Ya van varias veces durante este sexenio que el presidente muestra signos de mala salud, algunos realmente graves pero que sus allegados del régimen que encabeza han tratado de ocultar o minimizar, como cuando tuvo un infarto al miocardio y se ocultó la gravedad del incidente, o como cuando tuvo la angina de pecho que se le juntó con el COVID y solo se calmaron las aguas cuando apareció en video presumiendo, según él, una excelente salud que le permitía incluso subir montañas e ir a macanear en el campo de beisbol, todo ello lo han hecho siguiendo la costumbre del régimen presidencialista que heredaron, de presentar al presidente como un super hombre que no se equivoca, nunca falla, nunca se enferma y nunca… ¡MUERE!, y lo hacen mediante argumentos tan poco sostenibles como que la salud del presidente es un asunto privado protegido por la Ley de protección de datos personales, lo cual no tiene ningún sustento pues la salud del presidente es un asunto de interés nacional y de seguridad nacional que la Ley no alcanza a proteger pues no hay argumento alguno que supere el derecho humano a la información.
El pasado domingo en gira por el Estado de Yucatán, el presidente tuvo otro incidente grave, cuando en plena gira tuvo un desvanecimiento que provocó que tuviera que ser atendió de urgencia y trasladado de inmediato a la ciudad de México, donde trascendió que se trató de un Evento Vascular Cerebral que le paralizó el lado derecho del cuerpo, incapacitándolo para cumplir con su responsabilidad presidencial, cosa que en principio, Jesús Ramírez Cuevas, su Coordinador de Comunicación Social negó y aseguró que el presidente seguía en su gira por Yucatán cuando era público el hecho de que ya estaba llegando de emergencia a la CDMX;
Luego, en la mañanera del lunes, Patán Augusto lo minimizó diciendo que se trataba de COVID, ´pero que en uno o dos días el presidente estaría de nuevo en las mañaneras, sin embargo a casi dos días del incidente, el presidente no ha salido en uno de sus acostumbrados videos a decir que está rebosante de salud y ya está de nuevo macaneando en el campo de beis, lo cual, ante el vacío de información, que solo podría llenar el propio AMLO a través de una aparición pública, se han generado un sinnúmero de especulaciones, memes y comentarios, algunos exagerados, que ya lo dan incluso por muerto o mínimo con una incapacidad permanente que no le permitiría reincorporarse a sus funciones de presidente para completar su mandato, especulando incluso sobre quién habría de sustituirlo, que llegado el caso, yo pienso que debería ser Norma Piña, presidenta de la SCJN, aunque también cabría contemplar al presidente del Legislativo, Santiago Creel y PMDL (por Ministerio de Ley), al Secretario de Gobernación.
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Al respecto es de observar la nula experiencia de su equipo, el de AMLO para el manejo de una crisis como esta, pues dejan vacíos de información que los medios y la gente tienen que llenar con imaginación y especulaciones, jugando incluso con la vida del presidente, con una muy baja moral que no les permite razonar que “con eso no se juega”; lo reconfortante del caso es que todos los medios, los actores políticos y ciudadanos de bien, han mostrado una alta moral y humanismo, expresando su deseo por una pronta recuperación de la salud del presidente; en lo personal creo que el escenario trágico de la muerte no debe deseársele a nadie y si bien seguimos queriendo ver fuera del gobierno a AMLO, quisiéramos que fuera retirado de la política y convaleciendo de un derrame cerebral en su rancho “La Chingada”, antes que en el cementerio de Macuspana acompañando a sus antepasados, pues como decía líneas arriba “con eso no se juega”. |