Mientras estaba en campaña, el hoy ejecutivo federal denunció muchas cosas, la mayoría con bastante sustento. Por ejemplo, antes Obrador denunciaba que los costos de la gasolina eran excesivos y que él tenía la solución para reducirlos: eliminar el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS). ¿Tenía razón? Sí ¿lo ha llevado a cabo? No.

También, que el crecimiento económico de los sexenios anteriores era nulo. Si bien era poco, había. Pasó de prometer un crecimiento de seis, a dos por ciento anual. Hoy, en su gobierno no sólo no ha crecido, se ha contraído la economía del país. Es decir, pasamos de «no crecer nada» a perder inversión, producción y por ende, desarrollo. Esto se traduce en problemas para los mexicanos, el dinero rinde menos y los costos de todo están encareciendo, afectando directamente nuestros bolsillos.

¿Cómo olvidar cuando el hoy presidente acusaba que los servicios de salud eran precarios y que él tenía la fórmula para mejorarlos? Todo esto acompañado de advertir que, de ganar la presidencia, se acabaría la atención privadapara todos los funcionarios, pues en sus palabras, era un “gasto innecesario”. «¡Van a tener que ir al ISSSTE, al Seguro, para que vean lo que se siente!», gritaba con entusiasmo en sus discursos. Hoy vemos cómo él mismo y sus serviles funcionarios se atienden en clínicas privadas. Médica Sur es de las favoritas de la 4T.

Sin duda, el reclamo imposible de ignorar de quien hoy es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, es la inseguridad. ¿Cuántas veces Obrador reclamó, acusó y exhibió (con justa razón) los fracasos en las administraciones pasadas en temas de seguridad? Pues quien dijo saber cómo resolverlo, hoy exhibe que no tiene ni la más mínima idea, al grado de ostentar el deshonroso récord de inseguridad y violencia en la historia del país.

Subieron los impuestos, recortó el apoyo al campo, dice que acabó con la corrupción, pero el “caso Bartlett” nos dejó mucho qué desear. ¿Y qué decir de aquél (tres veces) candidato que prometió contestar «cada ‘tweet’» donde Trump ofendiera a nuestro país? Inolvidable. No me malentienda, no es que de verdad yo espere que conteste cada uno de ellos, pero al menos debería exigir respeto al dirigirse hacia nosotros, pues su homólogo estadounidense ha podido hacernos menos en cada discurso que ha podido. Eso sin mencionar que ha cedido ante todas las “peticiones” del mandatario norteamericano.

Con el Poder Legislativo y el Judicial (prácticamente) a modo, ¿es demasiado pedir? Hasta ahora sólo nos han “dado el avión” cuando pedimos respuestas. Y en vez de soluciones, escuchamos puros pretextos. Paciencia y confianza, pide Obrador; coherencia es lo que pido yo.

¿Y tú, Kime cuentas?

Sígueme en Twitter: @kimsebastian_

Mándame un correo: kimecuentas@gmail.com