrevistadas por el mismo periódico, entre ellos Félix Bautista, “hace años aún se podían ver aguas claras”… pero por falta de drenaje y “a medida que ha ido llegando más gente a vivir aquí, han ido sacando sus mangueras hacia el río. Ahí se arroja todo tipo de suciedad desde hace tiempo. Por ello ahora huele muy mal y está muy sucio”.
Por otra parte, Francisco Vázquez Ávila, presidente de la asociación civil Desarrollo Sustentable del Río Sedeño y Lucas Martín, informó que este lunes 14 de mayo hubo “una visita de campo” y que trabajan coordinadamente con el Frente Común por Banderilla que encabeza José Miguel Hernández.
También se ha creado el Comité de la Cuenca del Río Sedeño, “para la gestión integrada y compartida del agua”… un sueño por alcanzar, afirma emocionado Vázquez Ávila.
Dijo que han platicado con funcionarios municipales de Banderilla y de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Xalapa y esperan avances significativos en su lucha por el río.
Xalapeños que conocen Orizaba, opinan que “ojalá se lograra lo que en aquella ciudad, donde su río fue saneado y convertido en paseo turístico y en una especie de zoológico con animales que estaban o están en peligro de extinción”.
Residentes del fraccionamiento Lucas Martín, colonia Revolución y otras expresaron su deseo y confianza en que el presidente municipal, Hipólito Rodríguez Herrero, “con reputación de ambientalista y ecologista”, los apoye en su lucha por el rescate del Sedeño.
“Sabemos que nos llevará años salvarlo de la polución que hoy lo asfixia, pero algún día veremos sus aguas limpias y será un atractivo turístico más de Xalapa y la región”, comentaron esperanzados.
Itzel Rolón Rodríguez, egresada de la facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana, realizó un profundo estudio que expone en su tesis “Evaluación de la planta de tratamiento de aguas residuales Quetzalapan-Sedeño del municipio de Banderilla, Veracruz”.
Rolón Rodríguez recomienda que, “para evitar problemas en el sistema de tratamiento y mejorar la eficiencia de las instalaciones”, se conduzca “una mayor cantidad de aguas residuales domésticas a la planta para su tratamiento”.
Sugiere que “no es necesario desviar parte del afluente al río Sedeño, porque esto ocasiona problemas al ser descargado sin un tratamiento” y agrega que “esto se puede evitar, dado que la planta cuenta con capacidad de tratar dicho caudal”.
Recomienda también llevar a cabo procesos de nitrificación en el tanque de aireación, realizar más estudios para “determinar la factibilidad que podría tener este proceso al tratamiento y las modificaciones que éste conllevaría al rediseño de los parámetros de operación”.
En conclusión, tanto estudiosos de la materia como autoridades y sociedad en general coinciden en que este río puede y debe ser rescatado por el bien de Xalapa y la región.
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