Ya no se diga de los asaltos, violaciones, desapariciones, robos, secuestros y en general toda la gama de delitos que no se han logrado prevenir, pues las cifras de personas que aparecen muertas a la orilla del camino o en las propias calles de las ciudades más importantes de la entidad, son una muestra de la gran descomposición social que se vive y donde el gobierno del estado, no ha realizado ninguna tarea que tenga resultados evidentes.
Entonces, ¿porqué informar al Presidente, que los delitos de gran impacto ya se han disminuido en Veracruz?
Es lamentable que se quiera engañar al pueblo, el cual sabe perfectamente bien lo que está sucediendo, pero engañar al mandatario nacional, es grave, porque se impide de esta manera que el mismo Jefe del ejecutivo federal, tome cartas en el asunto, es decir, que busque la manera de coordinarse con el gobierno veracruzano y reforzar las acciones para evitar que se sigan cometiendo todos los actos violentos de los que se tiene noticia diariamente.
Seguramente, también, que no se le dijo al Presidente, que la pandemia está causando grandes problemas en todo el Estado de Veracruz, que el número de personas fallecidas por esta enfermedad, ha superado todas las expectativas y que la entidad, sigue siendo un importante foco de infección.
¿Porqué se le miente al Presidente?
Lo más conveniente hubiera sido que aprovechando la visita presidencial, se le hubiera informado de todos los problemas que se están padeciendo, pues hasta este momento no se ha realizado ninguna tarea de apoyo a todos los gobernados, a todos los ciudadanos de esta entidad, no se han logrado reducir los índices de inseguridad, que la enfermedad del Covid-19, avanza peligrosamente, que la pobreza se ha multiplicado, que hay, incluso, inconformidad en todos los sectores de la sociedad, pues de esta manera, pudiera existir la posibilidad de que el gobierno federal interviniera en estos asuntos que tienen, sin duda alguna, competencia federal.
Pero no, más bien se le tuvo miedo y no se le dijo la verdad de las cosas, es decir, que prioritariamente, es la pandemia y la inseguridad, las que más están matando al pueblo veracruzano, ya que ambas suman diariamente infinidad de muertos, una larga lista de afectados por estas condiciones sociales en que el Estado, solito, ya no puede solucionar.
La pandemia, sin duda alguna, es uno de los grandes problemas que se tienen en todas partes del mundo y que en Veracruz, se ha anidado por no haberse seguido las estrategias más viables. La inseguridad, otro de los temas que tampoco se han logrado discutir para encontrarse soluciones adecuadas. Ambos son los dos fantasmas que impiden a los veracruzanos, salir de sus propias casas, porque bien saben que pueden salir, pero no regresar.
Pero en fin, pintar a la entidad veracruzana, de color de rosa, fue lo que mejor se les ocurrió a las autoridades estatales, mientras que la pandemia arrasa con las vidas de todos, la inseguridad se muestra cada día más vigorosa, pues tan solo hay que darse cuenta de la incidencia en zonas como Córdoba, Huatusco, Veracruz, Coatzacoalcos, Papantla, Poza Rica y Tuxpan, sin descartar Xalapa, y ahora hasta en las zonas rurales donde la muerte ronda permanentemente.
Pandemia e inseguridad, los problemas de Veracruz, que más muertes causan, no hay la menor duda.
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ESTAS TIERRAS NO SON SUYAS.
ESTAS TIERRAS no son suyas, Presidente, aunque el Gobernador de Veracruz, le haya dicho, en su reciente visita, que llegó a éstas “sus” tierras, pues en este caso ni por cortesía se tiene que hablar de esta manera.
El poder ha llegado hasta sus más altas expresiones y sin darse cuenta ya se siente dueño de lo que solamente le corresponde a los veracruzanos, en general.
Y aunque, como ya lo hemos comentado, tal vez, sea el exceso de cortesía lo que dijo el Gobernador del Estado, frente al Presidente de la República, la verdad de las cosas es que se escuchó mal.
Pero en fin, así son los tiempos de ahora, Don José, como bien se decía en mi pueblo, con sabias expresiones de los que ya vivieron sus años y tuvieron la experiencia necesaria para ver y saber lo que estaba bien y lo que estaba mal.
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“USTED, NO ESTÁ EN LA LISTA.
LA PREPOTENCIA VOLVIÓ a aparecer en la reciente visita del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien encerrado con sus coordinadores del programa social que se estuvo evaluando, como si eso fuera lo más importante en estos momentos, no le informaron que ahí estaba, tratando de entrar al recinto, nada menos que una representante del pueblo, es decir, la Senadora Gloria Sánchez, que además es una legisladora del propio partido Morena, esa organización, dizque política, que se encuentra en el poder.
Pues resulta que no fue bien recibida por funcionarios menores, es decir, cadeneros que se encontraban en la entrada para evitar que ninguna persona que no estuviera invitada, es decir, en la lista de invitados, pudiera acceder hasta donde se encontraba la reunión, donde, a nuestro parecer, bien tendría que estar precisamente la representante popular, aunque no se encontrara en la lista.
Sin embargo, se tiene entendido que la legisladora tuvo que regresarse, pues no la supieron atender.
¿Y si Usted, amigo lector, como simple ciudadano hubiera querido saludar a su Presidente, cree que lo hubieran dejado pasar.?
No, no, por favor, no me conteste.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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