El pasado lunes el senador panista, Julen Rementería del Puerto, dio a conocer el Programa Anual de Adquisiciones de Presidencia a través de sus redes sociales. Un documento oficial y público en el cual se detalla el presupuesto que se tiene para comprar los productos básicos de la oficina presidencial; despensa, artículos de limpieza, material de construcción, etc.
El motivo de revelar esta lista fue que todo estaba comprado a un excesivo sobreprecio. Como ejemplos se detallaron los siguientes costos:
|
1 kg de jamón de pavo: $3,013.56
1 kg de longaniza: $16,789.10
1 caja de cerillos con 200 luces: $1,296.51
1 lata de refresco: $336.30
1 paquete de 500 servilletas: $295.66
1 caja de endulzante para café: $6,578.90
1 kg de polvo para gelatina: $3,763.15
1 clavo para madera de 2": $1,002.46
1 clavo para madera de 3": $1,002.46
Naturalmente, esta información se viralizó a la velocidad de un corredor keniano y se volvió tendencia nacional, adquiriendo el término #LonganizaGate, haciendo alusión al también famoso escándalo en el sexenio de Vicente Fox, el Toalla Gate.
Ahora bien, el título de esta columna hace referencia a las respuestas de presidencia, ya que una vez más, presenciamos una serie de maromas de alto grado de dificultad para intentar defenderse.
En primera instancia y con una soberbia notable, Andrés Manuel afirmó que lo expuesto por el senador eran ‘fake news’, es decir, que la información proporcionada era «falsa, un invento y un montaje», según el mandatario nacional.
No obstante, al comprobarse que se trataba de documentos oficiales de la Oficina de Presidencia, se modificó la versión de la defensa. Ahora la respuesta fue que «la información contenida en el Programa no es propiamente la que se ejerce y justifica», se lee en un comunicado emitido por esta oficina. Al mismo tiempo que se aclara que este contenido será modificado.
A final de cuentas, usted decide si creerle o no al presidente, pero no es mi caso. Me resulta bastante increíble que a casi un año de gestión la Oficina de Presidencia no haya tenido ni el tiempo ni la atención suficiente para administrar estos gastos, que repito, son productos básicos, de uso diario y por supuesto, necesarios.
Más bien, lo que es claro es que si no se hubiera hecho viral esta información, ese presupuesto se habría mantenido y, por lo tanto, se habría gastado. Y lo que es más importante, dijeron que se modificaría, habrá que ver si cumplen con esto o no.
Hasta entonces podremos saber si López Obrador le da valor a su palabra, pero sobre todo, si la gente sigue creyéndole a ciegas o si México aprovecha la oportunidad de despertar y exigir resultados y realidades a su presidente.
Y tú, ¿Kime cuentas?
Sígueme en Twitter: @kimsebastian_
Mándame un correo: kimecuentas@gmail.com |