Voz en Libertad.
Francisco Guisa Hernández.
 

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Norma Piña ¿ministra irrespetuosa?
2023-02-08

Hace aproximadamente 45 años, veía yo un Informe Presidencial en la TV y me llamó la atención observar cómo una joven Beatriz Paredes, en ese entonces Diputada Federal y Presidente del Congreso, no se levantó de su lugar en el presidium de la mesa Directiva para recibir con aplausos al Presidente de la República, ni lo hizo tampoco en algún momento durante la Ceremonia, excepto para rendir Honores a la Bandera,  entonar el Himno Nacional y dar respuesta al Informe Presidencial, así como que tampoco hubiera estado en la puerta del Recinto Legislativo junto con el Titular del Poder Judicial para recibirlo y acompañarlo hasta su lugar en el presídium, que era, a su lado derecho.


Al respecto me dije sorprendido: ¡qué insolencia la de esta chamaca!! ¡Cómo es posible tal desaire al presidente! ¿Será que como mujer no debía hacerlo guardando las reglas de urbanidad, a pesar de su juventud? Y luego pensé, esto no puede ser un desaire porque pertenecen a la misma corriente política; después alguien con experiencia de gobierno o legislativa, no recuerdo bien, me explicó que no se trataba de ningún desaire sino de un “rito” que marca el protocolo en todo Acto de Estado, y que simboliza la División de Poderes, así como que ningún poder de la República tiene supremacía sobre otro.


Hoy cuando veo que la presidente de la Corte, la ministra Norma Piña permaneció sentada en su lugar ante AMLO en una ceremonia del Estado Mexicano como fue la conmemoración del 106 Aniversario de la promulgación Constitución de 1917, ya no me extraña para nada que ella se conduzca fiel al protocolo y a su alta jerarquía porque en nuestro Sistema Republicano está al mismo nivel que los titulares del Legislativo y que el Ejecutivo; dignificando con ello a la Corte que preside.


Lo que si me causa extrañeza y un gran asombro es que viejos periodistas y hasta políticos de viejo cuño se enfrasquen en una polémica innecesaria cuestionando o tratando de explicar a quienes, como yo hace 45 años, se preguntan por qué la Ministra permaneció en su lugar sentada, alabándola algunos por que supuestamente “le plantó cara” a AMLO o porque simplemente fue su forma de responder con dignidad a la descortesía de este maleducado presidente que, en principio si la hubo, al ponerla junto con el Presidente del Congreso a un extremo del Presidium, cuando el lugar que les corresponde a ambos en un Acto de Estado es al lado del Ejecutivo, flanqueándolo a ambos lados, presidiendo los tres juntos el evento pues como señala la Constitución: el Poder del Estado se deposita para su ejercicio en tres poderes que son Ejecutivo, Legislativo y Judicial y explica, palabras más, palabras menos que los tres tienen la misma jerarquía.


Por ello insisto en que me extraña que solo se emitan juicios de valor sobre la “maleducada“ y “rebelde” Ministra, que se mostró “irrespetuosa” ante el “Todopoderoso” presidente, y que fue su forma de romper con él,  pero nadie ha explicado que ninguna de estas explicaciones es válida pues se trata de un simbolismo inherente a nuestro Sistema Político de División de Poderes, explicación con la que desde el mismo día 5 de febrero habría quedado solventado el asunto y no se habría generado tan absurda polémica, polémica que por cierto, se inscribe en el afán “cuatroteísta” de siempre victimizar al presidente colocándolo, desde la ignorancia, como el supuesto blanco de ataques y “complots” de sus adversarios, a quienes ellos ven como enemigos y NO Sr, Presidente , no es que estuviera cansada como expresó usted con sarcasmo, es porque ella es titular de un poder que está a su mismo nivel  y no una subordinada suya como lo fue el Ministro Zaldivar.


En ese contexto es una pena que lo que se ha destacó de la presencia de la Ministra en el evento haya sido está  equivocada percepción, insisto, incluso por parte de periodistas y políticos que, por sus años de ejercicio profesional, estarían obligados a conocer el motivo republicano e institucional de la actitud de la Ministra, pero que, distraídos es ese falso debate, no destaquen el extraordinario discurso de Norma Piña quien, entre otras cosas, defendió brillantemente la independencia de la Corte, al señalar que la libertad y autonomía de Jueces, Magistrados y Ministros no es un privilegio sino la única vía para garantizar la justicia imparcial que los ciudadanos demandan  


 


 

 
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