No será ni uno ni otro. No por falta de ganas del presidente Enrique Peña Nieto, sino porque sus favoritos aparecen muy abajo en las encuestas. No se arriesgará a una eventual derrota en las urnas.
El único de los priistas que medio se defenderá en la contienda es el secretario de Gobernación. Esto no significa que vaya a ganar la elección presidencial.
A la cabeza de las preferencias continúa hasta el momento Andrés Manuel López Obrador y no sería raro que, una vez más y como en 2012 y 2006, vuelvan a unirse subrepticiamente PRI y PAN para impedirle su ascenso al poder.
En la guerra y la política se echa mano de las estrategias y tácticas más increíbles. Cualquier pacto es posible por inverosímil que parezca.
Desde hoy se cruzan apuestas entre quienes aseguran que el próximo presidente es López Obrador y quienes juran que por ningún motivo los poderes fácticos permitirán que la “tercera sea la vencida”.
Así que, estimados amigos, en las boletas electorales de 2018 para elegir presidente de la república veremos a Ricardo Anaya Cortés por el Frente Ciudadano (PAN, PRD y MC), Andrés Manuel López Obrador por Morena y PT, y, aunque hoy no lo crean, por el PRI y partidos aliados, a Miguel Ángel Osorio Chong.
Para la gubernatura de Veracruz siguen firmes por el PRI, Héctor y Pepe Yunes.
Por el PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez. Y por Morena nadie le disputa la candidatura a Cuitláhuac García Jiménez.
Margarita Zavala es la única de los aspirantes independientes que presentará batalla, aunque con reducidas probabilidades de triunfo.
Hagan sus apuestas y prometo que allá por mayo, después de darle seguimiento a las campañas, pronosticaré, con mínimo margen de error, quién ocupará la presidencia de la república.
También les anticiparé si el gobernador del estado será otro Yunes o Cuitláhuac. |