Cuando vemos que la principal “estrategia” de la 4T ha sido una intensa campaña de agresiones y descalificaciones a la clase media en general, de menosprecio por la ciencia y el conocimiento, de descalificación y ataque a periodistas, de ataques a la UNAM, a su Rector y a las Universidades Públicas en general; de señalamientos como golpistas a padres de niños con cáncer, de acusaciones de corrupción sin probarlo, a todos los órganos autónomos del Estado Mexicano que reciben recursos federales; de cancelación de proyectos emblemáticos como el aeropuerto en Texcoco, por supuestos actos de corrupción, de cancelación, por las mismas razones del Seguro Popular, de Estancias Infantiles, de Refugios para mujeres maltratadas y de Escuelas de Tiempo Completo, así como de cancelación de apoyos al campo, al INE, a la Cultura, al Deporte, al Cine, a los artistas y artesanos y la desaparición de los Fondos de Promoción Turística, de Desastres Naturales y de recortes al presupuesto del Metro de la CDMX que han provocado, en esta administración, 3 de los 4 accidentes graves que ha sufrido el Sistema desde su inauguración en 1969 y muchos temas más relacionados con áreas muy sensibles para la sociedad como son la Seguridad, la Salud y la Educación, debemos concluir que solo hay cosas negativas y ninguna positiva.
Es tan larga la lista de agravios a la sociedad y tantos los frentes abiertos en contra de AMLO, provocados por su soberbia y necedad, que sería inconcebible un escenario donde MORENA pudiera ganar y conservar los cargos que estarán en disputa este año 2023 y el próximo 2024 en nuestro país pues es a la vez inconcebible, que las clases medias, que conforman las grandes mayorías nacionales, cuyos votos llevaron al triunfo a AMLO en 2018, vuelvan a refrendar su apoyo y confianza al régimen que los ha agredido, menospreciado, humillado y descalificado continuamente. Y si consideramos además a otros sectores minoritarios como los cerca de 4 millones que han pasado de la clase media a la pobreza durante este sexenio, así como todos aquellos de los que no se tienen cifras pero que han pasado de la pobreza a la miseria, aunado a los de la clase alta o ricos que también se han visto acosados por el régimen acusándolos de hambreadores del pueblo, racistas, clasistas y de no ser solidarios con los que menos tienen, aunque sean ellos quienes han cargado con el peso del pago de impuestos que el gobierno ha dilapidado en la remodelación de un aeródromo militar en Santa Lucía para convertirlo en una aeropista civil que ahora pomposamente llaman “Aeropuerto Internacional”, en una Refinería que a un año de su “fastuosa inauguración” no ha refinado ni una sola gota de gasolina aún, de un Tren Maya que está arrasando con la mega- diversidad de la península de Yucatán y un Tren Trans-istmico cuya utilidad y avances no ha sido del todo explicada, obras de relumbrón, ineficientes e innecesarias asignadas a contratistas amigos y compadres del presidente, de sus familiares y de sus funcionarios, cuyo costo se ha disparado mucho más allá de lo proyectado; así como el uso de los impuestos despilfarrados en dádivas para mantener su clientela electoral, aunado a la molestia de aquellos que leemos y consumimos las noticias de la prensa libre donde se expone la ostentosa y lujosa forma de vida de los hijos del presidente y del tráfico de influencias con que se han enriquecido; resulta muy difícil identificar un sector de la población que no haya sido afectado o que no se sienta agraviado e inconforme con las ocurrencias y malas prácticas del gobierno en turno.
Por todo ello y por la noticia de que la Alianza opositora se ha consolidado de cara a las elecciones de este y el próximo año, es de pronosticar una recuperación por parte de la sociedad de los espacios de poder que MORENA ha acaparado a partir del 2018 y nos atrevemos a decir que todos aquellos que insisten en respaldar al régimen a pesar de haber sido también agredidos y discriminados al interior de su propio partido, como es el caso de Ricardo Monreal, Mejía Verdeja y un buen número de “chairos” recalcitrantes, realmente se están equivocando al mantener su lealtad y respaldo a AMLO pues pronto se verán traicionados, ya que este solo piensa en el poder por el poder mismo, antes que en el bien del país o de sus leales seguidores a quienes, como ha reconocido, solo utiliza como males necesarios en su fallida estrategia política. |