Línea Política
Agustin Contreras Stein
 

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Golpe de Estado, ¿Solución inmediata?
2020-03-31

NUNCA, para nada, es deseable un cambio de gobierno de manera repentina, violenta e inconstitucional, como suelen ser los famosos golpes de Estado, de los cuales hemos tenido noticia en otras naciones del mundo.


Un golpe de Estado, no es la solución para llevar a cabo los cambios que el pueblo quiere y necesita, pero en el caso de nuestro país, parece constituirse como el recurso más inmediato para proceder antes que un movimiento revolucionario, o de cambios institucionales a través de los procesos electorales, donde, supuestamente, mande el pueblo, donde vayan de por medio ideologías o aspiraciones políticas de los propios gobernados. Lo que México, requiere, es transitar, ahora más que nunca, de manera rápida, por caminos seguros y lo menos posible con actos violentos y muertes innecesarias.


Lo que comienza a gestarse como un cambio drástico en el país, se debe a la inminencia de una terrible catástrofe nacional, pues el Presidente, ya no oye, ya no reacciona, ya no piensa, ya no atiende, ya está, prácticamente, fuera de control y no hay, hasta el momento, quien lo pare.


La utilización de un golpe de Estado, llamado así por el derrocamiento de las piezas claves del Gobierno, mediante la fuerza  y haciendo caso omiso a las leyes que rigen en este momento, parece considerarse como lo más inmediato para remediar la situación, sin que esto perjudique más al país y a sus propios habitantes.


La razón a que se piense en esta propuesta que está germinando, se debe, sobre todo, a que los obstáculos para hacer cambios en el gobierno, se encuentran, precisamente, en el propio Congreso de la Unión, donde se mantiene una mayoría a favor de quien, supuestamente, manda en el país, aunque haya en este momento muchos Diputados y Senadores, que ya no tengan la misma visión política para seguir a su Mesías político.


De ahí que se hable nuevamente de la inminencia de un golpe de Estado,  que sería una combinación de la participación de fuerzas armadas y la mayoría civil, lo que implica, desde luego, la utilización de un inconstitucional recurso para la reestructuración del gobierno, tanto en la parte política como en la económica, pues nadie que se diga mexicano, nacido en esta tierra, puede estar de acuerdo con la política que se practica en este momento, llevando, sin duda alguna, al verdadero despeñadero de la economía nacional, pues lo que se está viendo es que ya no hay voluntad, aunque se presume que nunca la ha habido, para lograr la gobernabilidad de este país. El Presidente, ya no escucha la voz del pueblo, la voz de sus colaboradores, la voz de la opinión pública a través de los medios de comunicación, a los que nunca ha querido y no quiere ver, pues han sido, hasta ahora, los que han señalado todas sus ocurrencias, desvaríos y pretensiones de un dictador, que sueña con poner al pueblo en sus rodillas y someter a todos los sectores económicos de la nación. Quienes hablan de un golpe de Estado, basan, precisamente, su confianza en la aprobación popular.


La medida de un golpe de Estado, es drástica, fuera de todo el marco legal y más en México, donde siempre se ha luchado por preservar el apego a las leyes y lineamientos constitucionales, respetando el documento que rige el destino de la nación, pero como bien se ha dicho, que un proceso distinto llevaría más tiempo y éste ya no existe para salvar al país, se hace necesario que las riendas del poder recaigan en manos de quienes sí tengan experiencia política y administrativa, pero sobre todo, de quienes tengan un poco de voluntad para no dejar que México, se deshaga por completo. Esta podría ser la justa razón de este proceder.


Somos todavía, un país frágil y eso ha quedado demostrado con la presencia de una pandemia, como el coronavirus, que nos ha tomado desprevenidos, con falta de infraestructura hospitalaria, con un sector de salud desintegrado y una evidente escases de medicamentos para hacer frente a los retos de la propia naturaleza.


Pero lo más graves y es quizá, lo que más daño ha estado haciendo al país y a sus propios habitantes, es la falta de un gobernante que conduzca sabiamente el destino de esta nación, que no se pase todos los días observando nada más el panorama, echando la culpa al pasado y ofendiendo permanentemente a este pueblo, que de verdad, se pasa de bueno al no haber intentado, hasta este momento, removerlo de su cargo.


Andrés Manuel López Obrador, no tiene la capacidad ni para pensar que está haciendo daño a México, está obnubilado con su deseo de venganza con personajes de la vida pública de México, que ya fueron actores políticos y que viven, prácticamente, como observadores solamente, pues la prueba fehaciente es que ahora el que manda es él por mandato del pueblo, tal y como ha sucedido en otros episodios sexenales del gobierno. López Obrador, no quiere trascender, quiere morir en la raya y con su creencia de que es el verdadero mesías de los mexicanos, cuestión que está muy lejos de suceder, sobre todo, llevando al país a sus inminente perdición.


Por todo esto, se quiere un cambio gubernamental, pero no lo quieren esperar en procesos electorales engañosos y procedimientos de consultas a modo, por lo que buscan rescatar el rumbo de México, con procedimientos, quizá ilegales y anticonstitucionales, pero firmes y certeros.


Lo que germina, supuestamente, como un golpe de Estado, no es nada prudente y recomendable, pero sería, se afirma, el instrumento más rápido para provocar el cambio. 


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DIFICIL, QUE CUITLAHUAC, SE VAYA.


PARA QUIENES hemos venido analizando el tema de la posible solicitud de licencia del Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, para dejar la responsabilidad como Jefe del Poder Ejecutivo de Veracruz, a partir del primero de diciembre próximo, podríamos quedarnos en espera, porque considerando la forma de pensar y de gobernar del Presidente de la República, quien es el que lo sostiene, seguramente que optará por dejarlo todo el sexenio, aunque a los veracruzanos, en general, se los lleve el tren.


El mismo gobernante veracruzano, dijo hace algunas semanas o meses, no recuerdo con exactitud, que no se iría de Veracruz, aún cuando casi todas las opiniones públicas, venían coincidiendo en que la determinación de alejarlo del gobierno estatal, ya se había tomado desde hace tiempo en el altiplano, cuestión que nunca se logró confirmar.


Pues bien, por lo visto, al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ya no le importa si Cuitláhuac García Jiménez, gobierna bien o mal, si hace o no hace nada, si el mundo se le viene encima, si ha perdido la confianza popular, si su partido ya no tiene ni siquiera la esperanza de volver a ganar una o dos posiciones, ya que, en primera, él ya cumplió con su sueño de ser Presidente de la República, y sabe, perfectamente bien, que nadie le hará caso en breve tiempo.


En reciente declaración, López Obrador, afirma que después de luchar políticamente por muchos años, en el dos mil doce, estuvo a punto de dejar la política. Esta hubiera sido, para los mexicanos, una buena decisión, porque nadie estaría en las condiciones tan precarias en las que se encuentra hoy y todavía con un negro futuro que no se sabe en qué terminará.


Bajo estas circunstancias, tenga por seguro, amigo lector, que tendremos Gobernador, hasta el final del sexenio.


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BERLIN VALENZUELA.


AL MAESTRO, porque lo es, Francisco Berlín Valenzuela, lo han mencionado en varias ocasiones como una buena opción, para cualquier partido político, para encabezar la candidatura a la Presidencia Municipal de Xalapa.


Y no le falta razón a quienes se han ocupado de él en los últimos meses, puesto que tiene una larga carrera política, aún antes de haber sido Secretario General de Gobierno.


Tiene experiencia, una gran cultura general, principalmente en el ámbito jurídico donde se ha desenvuelto en los recientes años y una gran capacidad para poder entender los graves problemas que tiene la capital del Estado. No es soberbio, es conciliador y sobre todo, respetuoso del quehacer de los demás. Prácticamente, Berlín Valenzuela, le daría el verdadero estatus político que Xalapa, requiere.


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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.


NUESTRO CORREO: ac_stein58@live.com.mx

 
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