Antes de que se me tache de mentiroso o alarmista, los invito, amables lectores, a que lo verifiquen ustedes mismos. En el sitio «ppef.hacienda.gob.mx» en el apartado de «ingresos» se detalla cómo y porqué los impuestos incrementarán durante este año.
Ahora bien, como ya lo habrá notado, subieron los precios en los productos de la canasta básica. Esto tiene una sencilla explicación: impuestos. Sí, esos malditos impuestos que López Obrador juró y perjuró y volvió a jurar casi por su madre que no iban a aumentar, aumentaron. Vaya sorpresa...
Pareciera que el presidente trata de convencer a la gente de que la economía puede mejorar por decreto. Por ejemplo, aumentar el salario mínimo de manera abrupta en un momento en el que la economía está estancada con un “crecimiento” de 0.0 por ciento, pues no hay inversión, ni producción; ni nacional, ni extranjera. ¿Qué podría salir mal?
Pues muchas cosas. Empezando por explicar que el salario mínimo es simplemente una regulación, no una garantía. Sólo sirve para que el gobierno sepa qué porcentaje se le debe descontar de su sueldo al trabajador. Entre más alto es el salario mínimo, más alto es el impuesto que el gobierno cobra. Una artimaña sucia que debiera erradicarse, pero que acá es el sostén de la clase política.
Pero no se preocupen, ya salió el ejecutivo federal a decir que el incremento de los impuestos no tiene nada que ver con su gobierno... Entonces, ¿quién los aumentó? ¿El “prian”? ¿Calderón? ¿El neoliberalismo? Sería bueno que explicara porqué hay más impuestos y más altos en la administración que él encabeza.
Regresando al tema y por otro lado está el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Temido por unos, repudiado por otros, amado sólo por los políticos. Y es que aunque quieran vender humo con sus juegos de palabras y decir que no va a pasar nada, la realidad es que si nada fuera a cambiar, ¿para qué cambiar la Ley entonces? Con la Ley de Extinción de Dominio en vigor y con la nueva forma de fiscalización estarán obligando a los contribuyentes a evitar usar tarjetas de crédito, ya que con la mínima sospecha de que existen irregularidades en nuestros ingresos con nuestros gastos, el gobierno podrá, sin ningún tipo de averiguación previa, quitarnos todo. Y no exagero, revisen la Ley mencionada: casa, auto, ropa o lo que sirva para “pagar” lo que “gastamos de más”.
Esto sólo provocará que prefiramos retroceder al uso del efectivo, por miedo a caer en las garras del SAT. Pero también con el miedo de andar cargando dinero en la cartera o tener que guardarlo en casa, donde está expuesto a un robo, recalcando que en el tema de la inseguridad tampoco hemos avanzado, sino todo lo contrario.
Y por si fuera poco, se especula que el gobierno pretende intentar controlar los precios del mercado. De nuevo, suponiendo que la economía puede y va a mejorar simplemente «porque yo lo digo». Es vital entender que la economía es una ciencia que requiere de mecanismos técnicos y especializados para lograr resultados positivos. Si se pretende que todo va a estar mejor sólo porque una persona así lo dice, estamos perdidos.
Mientras tanto, los hijos de López Obrador acaban de abrir su propio negocio, con el dinero de nosotros, claro está. Nunca en su vida habían producido absolutamente nada, casualmente con “papi” en el poder ahora son todos unos empresarios. Toda vez que los mexicanos que sí trabajamos para nuestro sustento seremos castigados con más impuestos y más caros.
En fin, de corazón les deseo lo mejor para este año que recién arranca. Advirtiendo que la única manera de que realmente nos vaya mejor es sacando a MORENA y a López Obrador del poder. Aún estamos a tiempo, no lo desaprovechemos.
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