Además, en México, se ha jugado un papel desorientador, pues mientras los responsables del sector salud, dicen una cosa y se apegan a la realidad que se está viviendo con esta enfermedad, el Presidente de la República, dice otra cosa y descalifica, al mismo tiempo, todas las versiones que pudieran reseñar los propios funcionarios de la Secretaría de Salud.
A estas alturas, el Doctor Hugo López Gatell, ya se encuentra cansado y desesperado por no poder ofrecer al pueblo mexicano, una mejor noticia todos los días y encima de todo esto, bien se ha dado cuenta que el mandatario nacional, no considera los esfuerzos que se hacen, pues al contrario, muchas veces, como se ha visto claramente, ha ido en contra de la propia lucha del gobierno, a través de las instituciones de salud.
En este momento, se ha indicado por las propias autoridades de salud, que el país se encuentra en su mayor riesgo de contagios, pues las cifras revelan el alza que ha tenido en los últimos días, tanto de contagiados como de muertos, donde se ve que la pandemia ha superado todos los esfuerzos de los médicos y de las instituciones, al grado de que todo parece indicar que se está dejando al garete, es decir, sin hacer mas de lo que se está haciendo, pues no hay manera de hacer otra cosa, ni tampoco de procurar revertir los efectos, porque sencillamente, tampoco se ha puesto interés en el propio Presidente de la República, para realizar acciones que sean verdaderamente necesarias e invertir lo suficiente para hacer frente a las necesidades que se presenten.
Al Presidente López Obrador, no le interesa absolutamente nada de todo lo que está pasando, porque sencillamente, él sigue en sus propósitos y no ordena invertir el dinero que tiene el país, porque sencillamente, le hace falta para otros menesteres que no son de beneficio para el pueblo mexicano, sino para cubrir sus propias acciones políticas, lo que han sido, en gran parte, el motivo principal para moverse por todos lados. México, en estos momentos, padece una de las grandes crisis de su historia, no solo en materia de salud, sino económica, debido a las torpes decisiones del gobierno federal, quien, no tiene ni el más mínimo interés en salvar a la población.
Recientemente, se vio al Subsecretario de Salud, y vocero oficial del Gobierno de la República, para dar a conocer el seguimiento que se le están dando al Covid 19, el Doctor Hugo López Gatell, profundamente cansado por la actividad a que ha estado sometido en los recientes meses, sin tener, hasta este momento quien lo releve o cuando menos que le auxilie en este proceso de enfrentamiento de la pandemia que ocupa a todos.
No hay para cuando, serían la interpretación de cada palabra que emite el funcionario, porque bien se ha dado cuenta que no hay elementos suficientes para salir todos los días al escenario nacional, e informar de lo que en realidad está pasando. Los contagios se han elevado considerablemente y hay la seguridad de que en solo tres meses, las cifras estarán por los cielos por cuanto corresponde a la contabilidad que se lleva por los efectos de esta calamidad nacional e internacional.
El Doctor López Gatell, le apuesta, como todo el mundo a que en breve se conozca una vacuna o cuando menos un tratamiento eficaz que haga disminuir el contagio y la contabilidad de las muertes. Mientras no haya una forma definida para curar o parar el avance de esta enfermedad, el riesgo será cada día mayor para todos los mexicanos, por igual.
Mientras tanto, el Presidente de la República, sigue insistiendo en que todo mundo debe salir a las calles, que no tanga miedo, con la finalidad de poder justificar que él mismo, como responsable de todo un país, ande por todos lados haciendo campaña política. Así son las cosas, en este momento.
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A QUÉ VINO, SEÑOR PRESIDENTE.
UNA VEZ QUE se ha ido, la gente de Veracruz, le pregunta al Presidente de la República, a qué vino, en realidad, a esta entidad veracruzana.
Un presidente, cuando sale a determinado Estado, del país, es porque lleva un propósito bien definido como puede ser el de poner en funcionamiento alguna obra de beneficio social, de ir directamente ante el pueblo para anunciar tal o cual obra que repercuta en el mejoramiento de vida de cada uno de los habitantes de dicha entidad, o bien, para atender personalmente los problemas que se encuentran pendientes para buscarles alguna solución.
Pero no, el Presidente vino, vio y se fue, sin dejar un mensaje positivo, de relevancia para el pueblo veracruzano, a no ser que haya venido a confirmar que verdaderamente en Veracruz, se tiene a un hombre que supuestamente gobierna con gran honestidad a toda prueba.
Si no trajo algo que valga la pena, la pregunta para todos los veracruzanos, por igual, seguirá siendo la misma ¿ A qué vino, Señor Presidente?, porque que se sepa ni siquiera atendió a quienes le tenían alguna demanda pendiente o una petición par solucionar algún problema en la entidad.
Los sectores de la sociedad veracruzana, se han visto, una vez más, defraudados por un gobernante que ha sido depositario de la mayor confianza popular en la historia política de México, y de Veracruz, en lo que le corresponde.
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VERACRUZ, FOCO DE INFECCION.
PARA NADIE es desconocido que también en la entidad veracruzana, las autoridades gubernamentales como de salud en lo particular, se han visto rebasados por la enfermedad.
La pandemia del covid 19, ha cobrado más de mil vidas y los responsables de velar por la seguridad y por la salud de los veracruzanos, siguen estando con los brazos cruzados en espera de que tarde o temprano, venga un milagro a salvar a la población, porque de ellos no hay nada que pueda considerarse de valor en las actuales condiciones en que se desarrolla esta enfermedad.
Veracruz, se ha convertido en uno de los más grandes focos de contagio en todo el país, principalmente, porque las autoridades no tuvieron el interés suficiente para poder implementar las estrategias necesarias ante el avance de la enfermedad, además de que hubo todo el tiempo del mundo para haberse preparado con esta contingencia.
Por otro lado, tampoco se sabe que el gobierno estatal, haya preparado algún programa social de apoyo a la población vulnerable, pues miles de personas de avanzada edad han tenido que salid a la calle en busca del alimento diario, aún sabiendo que tienen menores posibilidades en aguantar el peso de un contagio.
El gobierno del Estado, debiera proteger, cuando menos, a las familias que no tienen ya qué comer y a todos aquellas personas que por su edad y condición de salud inestable son propensas a contraer el virus e incluso morir por los efectos de esta misma pandemia.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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