Mucho se ha dicho que el titular del Poder Ejecutivo de Veracruz, podría ser invitado a pedir una licencia definitiva al Congreso local, para separarse de su cargo. El pretexto sería que su padre político lo invitara a que se fuera al altiplano para cumplir con alguna comisión, más o menos importante, dejando el espacio, el cargo y la responsabilidad a otro político que tenga la suficiente capacidad para resolver los problemas de la entidad, además de estabilizar la posición política de Morena, par enfrentar los próximos comicios del año entrante.
Ya hay varias señales de que el Presidente, quiere hacer este cambio para poder asegurarse, de alguna manera, que en la entidad veracruzana, tenga los votos suficientes para poder tener éxito electoral con los próximos candidatos a diputados federales, que es lo que en este momento le preocupa y mantener, de esa manera, la mayoría en el congreso federal. Este éxito electoral, sabe bien el mandatario nacional, que Cuitláhuac García Jiménez, no se lo garantiza, de tal manera, que sí debe ser un verdadero pendiente que tiene que solucionar cuanto antes. Se dice que podría ser en los finales del mes de noviembre, porque esa sería la fecha que se necesita para cumplir con lo que dispone la Constitución local, sin que se tenga que recurrir a una nueva elección en Veracruz, lo que no es conveniente ni procedente para este caso.
Lo que acaba de suceder con la supuesta reunión de un importante personaje del gobierno federal, como el Legislador veracruzano, ha puesto en vigencia, nuevamente, la posibilidad de la que se ha estado hablando en los recientes meses, aunque en últimas fechas se dijo que el Presidente, le tenía confianza a su pupilo político en Veracruz, tanto que el mismo mandatario estatal, salió en una ocasión a decir que no dejaría su puesto en Veracruz, pero como en política todo cambia de un momento a otro, otras cosas pudieran estarse cocinando en el altiplano.
A todo esto habría que añadir, que siendo el Presidente, un político con gran experiencia, quién no dice que quiera, de una buena vez, matar dos pájaros de una pedrada, teniendo en cuenta que son los propios veracruzanos, quienes han pedido en diversas ocasiones que el Presidente, ordene este cambio, aunque hayan sido los propios electores quienes se hayan decidido por Cuitláhuac, en las elecciones pasadas.
Un cambio como estos, en Veracruz, sería saludable, puesto que políticamente, el Presidente, se coloca en mejor posición frente a sus gobernados y nace la posibilidad, cuando menos en la entidad veracruzana, de que nuevamente confíen en él y le otorguen una buena cantidad de votos en las próximas elecciones. Al mismo tiempo fortalece a su partido y los veracruzanos, pudieran darse por atendidos y satisfechos, teniendo en Veracruz, un nuevo gobierno, apegado, eso sí, a los lineamientos federales, pero con otra visión que pudiera ser aceptada entre la clase política de Veracruz, y de los propios gobernados.
Todo esto se ha dicho en muchas ocasiones, pero como los tiempos no llegan todavía para poder hacer estos movimientos, el mismo Presidente, ha mantenido la idea de no hacer cambios para evitar mayores complicaciones en el gobierno de Veracruz, pero ahora que ya se mueven otra vez los hilos de la política estatal, por acercarse el proceso electoral, más los indicios que se perciben en el panorama político estatal, nuevamente se habla de la sustitución política del Gobernador, para que otro personaje pueda hacer lo que hasta ahora no se ha hecho a favor de Veracruz. Ahued Bardahuill, por lo pronto, seguirá siendo punto de referencia para estas posibilidades políticas. ¿No lo cree así, amigo lector?.
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EL TEMOR DE CUITLÁHUAC.
SIN BIEN, LOS DIPUTADOS de Morena, en el Congreso local, han hecho hasta lo imposible para que la reforma política impulsada por ellos, tengan el aval de la mayoría de los alcaldes veracruzanos, como supuestamente, ya lo lograron, fue, más que nada para darle el gusto a su propio Gobernador, en el sentido de no pasar por la prueba que significa someterse a la revocación de mandato.
Lo que no midieron o no tomaron en cuenta los legisladores morenos, es que tarde o temprano, este proceso tendrá que llevarse a cabo y que el mandatario estatal, pasará, quiera o no, por este momento difícil de su vida política, aunque tenga el temor fundado de que será despedido de su trabajo en Palacio.
Ya se h declarado también que la revocación de mandato, se encuentra establecida en la Constitución General de la República, y que ninguna ley menos puede, en este caso, contradecirla. Así es que también, sabiéndolo los alcaldes veracruzanos, le dieron su voto, al parecer, a favor, pero conscientes de que la revocación de mandato podría ser un hecho político en Veracruz.
Y aunque en principio, se dijo que el Gobernador del Estado, temía someterse a esta nueva consideración del pueblo veracruzano, bien le valdría no preocuparse, porque tal vez, ni siquiera llegue a este tiempo del dos mil veintidós, cuando se ha establecido poner en vigencia este proceso de evaluación política y de trabajo del mandatario estatal, en virtud de que antes, podría estarse enfrentando a la decisión política de pedir licencia a su cargo, porque así podrían ser las instrucciones de su propio Jefe político.
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LOS PARTIDOS POLITICOS, TRANQUILOS.
LOS DIRIGENTES DE LOS partidos políticos en Veracruz, son catalogados como altamente experimentados en el quehacer político de la entidad veracruzana, por lo que hasta ahora no muestran preocupación alguna, porque saben de sobra que cualquier decisión que se tome respecto a la permanencia o no del Gobernador veracruzano, no les afecta, sino al contrario les conviene por todos los lados que se le quiera ver.
En el caso de que Cuitláhuac García Jiménez, sea sustituido y que en su lugar se designara a Ricardo Ahued Bardahuill se quitarían esa preocupación que sí existe en todos los partidos políticos y sus respectivos dirigentes, porque saben, también, que el Senador de la República, cuenta con grandes apoyos, no de Morena, sino de manera personal, porque es un verdadero capital político que conserva y que muchos otros aspirantes quisieran tener. Es cierto que su presencia en el gobierno, pudiera generar nuevamente confianza en Morena, pero ya no sería el ahora Legislador veracruzano, directamente, el candidato a vencer.
Por otro lado, cualquier otro candidato, fuera de Ricardo Ahued Bardahuill, no sería difícil, para ningún partido, lograr la victoria electoral.
Desde estos puntos de vista, cualquier decisión que se tome, sería favorable para todos ellos, que ahora, constituyen la oposición.
El peligro sería, que quien sustituyera a Cuitláhuac, no fuera Ahued Bardahuill, aunque en este caso, el Presidente, se la jugaría.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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