Debo admitir que este gobierno es “talentoso” al momento de crear estos distractores, pero me resulta muy preocupante que la gente se entretenga tanto con estos asuntos al grado de volverse el tema de conversación más interesante, al mismo tiempo que el país atraviesa por varias crisis, especialmente de inseguridad y salud.
Es decir, lo mismo que costaría uno de estos boletos es lo que pagan ahora por un día de hospitalización las personas que perdieron el Seguro Popular y que antes pagaban menos de ochenta pesos. ¿Quién tendría ánimo de comprar uno de estos ‘cachitos’ cuando todo el ingreso familiar se está destinando a intentar comprar los medicamentos para una hija con cáncer que se quedó sin tratamiento? Repito, insultante...
Las propiedades de Bartlett, la creciente inseguridad y violencia en el país, incluso el mismo hecho de que no se ha podido vender el avión pasó a segundo término ante semejante “notición”. Por un momento nos olvidamos de la clara falla en la planeación y estrategia del INSABI y las vidas afectadas, mientras pensamos qué haríamos ‘#SiMeGanoElAvión’, como lo bautizaron en redes sociales...
Pero bueno, no es tanta culpa del vendedor, sino más del consumidor, por lo que invito a que, más allá de lo divertido que pueda resultar mofarnos de estas auténticas ocurrencias, no perdamos de vista los temas importantes, o los que deberían ser más importantes.
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