El problema viene con la llamada ‘marea verde’. Este neofeminismo que ha olvidado las bases de este movimiento y se ha radicalizado hasta el punto de demeritar los logros obtenidos por grandes mujeres a lo largo de la historia. ¿Por qué lo digo? Porque han perdido el suelo; han llegado al punto de mentir, exagerar y hasta vandalizar con el pretexto de que “no son escuchadas”.
Dejemos las cosas claras: en México existen instituciones de gobierno que se especializan y se dedican única y exclusivamente al cuidado de las mujeres; existe la ley de paridad de género, la cual obliga, tanto al Senado como a las cámaras de diputados (federal y locales) a que existan la misma cantidad de mujeres que hombres en las curules; al mismo tiempo que hay también mujeres a cargo de la seguridad de muchas ciudades y entidades en el país. Entonces, ¿la culpa sigue siendo de los hombres? ¿O las mujeres a cargo no son lo suficientemente capaces de erradicar lo que ellas llaman ‘el patriarcado’?
Digo esto porque precisamente el lunes pasado un grupo de neofeministas arribaron a la SSC y agredieron (sí, es una agresión, sea menor o fuerte, lo es) a su titular, Jesús Orta, al arrojarle brillantina en el rostro. Si bien es cierto que esto es inofensivo, estoy seguro de que a nadie que esté leyendo esto le agradaría que se lo hicieran a su persona.
Acto seguido, se dirigieron a la Procuraduría General de Justica (PGJ), vandalizando lo que encontraban a su paso hasta llegar a su objetivo. Al llegar al edificio rompieron una puerta de cristal, llenaron de pintura las paredes e hicieron cuantos destrozos quisieron al interior del inmueble.
Yo me pregunto: ¿para qué?, ¿de qué sirve?, ¿solucionaron el problema o crearon otro?
Ese es el punto y hago un paréntesis para criticar también a aquellos periodistas, activistas y demás personas que alabaron este acto con tal de generar presión desde una postura opositora contra el gobierno en turno. Porque es válido discrepar con ambas partes, como lo hago yo en este espacio. Lo que me parece mediocre es aprovecharse de algo que sabemos que está mal y utilizarlo en nuestro favor con tal de joder a la 4T. Eso no es ni periodismo ni oposición, es chantaje político, nada más.
Regresando al tema, insisto en que romper cristales y pintar paredes no ayuda en nada, sólo generan más problemas. Están ocasionando daños a terceros y ninguna mujer que haya logrado algo en favor del feminismo ha hecho algo así jamás. Porque el feminismo nunca buscó ser una imposición, siempre ha sido una lucha social basada en argumentos y actos de valor que buscan la igualdad y la equidad entre hombres y mujeres. Pues este nuevo movimiento parece buscar la supremacía.
Prueba de ello que es que estas pseudofeministas sólo “luchan” en países donde sus movimientos son subsidiados (reciben dinero) y donde las mujeres ya tienen igualdad de derechos y libertades que los hombres.
¿Cuándo será el día en que luchen por los derechos de las mujeres en Medio Oriente? Ahí sí existe una opresión real. No acá donde sus objetivos son implementar un lenguaje imposible de pronunciar y por supuesto, darle más poder político a la mujer. Hipócritas, eso es lo que son.
En fin, sin duda es muy trágico que sucedan casos como el de la menor que fue abusada sexualmente por policías y sobre todo, que exista impunidad para ellos. El gobierno capitalino debe esclarecer el suceso y aplicar justicia a como dé lugar. Por otro lado, es necesario también repudiar el vandalismo y los actos de violencia que las neofeministas justifican como “lucha social”, pues insisto, nunca ninguna mujer que haya logrado algo en favor de este movimiento ha tenido que pasar por encima de nadie y eso es algo que no debemos perder de vista si queremos progresar en sociedad.
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