TAL VEZ, la actitud tomada por el comentarista de Televisión Azteca, Javier Alatorre, sea, sin duda criticable, pero puede ser entendida de otra manera como una especie de desahogo ante el hartazgo que en el mismo pueblo existe, por todas todas aquellas maniobras y prácticas gubernamentales que tampoco están haciendo bien, pero que siendo oficiales nadie puede, inclusive, atreverse a señalar.

 ¿Qué diferencia, por ejemplo, puede existir entre la arenga del periodista mencionado y la propia actitud presidencial que al principio de la pandemia también contradecía a las mismas autoridades sanitarias, sugiriendo abrazos y de paso hasta en público besar a una niña, retando a la misma posibilidad de contagiarse y contagiar a los demás, tan solo por creer que la figura presidencial es inmune a la pandemia.?

 Es cierto lo que dice el Presidente, que pedir desobediencia al Doctor Hugo López Gatell, Subsecretario de salud, que solamente es un vocero del gobierno, es ir en contra de la propia investidura presidencial, pero ¿Acaso ya no se acuerda cuando también él mismo puso en riesgo, por mucho tiempo, su propia investidura al recorrer pueblos y ciudades, con afán electoral, en medio de la crisis de salud que ya se deslizaba por todo el país, también desoyendo las recomendaciones emitidas por las autoridades de su mismo gobierno? .

 Es claro que los medios de comunicación son el enlace entre el gobierno y la misma sociedad, que lo mismo sirven para hacer llegar los mensajes oficiales por cuanto corresponde a la calamidad que nos azota, que también ser voceros de lo que el pueblo piensa de su gobierno. Y es que lo dicho por Javier Alatorre, pudieran estarlo pensando en otras partes, aunque no lo digan con palabras y las mismas actitudes. La desesperación es mala consejera, y el comunicador cayó en ella, de tal modo que fue el arrebato momentáneo quien lo pone, por decirlo así, en desacato.

 Pero que no se espante, pues, el Presidente, porque es posible que a raíz de la expresión del periodista, sean otras voces las que tenga que enfrentar en el futuro, aquellas que se pongan a denunciar todo lo que saben y todo lo que ven, porque es cierto, no es justificable la actitud de Alatorre, como tampoco ha sido justificable la propia actitud presidencial, la cual ha cometido más errores, con palabras y ejemplos, con necedades y ocurrencias que lo mismo ha hecho de manera directa con el pueblo que a través de los mismos mecanismos de los medios de comunicación.

 No se puede jugar al gato y al ratón, porque lo dicho por Javier Alatorre, insistimos, no estuvo nada bien, ¿Pero acaso, no está en sus palabras el reflejo del hartazgo nacional, donde lo mismo son los ciudadanos comunes, periodistas y escritores, personajes de la vida pública como los artistas y peor aún, los también Gobernadores, que han salido a desmentir al propio Doctor Hugo López Gatell?

 Mientras fue el Presidente, nadie dijo nada, pero apenas lo dice un representante de los medios de comunicación y en seguida se le conmina de abstenerse, tanto a su persona como a la empresa para la cual trabaja, a reconsiderar estos errores, porque de lo contrario se podría iniciar un procedimiento administrativo en su contra que podría ser sancionatorio.

 Insistimos, fue un error bastante bien calificado que generó de inmediato la reacción presidencial. Javier Alatorre, es cierto, se equivocó y su arenga, sin duda, le traerá muchas consecuencias, ya que fue un acto en contra del gobierno, pero no deja de ser, así nada más, parte de lo que se dice en las calles y en los lugares donde todavía se mueve la gente. Lo dicho en cadena nacional por el periodista, no fue, sin duda, como lo dice el mismo mandatario, una petición bien pensada, pero puede ser, también, uno de los primeros indicativos de que al Presidente, y a su gobierno, ya se le salieron las cosas de control y no hay respaldo absoluto a su forma de gobernar, pues si bien existe la mitad de la confianza en el pueblo bueno a su favor, también hay que considerar que en este momento hay desencanto, hay reacción negativa y hay, de la misma manera, exigencia popular en el sentido de que el gobierno haga las cosas bien.

 Ya algunos gobernadores del país, entre ellos, uno de su propio partido, se han atrevido a contradecir al Subsecretario de Salud, y por lo tanto, también, al mismo Presidente. Ya existen, pues, los antecedentes de una posible rebelión ciudadana, donde entran en juego todos los intereses. Lo de Televisión Azteca, vino a ser como aderezo al pastel de las inconformidades y más cuando proviene, se supone, de un aliado del proyecto presidencial que contiene la cuarta transformación del país.

 De esta insurrección, también hay que tomar apunte.

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 PAR NO IR LEJOS.

 TAMBIEN, COMO YA SE ha informado en su momento, varios alcaldes veracruzanos, que si bien no han ido todavía en contra de las disposiciones federales y estatales en relación al manejo de la situación generada por la pandemia del coronavirus, sí se han hecho evidentes algunas condiciones de cierto desacato a las instrucciones oficiales, pues como se ha sabido han tomado sus propias precauciones sin tomar en cuenta la rectoría gubernamental.

 Y todo esto se debe, no hay dudas, a la poca importancia que le han dado las autoridades sanitarias del Estado, a los propios municipios, donde debería estar presente el apoyo definitivo para cada uno de ellos por parte del Estado, ya que las acciones, se supone, deben estar debidamente coordinadas.

 Pero no, ante el desinterés mostrado, los propios alcaldes han tenido que tomar sus propias determinaciones frente a esta calamidad, sin esperar que el Estado, tome las riendas de este asunto.

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 REACCION SENATORIAL.

 CIERTO, NO SON la mayoría, pero algunos legisladores de oposición, ya se están amarrando los pantalones y se han puesto en contra de legislar una ley, como la de amnistía, cuya aplicación no sería tan rápida y beneficiosa. Prefieren los legisladores intervenir en los planes que se deban tomar para seguir enfrentando la pandemia de coronavirus.

 Senadores de la República, fueron citados para hoy, con la única finalidad de aprobar la propuesta presidencial de la ley de amnistía, pero hay diferencias en la forma de pensar, sobre todo, en las prioridades que el país necesita en este momento.

 El bloque opositor en el Senado de la República, así se manifiesta y han decidido no asistir a esta sesión, convocada para hoy lunes y que pretende aprobar una legislación que promueve la excarcelación de muchas personas mayores, inclusive, que se encuentran en riesgo de contraer la enfermedad, siempre y cuando caigan en el marco de beneficios de esta ley.

 Los Senadores de la República, que forman el bloque opositor, aseguran que esta medida legislativa, ya se encuentra rebasada, porque la población penitenciaria que podría acogerse a esta ley, ya es tiempo de que debieran estar en sus casas. El proceso sería más tardado que el uso de las facultades presidenciales para proceder a conceder libertad anticipada, condicional e incluso, del indulto.

 Vaya, que los Senadores opositores, actuando también tarde, aprietan al Presidente.

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 Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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