Sin embargo, hay quienes piensan que el Presidente, ya no siente lo duro, sino lo tupido y se tiene que recurrir a otros inventos de esta naturaleza, para tratar de ocultar las verdaderas cosas que pasan dentro de su gobierno y que de saberlas, el pueblo, sencillamente, le terminaría de negar la confianza que un día le tuvo. Esto es lo que más se tiene como evidencia, pues no se puede entender otra cosa, pues en todo el país, ahora hay mayores preocupaciones por salir adelante después de que la pandemia, ha generado mayores necesidades económicas, de la cuales, por cierto, no se ha ocupado el mismo gobierno del cambio o de la transformación como tanto se ha dicho.
López Obrador, ha creado una nueva ocurrencia en tiempos difíciles para los mexicanos en general, que bien se han dado cuenta que su gobierno, no ha sido capaz para resolver los grandes problemas de México, cuyos compromisos fueron contraídos en plena campaña política y que todavía hay muchos de los que ahora son gobernados, que le creyeron por completo, dando como resultado la abultada votación en su favor. Todo parece apuntar a que se han sacado de la manga este nuevo instrumento de la distracción para poder justificar, una vez más, sin elementos ciertos y concretos, la razón por la cual no se han logrado cumplir los acuerdos y compromisos a nivel nacional.
A un año seis meses de gobierno, el agua está por llegarle al cuello al mismo Presidente de la República, como a todos los que integran esta administración, pues tan solo en materia política, se ha visto evidente rechazo a sus proyectos y a todo lo que huela al partido Morena, de donde se desprendió este gobierno y este líder de las grandes mayorías que ahora está quedando muy mal, sobre todo, por sus ideas caprichosas y las constantes ocurrencias que desde Palacio de Gobierno, ha querido implementar. El Presidente, ha comenzado a sentir que la cuerda le aprieta y que poco a poco, el círculo se le va cerrando, de tal manera, que conforme pasa el tiempo, mayores preocupaciones le asustan, luego de que hasta en su propia tierra, ya lo rechazan.
El BOA, o la Boa, como la quiera entender, ha sido un documento filtrado, al parecer, con pleno conocimiento del mismo Presidente de la República, por lo que se ha manejado como otro intento más en el propósito de ganar tiempo para poder responder, alguna vez, con mayores elementos, a las demandas que ahora le hace el pueblo, cuya bondad parece desaparecer para hacerle patente sus reclamos y necesidades que se tienen ante tremendos problemas nacionales, como el la situación económica, la presencia del mal que se enfrenta y las equivocadas disposiciones que han creado, a lo largo de estos pocos meses de su gobierno, bastantes confusiones y malestares generales de los gobernados.
En fin, que hasta no ver, no creer, en esto del BOA, es decir, el famoso documento emitido, supuestamente por un bloque opositor al gobierno de López Obrador, que pretende, como si fuera un verdadero golpe de estado, destituirlo de su cargo, por lo que se queja amargamente y que puede ser motivo, para estos días que vienen, ocuparse en ello y olvidar las demandas del pueblo, principalmente en la satisfacción de varios compromisos contraídos.
La sociedad, integrada en diversos sectores, ha estado pidiendo al Presidente, que ya se ocupe de los problemas de México, en lugar de estar inventando pretextos para no trabajar a favor de todos los habitantes de este país, que independientemente de estas ocurrencias, está sufriendo por la falta de recursos, por la falta de empleos y por la poca atención que se ha mostrado en el problema de salud, que en todo caso, es lo más urgente y prioritario de su administración.
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RIVEROS HERNANDEZ, EN LA CHAMBA.
A PESAR DE LOS GRANDES problemas de salud que existen en todo el territorio estatal, Héctor Manuel Riveros Hernández, Comisionado de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial, hace permanentes recorridos por todas las comandancias que tiene la institución de seguridad privada, para conocer las necesidades que tienen y entregar uniformes y otros aditamentos que son necesarios para la debida prestación del servicio.
Riveros Hernández, se ha distinguido, precisamente, por mantener el ganado prestigio del Instituto, bajo su cargo, por lo que todos los días se traslada a diversas regiones de la entidad, donde supervisa personalmente que todo funcione de acuerdo a los protocolos establecidos y que se cumpla cabalmente con los compromisos contraídos con diversas empresas y negocios a los cuales sirve la institución en materia de seguridad privada, la cual, también se convierte en seguridad pública, luego de que sus elementos están suficientemente preparados para atender las necesidades de seguridad de todos los veracruzanos, en general, tal y como se han tenido noticias permanentemente. El IPAX, es una corporación policiaca que se ha ganado la confianza de quienes contratan sus servicios.
Ayer mismo, el Licenciado Héctor Riveros Hernández, Comisionado de esta corporación policiaca, estuvo en Martínez de la Torre, donde cumplió una vez más con la atención a las necesidades de aquella Comandancia, que funciona en favor de sus respectivos usuarios, así como de la ciudadanía en general.
La institución cuenta actualmente con más de ocho mil elementos, a quienes prepara constantemente para su actualización, tanto en el manejo de las armas, como en las estrategias que se tienen que utilizar en la responsabilidad diaria de resguardar la seguridad de las empresas, negocios, personas y bienes, de quienes los contratan.
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LOS ATAQUES A XALAPA.
DESPUES DE ESTOS atentados a la tranquilidad de la capital del Estado, perpetrados por elementos bien preparados para estas acciones, donde también fue afectada la comunidad religiosa, pues se pintarrajearon algunas paredes y espacios de las iglesias católicas, es posible que las bendiciones de AMLO, para el Gobernador del Estado, y para los propios veracruzanos, ya no tengan el suficiente efecto espiritual, pues si como se dice que este suceso pudo ser manipulado oficialmente, la iglesia, entonces, se estaría negando a aceptar que estos hechos fueron realizados por personas ajenas al gobierno.
Habría que decirle también al Presidente, que Veracruz, no está bendito del todo y que su aliado, en Palacio de gobierno, no es exactamente, una bendición para el pueblo que gobierna.
Así las cosas, lo único que hay que ver y creer, son los daños sufridos por esta ciudad, a la cual se le debe proteger, porque en verdad, es un verdadero patrimonio cultural que tenemos y que debemos valorar quienes vivimos en ella, incluyendo, desde luego, al propio alcalde y Gobernador, quienes no movieron un solo dedo para detener la turba.
¿Tendrán razón quienes piensan que dichas acciones fueron autorizadas o enviadas por alguien que forma parte de la cuarta transformación?
Un caso, sin duda, para un nuevo Sherlock Holmes.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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