AÚN CUANDO sus propios detractores, dentro de Morena, consideren que Ricardo Ahued Bardahuill, podría perder vigencia política en los tiempos que vienen, la verdad de las cosas es que el Senador de la República, es y seguirá siendo un importante activo político para el Presidente de la República, quien, por más que se diga en su contra, se encuentra firme en los ánimos presidenciales y es la carta fuerte que se reserva para lo que se requiera en el Estado de Veracruz.

Hasta ahora, siguen persistiendo dos importantes posibilidades para el empresario jalapeño. La primera, la cual no se ha descartado todavía, es que finalmente, el Presidente decida sustituir a Cuitláhuac García Jiménez. Ahí entra, de no darse otra circunstancia, el legislador veracruzano, porque, tal y como se ha comentado en diversas ocasiones, es el único de los políticos veracruzanos, afines a López Obrador, que le aportaría toda la experiencia política que tiene y lo sacaría del grave problema que se advierte en estos momentos en el Estado de Veracruz, al no haberse concretado una militancia suficientemente fuerte para enfrentar los retos de las próximas elecciones intermedias.

Si el Presidente de la República, decide jugársela con Cuitláhuac García Jiménez, entonces se estaría dando la siguiente posibilidad, es decir, que se reserve a Ahued Bardahuill, para la próxima sucesión gubernamental, en donde entraría de pechito, luego de que el mismo mandatario nacional, sabe que para esas fechas el pueblo veracruzano, estaría lo suficientemente caliente en materia política y con más de dos importantes opciones políticas que estarían compitiendo por este importante cargo, entre los cuales se puede contar a los siguientes personajes:

Pepe Yunes, que sigue estando en la jugada y que por ningún motivo perderá la oportunidad de participar en un evento de esta trascendencia, más cuando él ya conoce perfectamente bien el camino de una candidatura de esta dimensión.

Héctor Yunes Landa, ha dejado ver en varias ocasiones, que sigue dispuesto a concretar lo que también ha sido una aspiración de muchos años y que ahora estaría nuevamente en el escenario, aunque para entonces podría carecer de una posición política que respaldara aún más su propósito político.

Por otra parte, tampoco hay que olvidar que Miguel Ángel Yunes Márquez, al igual que Pepe Yunes, se quedaron con sus derechos a salvo, aunque en los recientes tiempos se hable más de su hermano Fernando, que estaría dispuesto a sacrificarse con la candidatura del PAN. Muchas cosas podrían suceder, porque hasta ahora, el clan de los Yunes, los del estero, parece que han perdido fuerza política y ya no tendrían fácilmente el apoyo de los panistas para esta nueva incursión en busca de la gubernatura.

De cualquier manera, Ricardo Ahued Bardahuill, se tendría que enfrentar políticamente a estos tres políticos, por lo menos, pues tampoco se descarta que en el tiempo que falta por transcurrir de aquí a que lleguen los tiempos de la sucesión, podrían aparecer nuevos protagonistas de la vida pública de Veracruz, que se sumarían a esta lista que por ahora se maneja.

Hay, además, la creencia de que las próximas elecciones intermedias, habrán de definir, prácticamente, el camino que deba seguirse para el futuro de la historia política de la entidad veracruzana, en donde alguno de los mencionados, se quede en el camino y entren otros aspirantes con mayores posibilidades de lograr el triunfo electoral.

Por lo pronto, todo indica que en las elecciones gubernamentales, ya no habrá un enfrentamiento político de Yunes contra Yunes, sino un Yunes contra un Ahued, lo que de todos modos genera desde este momento, una gran expectativa, considerándose que se daría, como suele decirse en política, un verdadero choque de trenes.

No se habla de partidos políticos, todavía, porque también crece la posibilidad de que haya, finalmente, una coalición política y entonces habría algún sacrificio que ver, porque las fuerzas políticas que logren esta unidad, tendrían que definirse por el más fuerte y con mayores posibilidades de ganar. Esto indica que en los días, meses y años que faltan por transcurrir para llegar a estos tiempos, los aspirantes tengan que elevar sus propios índices de aceptación.

Mientras tanto, Ricardo Ahued Bardahuill, seguirá siendo el único precandidato de Morena, que se encamina a este importante objetivo, pues cualquier otro personaje que quisiera rebasarlo, tendría que trabajar, desde este momento, día y noche.

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LA CAIDA POLÍTICA.

DICEN QUE AL Coordinador de Delegaciones federales en el Estado de Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, le dolió más la caída política que el golpe físico que se dio en la frente, pues en actos anteriores, el Presidente, ni siquiera lo había pelado, lo que dio como adelanto un frío político en tiempos próximos del invierno.

Y es que, hace algún tiempo, también se le venía mencionando como un fuerte aspirante a la gubernatura en el dos mil veinticuatro, debido a que su cargo, de suma importante en materia política, lo estaba situando, propiamente, dentro de la carrera por la sucesión gubernamental.

Pero las cosas no se han dado exactamente en ese sentido, pues por más cargo que tenga, no ha logrado ascender, lo que prácticamente, lo está dejando fuera de esta posibilidad, más cuando como ahora, el Presidente, lo ignora y de no ser por la caída, así lo aseguran quienes pudieron estar en el momento del accidente, el mandatario nacional, ni siquiera lo hubiera mencionado, más cuando, en cierta forma, es responsable de que avancen los programas sociales del Presidente.

Y como ya hemos comentado, difícilmente, cualquier otro personaje como Manuel Huerta Ladrón de Guevara, podrían superar la presencia política de Ricardo Ahued, y de la cercanía que tiene el empresario jalapeño, con quien manda a nivel nacional, independientemente de que políticamente hablando, Ahued, es el Senador veracruzano, por lo que pesa más políticamente, no físicamente.

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AHORA QUE OTROS SE PREGUNTAN, ¿A QUÉ VINO EL PRESIDENTE?

UNA GIRA DE TRABAJO, se destaca, entre otras cosas, por venir hasta el lugar de los hechos para constatar el trabajo que se lleva a cabo y para dialogar con los gobernados y poder trazar, de alguna manera, ciertos lineamientos de trabajo, pero como el Presidente, no vino a nada de eso, ni siquiera atender personalmente a quienes le tenían propuestas, entonces qué razones se pueden dar para que el mandatario nacional, se distraiga de sus más importantes actividades, pues la famosa evaluación de los programas sociales, bien se pudo hacer en alguna oficina contigua a la del mandatario o bien con los funcionarios federales que tienen a su cargo estas responsabilidades.

Desplazarse desde México, para solo venir a trastocar la cotidiana labor de los habitantes de esta capital y de los lugares que visitó en este viaje, como que no tuvo razón alguna, salvo que durante su estancia en Veracruz, hubiera citado a conversar con él directamente, a los diversos sectores de la población que tienen propuestas y proyectos para la superación económica de la entidad.

Vaya desilusión de los Jalapeños y veracruzanos, en general.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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