Pero, desde hace mucho tiempo, en esta misma columna, hemos venido sosteniendo las razones por las cuales sí podría estar encaminado en este proyecto político. Bien se sabe que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, le tiene plena confianza para los menesteres que haya de realizar en la entidad veracruzana.
No se sabe, con exactitud, qué fue lo conversado entre el Presidente de la República, y Ricardo Ahued Bardahuill, en su más reciente encuentro en Palacio Nacional, pero se supone que lo acordado tenga que ver con el encargo político, no tan solo en el Senado, sino también en lo que se refiere al Estado, por lo que mucho se tendrá que ver en los meses que vienen, sobre todo, en los que faltan para que llegue el primero de diciembre, que de acuerdo a los análisis políticos que se han hecho sobre la administración estatal, sería el momento oportuno para que López Obrador, comenzara a colocar las piezas que mejor resultados le prometen.
Y aquí insistimos nuevamente, que hay más probabilidades de que Ricardo Ahued Bardahuill, sea una solución para Veracruz, porque es necesario, necesarísimo, que el Presidente, piense en la recomposición política de su partido y de su propia imagen, pues tanto Morena, como él mismo han bajado considerablemente sus bonos políticos y solamente un hombre del perfil de Ahued Bardahuill, podría hacer cambiar las cosas en el poco tiempo que en todo caso le quedaría, porque hay que recordar que en el año que viene hay elecciones y en ese sentido, para López Obrador, Veracruz, tendría que estar listo. El Mandatario nacional, sabe, con precisión cuál es el diagnóstico veracruzano y seguramente que estará preocupado por lo que está sucediendo.
Claro es que en este momento, las condiciones críticas en materia económica y salud, no le permiten al Presidente, moverse mucho en este proyecto, porque primero está la atención a la pandemia y después ocuparse, en gran medida, de lo que espera que suceda en el proceso electoral, que para muchos analistas, sería la prueba de fuego, ya que ahora las condiciones políticas han cambiado sustancialmente, de tal manera que mucho trabajo se requiere para poder resolver electoralmente la situación del país y especialmente Veracruz.
No hay plena seguridad, como ya lo hemos comentado, de lo que finalmente hayan tratado el Presidente López Obrador y Ricardo Ahued Bardahuill, ahora que está por dejar una de las responsabilidades más importantes dentro de la administración federal, pero de que el Presidente, no dejará que se vaya, es casi seguro, porque representa más que un aliado político, es decir, que lleva al frente el mensaje que siempre ha insistido el mismo Mandatario nacional, de que su gobierno se basa precisamente en la honestidad y para eso, la imagen de Ahued, es como otro anillo al dedo.
Ahora, que independientemente de todo lo que se pueda decir respecto de Ricardo Ahued Bardahuill, la verdad de las cosas es que buscando un Gobernador para Veracruz, el Presidente de la República, ya no tendría que romperse tanto la cabeza, pues en él tendría un hombre responsable, conciliador, honesto, trabajador, un político ya con experiencia, un empresario que podría entender las razones de este gremio en la entidad, un hombre respetado y querido por la ciudadanía, fuera de cualquier sigla que porte en la camiseta, pues lo mismo puede hacer con el PRI, que con el PAN, con el PRD o el Movimiento ciudadano, porque lo principal es que la confianza que se ha ganado no depende de su militancia en algún partido político, sino de su propia personalidad.
Por eso, el Presidente no lo soltará tan fácilmente, sobre todo, porque sabe perfectamente bien que si Ahued, sustituye, por ejemplo, a Cuitláhuac, entonces Veracruz, podría ganarlo nuevamente Morena, aún cuando se tiene contemplado ya que el PRI, retome su lugar en el Estado, tanto por las circunstancias que se están presentando como por la labor política, quiérase o no, que ha llevado a cabo el actual dirigente estatal Marlon Ramírez Marín.
Así las cosas, en la disyuntiva que tendrá el Presidente, respecto de la entidad veracruzana, en breve tiempo, ya no tendrá mucho que pensar, pues para darle un nuevo rumbo a Veracruz, en los cuatro años que le faltarían al compromiso sexenal de Morena, ahí estará, ahora en posición envidiable, el todavía Director General de Aduanas y todavía, también, Senador de la República, con licencia.
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VERACRUZ Y EL PACTO FEDERAL.
TAMBIEN ALGUNAS ideas separatistas han surgido en Veracruz, luego de que otros Estados de la República, han pensado en esta posibilidad, al no ser bien tratados de acuerdo a este sistema político que impera a nivel nacional.
Pero no se crea que esta podría ser una decisión gubernamental, no, de ninguna manera, sino que estas apreciaciones se comienzan a notar, pero entre la sociedad, que en todo caso es lo más peligroso para este gobierno que tiene en sus manos el poder casi absoluto.
Bajita la mano no han faltado quienes piensen que Veracruz, podría sostenerse con sus propios recursos, ya que se trata de una de las entidades más ricas del país, en diversos aspectos. Claro que se trata de algunas pretensiones que serían difícil de cuajar, sobre todo, porque en este momento, el gobierno tiene todas las de ganar, tanto por las decisiones legislativas a nivel federal como local, así como la fuerza pública de control que no dejaría pasar el gobierno federal, costara lo que costara, pues si bien Veracruz, es un Estado importante por el lado que se le quiera vez, no es verdaderamente la joya de la corona.
Pero de que han surgido estos pensamientos entre la sociedad, es un hecho, pues la mayor parte de todos los sectores que la integran se han visto afectados, lastimados permanentemente por este gobierno, en sus tres esferas de poder, lo que ha generado inconformidad.
Los mismos partidos políticos de oposición no han dicho nada y solamente se encuentran a la expectativa, pero que de alguna manera, también estarían en posibilidades de alentar una propuesta de esta naturaleza, porque se insiste, hasta estos momentos no se han pronunciado definitivamente en contra de los excesos del poder que se ha estado observando en todo lo ancho y largo del país.
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LO JUSTO, NADA MAS.
CUANDO LAS entidades del país comienzan por tener mayores necesidades para cumplir con los compromisos contraídos, principalmente en este momento para afrontar el reto de vencer a la pandemia del coronavirus, donde la federación no quiere o no puede apoyar con mayores recursos, es cuando surgen las voces de una redistribución del presupuesto general, porque se alega que la federación se lleva la mayor parte, como ha sucedido siempre, en la tajada recaudatoria, sin que se devuelva lo justo para cada entidad.
Desde luego que no se habla de cien por ciento, porque esa no sería la regla correcta, pero sí ser objeto de mayor justicia distributiva, de tal manera, que conforme a las necesidades de cada entidad, es como se puede aplicar un nuevo criterio.
De ahí que el paso de la pandemia, parece dejar como pendiente, la solicitud a la federación y al propio congreso federal, la posibilidad de velar más por las entidades, aunque en Veracruz, de poco serviría, porque sucede que se ha tenido que devolver fuertes cantidades por no haberse ejercido oportunamente, debido, sobre todo, a la inexperiencia e ineficiencia administrativa y de trabajo.
De cualquier manera, las entidades ya están demandando mayor justicia distributiva para poder cumplir con los programas y proyectos localmente diseñados.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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